Escuchar el clamor de las víctimas para comprender que los efectos de la trata en su vida sobrepasan la magnitud de las estadísticas y concretar acciones para seguir caminando juntos en la prevención de este delito transnacional; fue como cerró el Encuentro «La vida no es una mercancía» organizado por la Red Clamor del 24 al 27 de octubre en Bogotá.
Jornadas que concluyeron con la presentación de la Caja de herramientas de la Red y los acuerdos sobre el Plan de Acción de la entidad para 2024.
Misión compartida
Elvy Monzant secretario Ejecutivo de la Red Clamor explicó que, durante la asamblea general del organismo efectuada en septiembre, se acordó que unas de las líneas estratégicas a profundizar en el continente es el combate contra el flagelo de la trata. “Por eso, decidimos convocar a las organizaciones miembros de la Red Clamor y las redes de la vida consagrada, dedicadas a la prevención de la trata, pero también al acompañamiento de las víctimas y los sobrevivientes”.
El objetivo era hacer un discernimiento de los signos de los tiempos que marcan la realidad de este delito y “compartir las experiencias, lo que cada red está haciendo y de manera particular plantearnos acciones concretas y comunes para el 2024 animando a la Iglesia a asumir el combate contra la trata de seres humanos como dimensión constitutiva de la tarea evangelizadora,” afirmó.
Por su parte la Hna. Rose Bertoldo representante de la Red “Un grito por la vida” en Brasil indicó que “el encuentro fue muy productivo porque se logró el objetivo, fortalecer la articulación entre las redes de América Latina y el Caribe. Principalmente estas grandes redes que involucran a la vida religiosa y organismos como la comisión de Trata de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos (CLAR).
Un espacio en donde se percibió la gran necesidad de aumentar el trabajo de sensibilización para dar visibilidad al tráfico de personas y contribuir a su erradicación a través de la formación y prevención sobre su existencia. Escuchar los relatos de las mujeres que vivieron esta situación de violencia, nos anima a fortalecer la red y su trabajo en el continente para mantener nuestra opción por el cuidado de la vida,” comentó.
Hacer memoria, dejarse interpelar
Tomando como punto de referencia la pregunta: ¿Qué podemos hacer juntos? los representantes de las diferentes Redes del continente plantearon cinco líneas de trabajo con actividades específicas en las que aspiran trabajar de forma articulada.
Inicialmente está el componente formativo, que de acuerdo con la propuesta tiene previsto impulsar dos diplomados sobre el tema. Uno estará dirigido específicamente a la profundización sobre el delito del tráfico de personas sus modalidades y efectos. El otro ciclo formativo estará centrado en el acompañamiento psico-social a las víctimas de trata y de Violencia basada en Género (VBG)
En segundo lugar, están las conmemoraciones, esas fechas que permiten recordar a la sociedad civil, la existencia de esta forma de esclavitud que anualmente acaba con la vida de millones de personas en el mundo. Será una oportunidad para rememorar y sensibilizar sobre la problemática.
La idea es llamar a la acción en momentos claves del año, como es el caso de la Jornada Mundial de oración y reflexión contra la trata de personas y la profundización en la vida y aportes históricos de figuras emblemáticas como Josefina Bakhita, cuya vida es un símbolo de la lucha contra este flagelo. Además, está el Día Mundial contra la trata de personas y el Día Internacional contra la explotación sexual y el tráfico de mujeres, niñas y niños; fenómenos que afectan a diversos países de América Latina y el Caribe.
Las herramientas
Objetivos para los que resultará muy útil el tercer componente de las acciones propuestas por la red Clamor y que define como una caja de herramientas; son los recursos que ayudarán a cumplir con efectividad las metas trazadas.
Entre las propuestas aparece el desarrollo de una guía didáctica sobre las orientaciones pastorales para la prevención de la trata, el diseño de materiales que ilustren la realidad e impacto del delito en el continente; así como los actos que desde la oración serán efectivos en el proceso de sensibilización, por lo que se pensó en la realización del Viacrucis y el Santo
Rosario por las víctimas de la trata de personas, siempre fundamentados con el análisis de esta realidades.
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Orar y trabajar
Igualmente están previstas ceremonias como la realización de una hora santa y una lectio divina que anime desde la plegaria y el encuentro con Dios el consuelo para quienes sufrieron este delito y llene de esperanza a quienes luchan por su erradicación.
En el horizonte de la Red Clamor está el desarrollo de juegos didácticos, la redacción de un guión de teatro que sensibilice y forme a poblaciones vulnerables. Igualmente, producciones audiovisuales e historias de vida que muestren los frutos de la articulación entre las redes al servicio de las víctimas del tráfico de personas.
Los componentes restantes de las acciones que se propone la Red Clamor estarán enfocados en la creación y consolidación de nuevas redes que compartan el mismo ideal, para concluir pensando en la creación de recursos y narrativas que, desde lo positivo, incidan en espacios digitales y redes sociales para favorecer la prevención del delito de la trata de personas.
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