ADN Celam

A medida que avanza el Encuentro de los procesos pastorales, organizado por el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), a través del Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral (Ceprap), vamos conociendo voces, realidades y experiencias de quienes han estado presentes en este espacio.

Es el caso de la ecuatoriana María Cristina Chuquimarca Mosquera, socióloga, quien se encuentra cursando actualmente un doctorado en Ciencia Social y además hace parte del Movimiento Laudato si’ en Hispanoamérica, cuya misión es “inspirar y movilizar a la comunidad católica para cuidar nuestra casa común y lograr la justicia climática y ecológica, en colaboración con todas las personas de buena voluntad”.

Conversamos desde ADN Celam con esta especialista y nos compartió algunos aspectos de su vida profesional, su experiencia en el campo del cuidado de la Casa Común, y concluyó expresando sus expectativas frente a este encuentro que se desarrolla desde el pasado 13 de mayo y que concluye este jueves 16.

Una socióloga inquieta por el cuidado del ecosistema

PREGUNTA: ¿Quién es Cristina Chuquimarca Mosquera?

RESPUESTA: Soy ecuatoriana, socióloga y ahora haciendo un doctorado en Ciencia Social justamente en el colegio de México. Soy una servidora, socióloga a disposición de las personas, desde hace un año soy la responsable a nivel Hispoanoamérica del Movimiento Laudato si’. También soy la encargada de ayudar a coordinar, tejer estos nexos, redes, lazos que hacemos con otras organizaciones. Estudié mi licenciatura en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, me formé en liderazgo universitario latinoamericano ignaciano de la vertiente de los Jesuitas, y estuve un tiempo apoyando como coordinadora de incidencia sociopolítica en la Amazonia ecuatoriana.

P: ¿Por qué teniendo la formación de socióloga, termina en esta aventura de la protección del ecosistema y del cuidado de la casa común?

R: Tiene dos vertientes, yo llego en primer lugar movida e inspirada un poco desde la familia, mi familia es muy activista, ha trabajado mucho con la Iglesia, con la Pastoral Social y también por mi carrera porque desde muy temprano me vinculé con todos los temas socio ambientales, mi línea de investigación va por ese lado también de los conflictos socio ambientales, las consecuencias de temas de derechos humanos, de la situación ambiental de los territorios y trabajé en eso también desde la licenciatura hasta el doctorado, ahora la investigación fundamentalmente se basa sobre temas de minería, así que eso es lo que me permite como tener esta misión de trabajar por la ecología integral y vincularme en el 2015 como voluntaria en el Movimiento Laudato Sí que en ese tiempo se llamaba movimiento católico por el clima.

Inspirados en una ecología integral

P: ¿Qué es el Movimiento Laudato Si’ y quiénes lo integran?

R: Nuestra tarea por un lado es inspirar y por otro movilizar. Inspirar a la comunidad católica para que se vincule con el cuidado de la casa común, de la creación; pero también movilizar a todos estos católicos, católicas y personas de buena voluntad que quieran trabajar por construir el reino de Dios en esta perspectiva de ecología integral. Así que, inspirados por eso nos juntamos por un lado animadores Laudato Si’ que son estas personas que se forman en temas de la encíclica que lleva este mismo nombre, pero también organizaciones miembros, somos hermanos aliados con distintas organizaciones de todo el mundo y nos vinculamos en esto que llamamos el Movimiento Laudato Si’ con aterrizaje en cada capítulo nacional.

En América Latina somos 19 países cada uno con su capítulo y sus animadores también. En Latinoamérica somos más de 8.000 animadores Laudato Si’ cada uno participa dentro de sus capítulos nacionales y somos más de 300 organizaciones miembro con las que nos vinculamos. Pero además a cada espacio parroquial, comunitario incluso diocesano tenemos círculos Laudato Si’ que son pequeños grupos organizados de animadores que trabajan para llevar el mandato del movimiento a la vida, en este caso a los territorios. Son círculos de oración, pero también de acción en clave ecológica y que apoyan el trabajo de las pastorales ecológicas en las diócesis.

Ejes temáticos

P: Desde el Movimiento Laudato Si’, ¿Cuál es la estructura y ejes temáticos?

R: Una estructura territorial, es primero nuestra unidad básica, el animador Laudato Si’ que está en cada uno de los territorios, que se organiza en círculos Laudato Si’ ya de manera más articulada, esos círculos a su vez forman capítulos locales que están en cada ciudad y luego capítulos nacionales y concluyen por regiones, en este caso América latina constituyen un consejo regional y ese consejo regional de cada continente se junta y desde el consejo global o continental que es un poco el que organiza y construye las líneas de acción del movimiento.

El movimiento trabaja en tres ejes temáticos: Primero la Eco conversión. Es cómo desde el corazón tiene que cambiar y tiene que fundamentarse nuestra fe católica también en perspectiva ecológica, en clave del cuidado de la creación. Segundo la sostenibilidad. Cuando nuestro corazón ya se ha convertido entonces también tiene que visibilizarse eso en nuestros espacios organizados, la familia, la comunidad, la parroquia, la ciudad, entonces ahí está la parte de sostenibilidad que lo que busca es que nosotros tengamos un cambio en nuestros estilos de vida, más austeros, busquemos siempre el dejar la menor huella ecológica en el planeta. Tercero la incidencia. Finalmente, una parte más sociopolítica que tiene que ver con la incidencia en la denuncia profética, así que con eso trabajamos acompañando ciertos territorios, ciertas realidades que requieren un proceso más sostenido de apoyo de denuncia frente a injusticias ambientales que están sufriendo.

Ver, juzgar y actuar

P: ¿Cómo llevar la Laudato Si’ a las personas, ¿cómo sensibilizar frente a este tema del cuidado de la Casa Común?

R: La Iglesia católica nos ha ofrecido una larga tradición, pero creo que el método más efectivo siempre es el de ver la realidad, nosotros palpar lo que son estas consecuencias del cambio climático, lo estamos viendo ahora en América Latina, nos duele muchísimo ver las inundaciones, las sequías, la falta de agua, la falta de energía eléctrica, la escases de un conjunto de recursos y ver como cada vez se va explotando indiscriminadamente nuestras tierras. Así entonces, creo que lo importante es que primero una persona sepa ver en su realidad la situación socio ambiental que se está viviendo, botaderos de basura, plásticos, una cantidad de cosas que suceden y que repercuten en nuestra vida personal y comunitaria; luego el juzgar a la luz de nuestra fe, nuestra fe católica, lo que me dice la Biblia y la Doctrina Social de la Iglesia, esto nos ofrece muchísimos elementos que nos permiten saber que nuestro objetivo y nuestra misión es ser custodios de la creación, pero por otro lado que tengo que entrar a esta tierra no como dueña(o) sino como huésped, porque la tierra es de Dios. Una vez que hacemos el proceso de ver nuestra realidad y juzgarla a la luz del evangelio, tenemos que comprometernos con el actuar, entonces es desde las acciones que yo puedo realizar, desde lo pequeñito, desde lo local comprometerme con algo.

Acciones concretas

P: ¿Desde el movimiento qué se está haciendo en este aspecto?

R: Podemos hacer mucho, por ejemplo campañas de reciclaje, limpieza de cuencas hídricas, ríos, playas, hay muchísima formación, sensibilización que hacemos en las escuelas, colegios, universidades, hemos contribuido con la construcción de materias vinculadas con ecología integral para las universidades católica que sean como parte del pensum de todos los estudiantes, hemos hecho la campaña Laudato si’, tenemos una película muy bonita que hicimos con el Papa Francisco y con el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral que se llama “La Carta”, en ella se miran los clamores de los jóvenes, también lo que dicen los científicos, los indígenas, qué tienen que aportar y cómo vemos también ya refugiados climáticos, gente que está siendo afectada en su humanidad por esta situación, así que ofrecemos distintas herramientas para que puedan ser un aporte pedagógico.

Otra gran herramienta que la construimos con el Dicasterio es la plataforma Laudato Si’ justamente, lo que hace es medir la huella que cada persona está dejando en este planeta y después de hacer esa medición uno puede hacer un plan de acción Laudato Si’ con los 7 objetivos que propone la encíclica, uno puede mirar cómo cambiar y cómo dejar un planeta más sano para las generaciones futuras.

Así que hay muchas maneras de actuar y lo importante es primero saber que lo que me pasa, lo que le pasa al otro, también me va a pasar a mí, me está pasando o me puede pasar o me pasó, inundaciones, sequías, un conjunto de problemas pero además, algo que me gusta mucho es siempre hablar de la Laudato Si’ no solamente como una crisis ambiental, el Papa dice es una crisis socio ambiental, entonces cómo también estos descartados, esta cultura del descarte que tenemos refleja la situación socio ambiental que vivimos, cómo la pobreza va de la mano, cómo la desigualdad va de la mano de la situación climática, la migración, la situación de las mujeres, todo está atravesado, todo interligado, así que creo que hay que leer en esa clave de que lo social también es importante para entender lo ambiental y lo ambiental fundamental para entender lo social. Ver, juzgar, actuar.

Orar, reflexionar y actuar

P: Ustedes desde el Movimiento hablan del método de orar, reflexionar y actuar en el sentido de tomar conciencia del cuidado de la casa común. ¿En qué consiste esto?

R: Método ora. Creemos profundamente que no somos solamente unos activistas más, eso no es ambientalismo, esto es un convencimiento profundo de que nuestra fe, también nos está haciendo un llamado a escuchar el clamor de los pobres y el clamor de la tierra, entonces, pensando en eso la oración es fundamental, el saber que somos parte de una comunidad católica que cree profundamente, de que su espiritualidad está atravesada por el tema ecológico y que si nosotros vemos hay muchos signos bíblicos que hablan de eso, de cómo el paso de Dios por nuestras vidas no ha sido descontextualizado, ha estado aterrizado en un espacio concreto al que hay que cuidar y al del que hay que ser custodios, así que la oración aterrizada, contextualizada pero también reflexionada; reflexionar no individualmente sino de manera colectiva, organizada, articulada, pero no quedarnos ahí tampoco sino en el actuar, entonces es corazón de la oración, cabeza de alguna manera la reflexión y manos, las manos ya para ponernos a la obra, a buscar el cambio positivo en nuestros espacios, en nuestros contextos eclesiales, familiares, educativos pero también políticos, hay que exigirles a nuestras autoridades que tengan también decisiones fuertes de conservación y cuidado del medioambiente, entonces creo que para nosotros eso es importante, que no nos quedemos solamente en el corazoncito y en la cabeza sino también nos vayamos a las manos.

Paradigma tecnocrático

P: Se ha priorizado el crecimiento económico por encima del bienestar de los seres humanos y del mismo planeta. El Papa Francisco nos recuerda que hay que pensar en el desarrollo integral en armonía con nosotros mismos y con la naturaleza. ¿Qué decir al respecto?

R: Ahí nosotros estamos completamente alineados con lo que nos dice el Papa Francisco en la encíclica Laudato Si’, que nos habla del paradigma tecnocrático, es modelo, ese camino que nos han trazado, de que en realidad el progreso o el desarrollo es únicamente económico y creo que ahí es donde hay que problematizarlo como lo hace el Papa Francisco y dice este paradigma tecnocrático es el que nos está matando, todo este modelo que busca solamente el enriquecimiento de pocos a costa del sufrimiento de muchos y de la propia naturaleza. Ahí tenemos que tratar de construir un camino más integral, de ahí la ecología integral, esa gran propuesta del Papa Francisco de pensar que el desarrollo y el bienestar tiene que ser para todos los seres humanos, medioambiente, naturaleza, que todos construyamos un mundo donde quepan todos.

También creo que hay un llamado fuerte en la encíclica al dialogo social, que es donde todos los actores nos juntamos, nos sentamos en igualdad de condiciones, escuchando las distintas voces, pero fundamentalmente escuchando las voces de quienes no han tenido la posibilidad de hablar, los pueblos indígenas, que además tenemos mucho que aprender de ellos en términos del buen vivir, pero también los católicos tienen mucho que decir sobre esto y tienen que hacer valer la voz que tienen. La importancia de algún modo, es el poder de decisión que tienen los espacios católicos, hacerse valer para que eso se refleje en políticas, en espacios internacionales como las conferencias de las partes, de las COP que les decimos, es allí donde tiene que haber una voz católica para que no prime el interés político y el interés económico que tienen los gobiernos y muchas empresas, sino que también la fe pueda echar luz para que se construya la ecología integral.

Incidencia para generar cambios

P: ¿De qué forma el Movimiento Laudato Si’ está haciendo presencia en los escenarios de discusión y tomas de decisión sobre el cuidado de la casa común, haciendo incidencia?

R: La voz de la Iglesia es fundamental y debe tener un espacio, nosotros trabajamos en distintas áreas, pero para temas de incidencia creemos profundamente que toda la comunidad católica tiene que vincularse. Este esfuerzo de unión, de conjunción ha dado resultado en la CEILAC (Comisión de Ecología Integral de América latina y el Caribe), desde allí es desde donde hemos hecho la opción nosotros de hacer incidencia como movimiento Laudato Si’, junto con otras organizaciones eclesiales que trabajan ecología integral y es interesante esa pregunta porque en estos dos años van a pasar muchas cosas en términos de incidencia, tenemos el FOSPA que es el Foro Social Panamazónico, en junio tenemos la COP16 justamente en Cali, en octubre tenemos la COP29, parece que va a ser en Azerbaiyán y la COP30 en Belém (Brasil). También el próximo año se celebran los 800 años del cántico de las creaturas de San Francisco de Asís y el Movimiento de Laudato Si’ celebra sus 10 años de haberse creado.

Así que son muchos temas y lo que nosotros hemos pensado es que hay que hacer presencia en esos espacios, pero no como átomos, no como cosas separadas, sino en conjunto, una presencia de Iglesia colectiva, Queremos llegar todos juntitos, hermanados, somos de la misma Iglesia y en ese sentido queremos llegar con una propuesta con temas concretos como son: la desinversión en combustibles fósiles, no más inversión ilegal de los gobiernos, en extracción petrolera, pero tampoco minería. También que haya una transición energética justa. Está bien que caminemos hacia un cambio de energía que sea renovable, de acuerdo con eso, pero que sea justa con todos los territorios, que no lo hagamos a costa de otras personas que tienen que sufrir las consecuencias de esa transición.

Por otra parte, cada año mueren asesinados defensores de los derechos humanos, defensores del medioambiente, no queremos que eso siga sucediendo, queremos tener alternativas para el buen vivir, que sean escuchadas, que sean tomadas en cuenta en esos espacios de debate, pero que nuestra agua, nuestra tierra y nuestro territorio también sean defendidos, y con todos estos elementos poder tener una agenda de caminar en incidencia. A nivel global están estos eventos grandes, pero en lo concreto también tenemos que proponernos algo y nuestra propuesta colectiva es también apostar por construir eco-parroquias que desde lo pequeñito con unos pasos específicos el movimiento tiene una guía de eco-parroquias, estamos muy abiertos a compartirlas y desde ahí poder construir esa Iglesia sinodal, pero también una Iglesia ecológica.

Estar interligados para generar cambios

P: Bien, ahora pasemos al tema de este espacio en el que está participando en el Celam ¿Qué expectativas le ha planteado estar presente en el Encuentro de Procesos Pastorales del Ceprap?

R: Bueno para nosotros es un sueño primero poder estar en este espacio de muchísima diversidad, pero donde vemos por lo que hemos escuchado que el espíritu se va moviendo hacia un mismo lugar que es justamente el de encontrarnos, mirarnos qué tenemos en común y desde ahí construir esa ecología integral, vemos que la ecología es trasversal a todo lo que estamos trabajando, la ecología tiene que ver con mujeres porque hay un tema de cuidado, del cuidado de la creación, del cuidado de la persona que es además muy femenino todavía, debería ser también de los hombres pero sigue siendo muy femenino el cuidado, entonces tiene que ver con las mujeres.

Pero también, tiene que ver con la economía obviamente necesitamos cambiar este modelo económico para que sea mucho más equitativo y así podamos contribuir con el cuidado de la creación. Igualmente, tiene que ver con las pastorales afro, indígenas, familiar, porque ahí es donde se cuece un poco esta visión de cuidado, ya nos decía en la pastoral indígena, “nosotros por mucho tiempo hemos sido quienes custodiamos la creación”, entonces hay que nutrirnos de ellos y así uno va encontrando conexiones, hay conexiones con todo, así que esa idea, de que todo este interligado es fundamental.

Lo que esperamos sacar de este encuentro, es poder hacer concreto esos sueños de vinculación, de saber que podemos ser una comunidad católica que llega organizada con una sola voz y un solo posicionamiento que sea el cuidado y la defensa de la vida, de la ecología integral y en general de nuestras comunidades.

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