Con esta frase y otras tan alentadoras, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, invitó a los jóvenes que participaron de la marcha a que ofrecieran su testimonio en las calles, marcha que dio inicio a las celebraciones del Cuerpo y la Sangre de Cristo y que partió de la Plaza Miserere del Barrio de Once.
En este Corpus tuvieron un espacio muy importante también los niños que tomaron la Primera comunión en el 2023 y el 2024: fueron invitados especialmente a participar de esta Fiesta tan tradicional en Buenos Aires.
La misa se llevó a cabo en las escalinatas de la Catedral de Buenos Aires, fue presidida por el arzobispo García Cuerva, y concelebrada por el vicario general monseñor Gustavo Carrara, sus dos auxiliares monseñor Joaquín Sucunza y Alejandro Giorgi, y el obispo emérito monseñor José Luis Mollaghan, y más de 60 sacerdotes de la arquidiócesis.
Gracias por las frazadas
“Quiero agradecer enormemente a todos por el gesto solidario de las frazadas. Sabemos que en nuestra ciudad hay muchos hermanos que no la están pasando bien. Hermanos que están en la calle y la calle no es un lugar para vivir. Por eso, en cada frazada pensamos en el hermano que necesita. En cada frazada también denunciamos que hay muchos que la están pasando mal y necesitan de la atención del Estado y de la atención de todos. Y en la frazada también queremos compartir con aquel hermano su momento de dolor y decirle que no está solo. Así que gracias a todos los que han traído la frazada”, dijo el arzobispo porteño resaltando el gesto solidario propuesto este año para esta festividad.
No cristianos quejosos; sí, alegres
En su homilía, monseñor García Cuerva recordó con fuerza y varias veces durante su alocución el lema de este año: Eucaristía, la alegría de la mesa compartida, “una comida que nos hace hermanos, una comida que nos reúne en torno a la mesa de la comunidad. No es una comida para pocos; Cristo quiere sentarnos a todos y que celebremos juntos la alegría de ser hermanos, todos hijos del Padre; la alegría profunda del corazón, la alegría de tener la certeza de que Dios nos ama y entregó su vida por amor a cada uno de nosotros, porque para Él todos somos importantes. Es la alegría de que con su resurrección, Jesús venció a la muerte para siempre, la alegría de sabernos familia y hermanos con quienes podemos compartir, momentos felices para que se multipliquen, y momentos dolorosos para hacerlos más llevaderos”.
“Nos llevamos entonces el enorme compromiso de hacer realidad el lema de este año: Eucaristía: la alegría de la mesa compartida. Hacer realidad la alegría, no ser cristianos protestones, quejosos y apesadumbrados, porque como digo en la carta pastoral, es fundamental renovarnos en la alegría de la fe que nos libera de la queja constante, de la desesperanza y del desaliento, evitando transformarnos en profetas de calamidades, en testigos ‘mala onda’ que sólo desparraman pánico y angustia”, animó.
E invitó a la ciudad toda a “la mesa de la fraternidad y de la justicia celebrando unidos esta Eucaristía preparada con el compromiso de todos, porque queremos hacer de nuestra sociedad una mesa con lugar para todos, y de la ciudad, una mesa familiar, donde, al mirarnos nos demos cuenta si falta alguien, y salgamos a su encuentro como hermanos”.
Al final citó al Papa Francisco: “La Eucaristía, fuente de amor para la vida de la Iglesia, es escuela de caridad y solidaridad. Quien se nutre del Pan de Cristo no puede quedar indiferente ante los que no tienen el pan cotidiano. Y hoy, lo sabemos, este es un problema cada vez más grave”. (Tomado del Ángelus, Ciudad del Vaticano, 7 de junio 2015)
Alrededor de la Plaza
Al terminar la celebración de la Santa Misa, los fieles se encolumnaron detrás del Santísimo Sacramento y recorrieron a pie la Plaza de Mayo.
Noche de la caridad con todas las parroquias porteñas
Luego de cantar el Himno Nacional Argentino, el padre Gastón “Tonga” Colombres, párroco de Villa 15-Ciudad Oculta, compartió una invitación: “Les comparto que este martes 4 de junio a las 19.30 acá en la Catedral vamos a hacer un encuentro con todas las parroquias que tenemos algún tipo de acompañamiento con la gente que vive en la calle, unido a esta celebración del Corpus donde queremos que nadie quede afuera de la mesa donde todos encuentren en la Iglesia un lugar que los abraza, que les da el calor de la familia, seguramente ya les llegó la invitación.
”Y no solo los que tienen Noche de la Caridad, sino donde haya un comedor, un desayunador, una ducha, un roperito… algo, algún espacio donde recibimos y abrazamos a aquel que está hoy en la calle, para conocernos un poco más, para renovar nuestro trabajo y seguir adelante sabiendo que es una realidad que hoy nos toca en nuestra ciudad y hoy la acompañamos y abrazamos como Iglesia”.
Agradecemos la colaboración de Iván y Norma por compartir sus fotos y videos.
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