El Papa Francisco expresó sus condolencias por el deceso del arzobispo emérito de San José, en Costa Rica, monseñor Hugo Barrantes Ureña, quien falleció el pasado sábado 28 de septiembre a la edad de 88 años.
A través del secretario de Estado, cardenal Pietro Parolín, el obispo de Roma envió un mensaje de cercanía a la Iglesia católica de Costa Rica, a la arquidiócesis de San José y a los familiares del arzobispo fallecido.
«Abnegado pastor»
En la misiva, el Pontífice destaca la labor pastoral de monseñor Barrantes, y lo recuerda como un «abnegado pastor» que demostró su amor al pueblo de Dios a través de su entrega generosa y fiel a la misión pastoral.
Francisco encomendó el alma del monseñor Barrantes a la intercesión de la Virgen María, Reina de los Ángeles, e impartió su bendición apostólica como signo de fe y esperanza en Cristo resucitado.
Celam: Fiel testimonio de amor a la Iglesia
Sumado a este saludo, las directivas del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), expresaron igualmente sus sentimientos de pesar por la partida de este hermano en el episcopado.
«Confiamos en que el testimonio de su dedicación, en cuerpo y alma, a la causa del Evangelio y su profundo amor a la Iglesia a la que sirvió con ejemplar entrega sean mirados con benevolencia por Dios y esté gozando de la bienaventuranza del cielo», señalan los directivos.
La carta fue firmada por monseñor Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre, Brasil y presidente del Celam y monseñor Lizardo Estrada Herrera, obispo auxiliar del Cusco, Perú y secretario general del Celam.
La noticia del fallecimiento, la dio a conocer la arquidiócesis de San José, a través de un comunicado, donde informaban que luego de una enfermedad el prelado había fallecido. Así mismo, destacaban la figura del obispo quien dicen fue reconocido como una persona entregada y de gran compromiso con la comunidad y en su gestión pastoral.
Sobre monseñor Hugo Barrantes Ureña
Nació en 1948 y se formó en el Seminario Nacional de San José. Allí desarrolló su base teológica y pastoral. En 1973 se ordenó sacerdote y ocupó diversos cargos dentro de la jerarquía eclesiástica.
Entre 1962 y 1964 realizó estudios superiores en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma, obteniendo la Licenciatura en Derecho Canónico. Posteriormente, entre 1964 y 1965, prosiguió sus estudios en el Instituto “Lumen Vitae” en Bruselas, Bélgica, donde obtuvo un diplomado en catequesis de adultos.
El 17 de abril de 1998, con 61 años y casi 11 meses de edad, fue nombrado por el Papa san Juan Pablo II como primer Obispo de la naciente Diócesis de Puntarenas. El 13 de julio del 2002, san Juan Pablo II lo nombró sexto arzobispo metropolitano de San José.
Monseñor Barrantes fue conocido por su defensa de los derechos humanos y su apoyo a las comunidades vulnerables. Trabajó incansablemente en programas que abordaban temas como la pobreza, la educación y la salud.
Su enfoque pastoral siempre estuvo alineado con las enseñanzas del Evangelio, promoviendo la justicia social y el respeto por la dignidad humana. Barrantes promovió el diálogo interreligioso que también le ha valió el respeto de líderes de diferentes confesiones.
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