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José Luis Azuaje: «El Papa nos invitó a buscar la novedad con valentía»

Una semana de trabajo intenso en el sínodo cerró para los miembros de la presidencia del Celam con una audiencia privada con el Papa Francisco este 18 de octubre. Una oportunidad para dialogar, compartir proyecciones y avances de diversos procesos relacionados con la misión del organismo de comunión episcopal. Detalles que compartió Mons. José Luis Azuaje primer vicepresidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño.

¿Cómo vivió este encuentro con el Papa Francisco que se desarrolla en el contexto de la segunda fase del sínodo…Cuáles fueron los principales temas de la agenda?

Fue una conversación muy amena, el Papa se identifica mucho con América Latina y más aún con el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño del que hizo parte en su tiempo como arzobispo de Buenos Aires, por lo que la cercanía se siente.

En la agenda de la reunión hubo distintos temas, el primero fue el agradecimiento del Santo Padre por un bonito video que el personal del Celam le envió y donde le manifiestan su adhesión, alegría, gozo y apoyo en la oración, frente al momento que vive la Iglesia y la realización de la segunda sesión del sínodo.

Un año celebrativo

Igualmente, abordamos temas de vital importancia para nosotros como Consejo Episcopal Latinoamericano, sobre las perspectivas de lo que será el trabajo postsinodal, porque consideramos que esto implicará una movilización de todas las conferencias episcopales del continente. Especialmente, cuando esté promulgado algún documento postsinodal del que será necesario apropiarse en función de lo que serán las novedades que en esta semana del sínodo vamos a dialogar, concertar y aprobar.

Igualmente, pudimos compartir con el Papa que nuestra mirada está puesta en la conmemoración de lo que será en 2025, el aniversario de los 70 años de la primera conferencia general del Episcopado Latinoamericano y Caribeño efectuada en Río de Janeiro. Acontecimiento de gran importancia en la historia de la Iglesia continental que implica también la creación del Celam.

Así, compartimos con el Papa toda la bondad que Dios a través de este organismo, ha sembrado en América Latina durante siete décadas de existencia, haciendo diversos aportes desde la reflexión teológica y pastoral, el acompañamiento a los episcopados y la comunión eclesial. Un aniversario que se inserta en las celebraciones del jubileo de la misericordia y la esperanza.

Acontecimiento al que deseamos contribuir directamente desde diversos ámbitos eclesiales, favoreciendo una preparación que ayude a vivir este momento y sobre todo, ayudando a forjar lo que es la vida y la esperanza para un pueblo que sufre, como es el caso de nuestro pueblo latinoamericano. También quisimos conversar con el Santo Padre sobre esta hermosa propuesta que iniciamos hace poco en Luxemburgo y concierne a las iglesias del sur sur, es decir, América Latina a través del Celam, estrechando sus lazos con organismos homólogos en Asia y África.

Rumbo a la COP 30

Camino que se inició en dos líneas. Una de ellas es el trabajo sinodal propicio para la vida de nuestros pueblos y la preparación de la COP 30 que implica la conciencia sobre el cuidado de la creación, la casa común a la que tanto nos ha llamado el Papa. Son procesos que se están trabajando a través de distintas iniciativas, una de ellas es la ruta Laudate Deum. Acciones que pueden generar un proceso de sinodalidad en sintonía con las experiencias de las iglesias de esta parte del mundo.

Un camino que desea continuarse con distintas, propuestas y proyectos que fortalezcan nuestro sentido de comunión. De la misma forma le planteamos nuestro deseo de adherir a la propuesta de un proceso de descentralización que en el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño impulsaría en 2025, un trabajo desde las cuatro regiones de América Latina que sabemos corresponden al cono sur, los países bolivarianos, Centroamérica y México o como se le conoce la región Camex y la del Caribe.

Se trata de un trabajo conjunto que se gestará en cada una de las Conferencias Episcopales y extendería a otros ámbitos. Así le transmitimos lo que nosotros queremos lograr en función del futuro cercano. Iniciativas ante las que el Papa nos invitó a seguir adelante siempre buscando la novedad con valentía y sobre todo con mucha confianza en el Espíritu Santo, para que sirva a la vida de las personas, más aún para alentar desde la acción una verdadera renovación en la iglesia.

 

¿Cómo estaría organizado el trabajo regional?

Se trata de organizar cuatro encuentros en el mes de febrero y marzo en las diferentes regiones en las que estarían presentes los secretarios generales además de las personas que ellos designen y quienes consideran tienen perspectivas de futuro respecto a ciertas temáticas. Hemos observado que en las regiones tenemos puntos en común, pero también hay mucha diversidad, por ende esos puntos comunes son fáciles trabajarlos.

La diversidad o características propias hemos visto en el sínodo que representan riqueza cultural, algo muy propio de los diferentes contextos. Esto es bueno saberlo y conocerlo porque el Evangelio tiene que enraizarse en cada una de estas culturas y en cada uno. Por eso, hablamos de un proceso de descentralización

Estamos en camino

¿De acuerdo con la misión del Celam cómo han pensado en la fase postsinodal?

En América Latina hemos tenido una experiencia muy hermosa de sinodalidad como es el caso de la primera asamblea eclesial del continente y desde el inicio hemos visto que hay tres elementos que son fundamentales en la sinodalidad, como es la escucha del pueblo de Dios, el discernimiento desde las diferentes instancias de la Iglesia y la toma de decisiones que tiene que ver con los dos anteriores pasos y por ende, todo este proceso de renovación y las nuevas perspectivas que surjan.

Considero que ese proceso debemos estudiarlo, conocer bien los objetivos el Instrumentum laboris, un documento que todavía está vigente, luego vendrá el documento que salga del sínodo y si el Papa también quiere como sucedió con “Querida amazonia” promulgará un documento postsinodal.

Esto llevará un tiempo para discernir y saber qué es lo que el Espíritu Santo quiere y está pidiendo a cada una de las iglesias en América latina, para proponer desde allí que hablemos no solo desde las Conferencias Episcopales sino también desde las organizaciones eclesiales para abrirse al compás de todo el dinamismo del pueblo de Dios.

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Todos somos importantes

El Papa envió un mensaje a los trabajadores del Celam… Hablemos sobre su contenido que bien puede extenderse a todas las personas que prestan sus servicios en las obras de la Iglesia…

Pienso que el mensaje del Papa se puede sintetizar en que todos somos importantes y necesarios en el trabajo de la iglesia. Desde el más humilde trabajador quien por ejemplo, arregla un salón para que haya una gran clase o la entrada de un gran pensador.

Todos somos necesarios esto es lo que quiere decir el Papa y son muchas las personas que como él dice están en la retaguardia. Nunca se ven, nunca salen en las redes, pero hacen su trabajo diario y no podríamos lograr todo lo que se ve, sin la ayuda de quienes están detrás de nosotros. Todos somos necesarios en la viña del Señor. Por eso, es bonito comprender y asumir el hecho de la sinodalidad porque desde lo fundamental nos invita a enraizarnos, comprendiendo que todos podemos ser hermanos entendiendo que todos tenemos algo que aportar a la construcción de la Iglesia.


 

 

 

 

 

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