El padre Moacir Goulart de Figueredo, de la congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón (M.S.C.), ha sido recientemente designado como Vicario Apostólico de San Miguel de Sucumbíos, en la Amazonía ecuatoriana. Proveniente de la Provincia de Curitiba, Brasil, donde hasta ahora se desempeñaba como Superior Provincial, el padre Moacir se prepara para asumir esta misión con gratitud y compromiso hacia la comunidad ecuatoriana, a la que ya había servido en el pasado.
En un mensaje dirigido a los fieles ecuatorianos, el padre Moacir expresó su agradecimiento por las muestras de bienvenida que ha recibido y recordó su compromiso con la misión encomendada desde la Mata Atlántica, donde se encuentra realizando un retiro con su comunidad: “Saludar a los ecuatorianos e invitarles hacer conmigo este paso a la Mata amazónica, en Ecuador, Sucumbíos, para cumplir la misión que la Iglesia me pide”.
Desde Curitiba, el electo monseñor Moacir dijo que no se siente solo en esta nueva misión, ya que lleva consigo las experiencias, la fe y la esperanza compartidas con la comunidad ecuatoriana a lo largo de los años: “No voy solito, voy a nombre de todos ustedes, que también siempre compartieron la vida, la fe y la esperanza conmigo en Ecuador”, expresó en su mensaje.
Que el Reino de Dios pueda crecer en medio de los pueblos de Amazonía
“Gracias por su mensaje, gracias por su aporte, y no duden nunca de seguir rezando y rezando mucho para que el Reino de Dios pueda crecer en medio de los pueblos de Amazonía”, señala el padre Moacir.
También, manifestó su deseo como Vicario de Sucumbíos: “Que la Iglesia pueda ser siempre esta madre que sale al encuentro de los suyos, así como nos pide el Papa Francisco, y también esta madre que va al encuentro de todos los que necesitan una palabra de esperanza, de fraternidad para sanar y curar las heridas del mundo, o por qué no, también las heridas ecológicas de la Amazonía”.
El padre Moacir estuvo como misionero en Ecuador, donde sirvió en distintos roles y proyectos. Desde 1996 hasta el 2001 fue misionero y vicario parroquial en Chunchi, en la provincia de Chimborazo, y luego, entre 2007 y 2016, desempeñó labores como formador de los futuros Misioneros del Sagrado Corazón y vicario parroquial en Quito.
Fue además asesor de la Conferencia Ecuatoriana de Religiosos (CER) y director arquidiocesano de las Obras Misionales Pontificias entre 2010 y 2015, así como secretario ejecutivo del Centro Misionero Nacional (CEMINA) de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (2015-2018). Hasta 2022, también lideró la Parroquia Buen Pastor en Turubamba, Quito.
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