ADN Celam

Historia de los Congresos Americanos Misioneros, 47 años de “vanguardia sinodal”

A pocos días de iniciar el sexto Congreso Americano Misionero (CAM) en Puerto Rico, que por primera vez tiene con un país de la región Caribe como sede, ADN Celam presenta una línea del tiempo y evolución de uno de los eventos más grandes de la Iglesia en el continente.

Son 47 años de esta iniciativa que se ha constituído en un hito para marcar la conciencia misionera de las Iglesias particulares de América Latina y el Caribe, puesto que ha sido “vanguardia sinodal” al incorporar a todas las vocaciones: laicado, clero y vida religiosa.

Sin duda, los CAM siguen siendo el dinamo que asume todas las dimensiones de la vida pastoral. Se han convertido en un espacio para la reflexión, celebración y renovación del compromiso misionero.

Además han dejado una huella significativa en la Iglesia en América, fortaleciendo su identidad misionera y promoviendo una mayor conciencia de la responsabilidad de todos los bautizados en la evangelización.

Han generado un impacto duradero en la formación de agentes pastorales, la promoción de la comunión eclesial y la respuesta a los desafíos pastorales del continente.

¿Qué son los CAM?

Los CAM se pensaron como un espacio de reunión con invitados especiales. Se establece un tema para intercambiar informaciones, conocimientos y experiencias, presentar avances, identificar problemas, proyectar y tomar decisiones vinculantes en la misión de la Iglesia.

Son organizados por las Comisiones Episcopales de Misiones (CEM) y las Direcciones Nacionales y Diocesanas de las OMP (Obras Misionales Pontificias), invitando a todo el pueblo de Dios a participar.

Entre sus objetivos se encuentran: Anunciar a Cristo, vida y esperanza de la humanidad. Profundizar en la dimensión misionera de la fe y asumir la responsabilidad misionera ad gentes (a las naciones o hacia la gente).

Además tienen como eje central proponer actividades misioneras a nivel continental, celebrar el envío de misioneros ad gentes, promover la animación, formación y organización misioneras como también participar en la celebración del ardor misionero, la religiosidad del pueblo y la vida de los mártires.

Torreón, la cuna del COMLA (1977)

Fue en Torreón, estado de Coahuila de Zaragoza, al noreste de México, la cuna de los CAM, cuando en 1977 se realizó el primer Congreso. Es que en este país yatenían la experiencia de haber organizado 6 congresos nacionales.

Es así como el 7.° Congreso nacional también se convirtió en el 1er Congreso Misionero Latinoamericano (COMLA), bajo el tema ‘La Iglesia, sacramento universal de salvación’ y el lema ‘Salvación universal, compromiso de México’.

Estuvo centrado en la exhortación apostólica “Evangelii Nuntiandi”, del papa [san] Pablo VI que versaba trata de la evangelización en el mundo actual, fechada el 8 de diciembre de 1975.

Tlaxcala, en homenaje a María (1983)

Pasados 6 años, México repitió como sede, esta vez en Tlaxcala, estado al este del país. De este modo, llega COMLA 2 con el tema ‘La Iglesia Misionera, respuesta delhombre de hoy: responsabilidad misionera en y desde América Latina’ y bajo el lema que reunió a los participantes fue: «Con María, misioneros de Cristo».

Aquí los organizadores apuntaron a dos objetivos: incrementar la animación misionera en las Iglesias particulares en coordinación con la Iglesia universal y establecer la misión Ad Gentes como una condición vital para la vida de la Iglesia.

A partir del COMLA 2 se crea el primer Centro latinoamericano misionero y se establece celebrar este evento cada cuatro años.

Colombia, la hora de ser evangelizadores (1987)

Colombia acogió en su capital Bogotá la tercera edición del COMLA en 1987, bajo el tema ‘América quiere compartir su fe’ y con el lema ‘América, llegó tu hora de ser evangelizadora’.

Sus organizadores querían en ese entonces “impulsar a las Iglesias particulares a ir más allá de sus fronteras”, basándose en el n.368 del Documento conclusivo de la Conferencia general del Episcopado de Puebla (1979)

Así pues establecieron nuevos derroteros sobre el papel de las Iglesias locales en la misión Ad Gentes de pobre a pobre. También se plantearon una serie de recomendaciones misioneras breves y precisas a los diversos sectores del pueblo de Dios para dar madurez misionera a la Iglesia Latinoamericana y tener identidad propia.

Perú, antesala a los 500 años de evangelización (1991)

El 4.° Congreso Misionero Latinoamericano se realizó en Lima, capital de Perú, en 1991. Sin duda, sirvió de antesala a la IV Conferencia general del Episcopado en Santo Domingo (1992) y a los 500 años de la evangelización. El tema de esta edición fue “La Iglesia de América Latina ante los desafíos pastorales de la Nueva Evangelización en el tercer milenio”.

Mientras que el lema adoptado fue “América Latina, desde tu fe, envía misioneros”. Durante este congreso se aprovechó la carta encíclica del Papa [san] Juan Pablo II, Redemptoris Missio, publicada en 1990, que trata sobre la urgencia de la actividad misionera en estos tiempos.

Brasil: venir, ver y anunciar (1995)

Belo Horizonte, ciudad del sureste de Brasil, capital del estado de Minas Gerais, acogió el 5.° COMLA en 1995, bajo el tema “El Evangelio en las culturas, camino de vida y esperanza” con el lema “Vengan, vean y anuncien”.

En esta ocasión buscaron profundizar en la responsabilidad misionera de las Iglesias locales a la luz de la opción fundamental por los pobres. Es así como se ponen en el foco los temas de las culturas indígenas y afroamericanas.

También tuvo especial atención la cultura moderna, especialmente concentrada en las grandes ciudades con sus cordones de pobreza, descarte y exclusión; todo ello, a la luz de la misión universal.

Argentina, un congreso para todas las Américas (1999)

Paraná, en la provincia Entre Ríos, noreste de Argentina, entre los ríos Paraná y Uruguay, fue la sede del 6.° COMLA y el inicio de lo que hasta hoy se conoce como Congreso Misionero Americano (CAM).

Este cambio de nombre se dio luego de la petición del Papa Juan Pablo II de incorporar a los episcopados de Canadá y Estados Unidos para expandir los esfuerzos misioneros en todo el continente.

El tema fue “Cristo, vida y esperanza para todos los pueblos”, adoptando el lema “América, con Cristo, sal de tu tierra”.

Guatemala, el Evangelio de la vida (2002)

Bajo el tema “Anunciar el Evangelio de la vida”, Guatemala recibió la estafeta para celebrar la 2.ª edición del CAM en 2002. El país centroamericano adoptó el lema “Iglesia en América: Tu vida es misión”.

Sus organizadores se propusieron a vivir este CAM desde la pequeñez, la pobreza y el martirio. Lo estructuraron en tres perspectivas: la comunión, la misión, y el testimonio.

Aún cuando fue en Guatemala, la preparación de este CAM estuvo a cargo de la Iglesia en Centroamérica. Establecieron el objetivo de animar la vida de las Iglesias particulares del Continente para que, desde su experiencia evangelizadora, asuman responsable y solidariamente el compromiso de la misión Ad Gentes.

Ecuador, a tono con Aparecida (2008)

El tercer CAM se fue a la mitad del mundo en 2008. Es así como Quito, capital de Ecuador, se convirtió en sede de este importante evento. El Documento final de Aparecida (2007) estaba reciente, por eso el tema fue cónsono con esta Conferencia general del episcopado: “Discípulos y Misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida”.

Recordar el pentecostés – fue otra apuesta de esta edición – para que desde la experiencia del discipulado se pusieran en “estado de misión” e impulsar la Nueva Evangelización y la Misión Ad Gentes.

América, con Cristo: escucha, aprende y anuncia”, fue el lema adoptado en el CAM, mientras que en su declaración final han asegurado que “la creciente conciencia misionera de nuestras Iglesias locales nos ha motivado a contemplar el futuro y la presencia de Dios, los dones y carismas en nuestros pueblos, a escuchar sus necesidades, esperanzas y su profunda experiencia de Fe”.

Venezuela, puentes con gobiernos y sociedad (2013)

Venezuela organizó el cuarto CAM en Maracaibo, segunda ciudad, al occidente del país, capital del estado de Zulia, en 2013. Aquí el tema propuesto fue “Discípulos misioneros de Jesucristo desde América, en un mundo secularizado y pluricultural”.

El lema de esta cuarta edición fue “América misionera: comparte tu fe” y su objetivo general fue “acrecentar en las iglesias particulares de América el compromiso misionero para responder a los desafíos de la misión ad gentes, en un mundo pluricultural y secularizado”.

Este CAM 4 hizo un fuerte llamado a toda la Iglesia para establecer puentes de diálogo y respeto con los gobernantes y sociedades para “abogar e incidir por el desarrollo humano”.

Para ello, instaron a priorizar la formación de todas las estructuras eclesiales y sociales, que permitiera emprender “ese espíritu del nuevo misionar”, mediante un cambio de actitud y mentalidad en todas las estructuras humanas.

Bolivia, la alegría de anunciar el Evangelio (2018)

El quinto – y antepenúltimo – CAM fue en Santa Cruz de la Sierra, en los llanos orientales de Bolivia, a orillas del río Piraí, en 2018. Adoptaron el lema “América en Misión, el Evangelio es Alegría”.

Han pasado 5 años del pontificado del Papa Francisco, por eso, buscan reavivar la llama del discipulado misionero y rescatar esa forma particular de Bergoglio de ser Iglesia hospital de campaña, que derriba muros y construye puentes.

De ahí que el tema propuesto para esta justa fue “La alegría del Evangelio, corazón de la misión profética, fuente de reconciliación y comunión”. El Cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, fue el delegado del Papa. Presidió la misa inaugural en la Catedral Metropolitana de San Lorenzo en Santa Cruz.

El objetivo de este CAM 5 fue fortalecer la identidad y el compromiso misionero Ad Gentes de la Iglesia en las Américas, para anunciar la alegría del Evangelio a todos los pueblos, con particular atención a las periferias del mundo de hoy y al servicio de una sociedad más justa, solidaria y fraterna.


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