Desde su reciente toma de posesión como VI Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, en Venezuela, monseñor Lisandro Rivas ha iniciado un recorrido pastoral cargado de fe y cercanía con las comunidades. Estas celebraciones marcan el inicio de una etapa llena de esperanza, amor y promoción de valores cristianos en esta diócesis centenaria.
Un mensaje de vida
En la madrugada del 19 de diciembre, Mons. Lisandro Rivas presidía la Santa Misa de Aguinaldo en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, en la ciudad de San Cristóbal. Fue recibido por Mons. Luis Humberto Urbina y una entusiasta feligresía que lo aclamó con aplausos y ondeo de banderas.
La ceremonia comenzó con el himno pontificio y la entrega simbólica de las llaves del templo al Obispo. El grupo de danzas del Instituto Sagrado Corazón ofrecía una representación cultural, antes de que Mons. Rivas ingresara al templo bendiciendo a los presentes. En su homilía, resaltó a la familia como fuente de vida y como el pilar fundamental de la sociedad, instando a la comunidad a educar a los niños y valorar a los mayores.
El 18 de diciembre por la noche, visitó la Parroquia San Pedro de Capacho, donde concelebró la Eucaristía junto a los sacerdotes Jesús Campo y Renato Cortéz. En su mensaje, el Obispo habló sobre la generosidad en la Navidad, un tiempo propicio para manifestar el amor de Dios a través del servicio y la acogida.
El padre Campo agradeció la visita y entregó al Obispo un obsequio especial: una chaqueta del Deportivo Táchira, en muestra de afecto y cercanía.
“No temas, estoy contigo”
En la madrugada del mismo 18 de diciembre, la Parroquia San Miguel Arcángel en Barrancas recibió a Mons. Rivas entre villancicos y morteros. En su homilía, el Obispo llamó a mantener la confianza en el Señor, recordando las palabras del Evangelio: “No temas, estoy contigo”. La comunidad, caracterizada por su fe viva, mostró su gratitud con obsequios y expresiones de cariño.
El 17 de diciembre, en la Parroquia El Señor de los Milagros, Mons. Rivas remarcó el valor de la familia como don de Dios. Instó a los fieles a compartir en estas fiestas y a recordar la importancia de la bendición como un signo de amor y protección divina.
El recorrido de las fiestas de Aguinaldo comenzó el 16 de diciembre en la Parroquia El Sagrario Catedral. Durante su homilía, Mons. Rivas manifestó que la Virgen María es modelo de espera y amor. Este primer encuentro marcó el inicio de los días litúrgicos de preparación para la Navidad.
Una misión marcada por el Buen Pastor
La reciente toma de posesión de Mons. Lisandro Rivas como Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, el 14 de diciembre, estuvo enmarcada por un mensaje de entrega y servicio: “El Señor vino para que todos tengan vida”. Este llamado a ser discípulos misioneros y anunciadores de la Buena Noticia refleja el compromiso del nuevo pastor con su feligresía.
La diócesis, que celebra su segundo centenario, cuenta con más de 100 parroquias y un clero comprometido. El obispo Rivas ha manifestado su deseo de ser un “padre y pastor” cercano a los más necesitados, siguiendo el legado de sus predecesores. Su peregrinación pastoral en estas Misas de Aguinaldo es un testimonio vivo de su cercanía, cariño y entrega a las periferias y la promoción del Evangelio.
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