En la Casa Diocesana del Vicariato Apostólico San Miguel de Sucumbíos, en la Amazonía ecuatoriana, monseñor Moacir Goulart de Figueredo se presenta oficialmente como el nuevo Vicario Apostólico de esta jurisdicción, designado por el Papa Francisco. En una entrevista para Radio Sucumbios el nuevo obispo expresó su agradecimiento por la oportunidad de servir a las comunidades de San Miguel de Sucumbíos, motivado a continuar la labor pastoral y misionera que ha sido característica de la Iglesia en la región.
Un peregrino de la esperanza
Monseñor Moacir Goulart, llega desde Brasil y cuenta con una vasta experiencia en la pastoral misionera. “Ya tenía noción en dónde era San Miguel de Sucumbios y cuando me hablaron yo dije, sí, estoy disponible para ir a la Amazonía y creo que como misionero es algo muy bueno”, compartió el obispo, remarcando su deseo de conocer más de cerca las realidades locales y el trabajo realizado por las comunidades parroquiales y equipos pastorales.
El prelado comentó sobre su experiencia previa en Ecuador, donde trabajó en Quito, recordando cómo su presencia en la periferia de Quito por 15 años, le permitió conocer y fortalecer la pastoral misionera: “Ya habíamos asumido el lema de peregrinos de esperanza, porque lo que pensábamos como misionero era que a ejemplo de Jesús debemos pasar haciendo el bien y llevando esperanza por donde andamos”.
Invitó a todos los fieles a acompañarlo en su ordenación episcopal el próximo 8 de enero en la Catedral Virgen del Cisne, un acto que simbolizará el inicio de su ministerio como Vicario Apostólico. “Siempre hablamos de misiones, hay una Iglesia que envía, hay una Iglesia que recibe, y como estamos en un vicariato que es bien misionero, creo que es muy importante que esta Iglesia pueda también florecer y un día también, enviar misioneros a otros lugares que necesitan”, expresó, dando a conocer su deseo de Evangelizar en la Amazonía.
Renovar la esperanza con alegría
En su mensaje, monseñor Moacir, invita a los fieles a renovar la esperanza en este tiempo de Navidad. Recuerda que la reconciliación, especialmente en el ámbito familiar, es una forma de preparar el corazón para la venida del Niño Jesús: “El pueblo latinoamericano vive de esperanza y con esperanza siempre… que este sea el tiempo para podernos renovar entre todos nosotros esta fuente de esperanza que siempre viene de Dios”.
“Ese tiempo de Navidad, un tiempo muy profundo de fraternidad”, afirmó el obispo, pidiendo no dejar espacio para la violencia y, por el contrario, incentivar la cultura religiosa, la cultura de amistad, la cultura del buen trato, “porque así vamos generando siempre un país mejor, una sociedad mejor y, sobre todo, la fraternidad” remarcó el monseñor. Además, recordó las sabias palabras de Madre Teresa de Calcuta: “La paz comienza con una sonrisa”.
Al concluir Mons. Moacir Goulart pidió vivir este tiempo como una oportunidad para fortalecer los lazos comunitarios y profundizar en la fe: “Lo que esperamos es esto: una sonrisa, un abrazo, una alegría, una fiesta y una feliz Navidad y un buen año nuevo para todas las personas. Que sea realmente un tiempo de paz, de alegría, de reconciliación y de recomenzar el año de 2025, el año de la gracia del Señor, que nos convoca a toda la Iglesia; pidiendo realmente que sea un tiempo de muchas bendiciones y de mucha gracia para todo el vicariato y para todo el mundo”.
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