Al recordar misterio de Belén, los obispos de Costa Rica invitaron a contemplar la humildad y el amor infinito de Dios, que quiso hacerse uno con nosotros, naciendo en la sencillez de un pesebre para ofrecernos la paz y la salvación.
“La luz de Cristo siempre brilla, se encarna en la fragilidad humana para redimirnos, aunque la oscuridad pueda rodearnos” observan en su mensaje, recordando la fidelidad divina y el cumplimiento de la promesa de salvación.
Asimismo, hacen ver que el gesto del Niño Jesús en Belén simboliza la cercanía de Dios con la humanidad, una cercanía que cambia la historia y la vida de las personas con su luz y ternura.
Un llamado a la esperanza en medio de los desafíos
Aseguran que la Navidad debe ser más que una celebración. Esta, aseguran es un llamado a renovar la esperanza, de manera especial en un mundo que sigue herido por las divisiones, injusticias y falta de sentido. Es por ello que el mensaje resalta que «el amor siempre tiene la última palabra», por lo que invita a todos los costarricenses a convertirse en artesanos de paz y promotores de la reconciliación, anunciando con alegría el Evangelio.
Un compromiso con la reconciliación y el servicio
Los prelados exhortan a vivir la Navidad con un corazón flexible y dispuesto a perdonar. Sugieren que este tiempo, sea la ocasión propicia para dar testimonio de fe, sirviendo al más necesitado, perdonando y sanando heridas que puedan estar abiertas. “Que, a través de nosotros, la luz de Cristo llegue a los hogares, a las familias, a todos los ámbitos más necesitados de su amor”.
La apertura del Jubileo 2025
El mensaje también incluye una palabra a cerca del próximo Jubileo 2025, que iniciará el próximo 24 de diciembre con el rito de apertura de la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro en el Vaticano. A este respecto, los Obispos de Costa Rica señalan que este evento lo replicarán todas las jurisdicciones eclesiásticas del país, el domingo siguiente, en la solemnidad de la Sagrada Familia.
Los obispos, aseguran su oración y cercanía pastoral en estas festividades a todas las familias, deseando al pueblo costarricense una santa Navidad. “Que el Niño Jesús colme sus corazones de alegría y sus hogares de bendiciones con la inspiración de la Sagrada Familia de Nazaret”.
“Hagamos espacio en el silencio de nuestro corazón para encontrarnos con Cristo, nacido en Belén. Dejemos que ilumine cada rincón de nuestras vidas. Acojámoslo para ser, desde Él, peregrinos de esperanza para nuestro pueblo”, concluyen los obispos.
MensajeNavidad-Costa-Rica
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