ADN Celam

Las redes más representativas de los diversos niveles de la educación católica en América Latina y el Caribe, se reúnen del 29 al 31 de agosto en la sede del Celam. Tejer en comunión una red de redes educativas y de carácter eclesial que fortalezcan el compromiso con el Pacto Educativo Global; es el objetivo. La labor evangelizadora de la Iglesia tiene en cada una de estas redes educativas un pilar fundamental al que todos desean aportar.

La agenda

Durante los próximos tres días los asistentes compartirán el camino hecho por cada una de las redes para implementar el Pacto Educativo Global, el trabajo de las Conferencias Episcopales al respecto y las propuestas de líneas de acción conjunta. Igualmente se presentará la línea de investigación propuesta por la Congregación para la Educación Católica y las diferentes acciones emprendidas por centros universitarios de todo el continente.

El encuentro sobre el Pacto Educativo Global se desarrolla dando continuidad a varios que se han realizado con anterioridad y en los que el Celam ha participado activamente este año; como lo ratifica Monseñor Miguel Cabrejos en su saludo a los participantes, recordando que el deseo del organismo que preside sigue firme frente a la necesidad de trabajar juntos para servir al Santo pueblo de Dios y al mismo tiempo, unidos a Él en la misión de educar.

En sus palabras el prelado recordó que es necesario volver a poner en el centro del proceso educativo a la persona humana, identificando la función educadora de la familia, como lo establecen los objetivos del Pacto Educativo Global. Labor que considera debe adelantarse desde los colegios, institutos y universidades, así como desde la educación popular para que se gestionen adecuadamente y ofrezcan un servicio de calidad para todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes; particularmente para aquellos que provienen de familias de escasos recursos y viven en situaciones de alto riesgo y vulnerabilidad.

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Las motivaciones

En este sentido el prelado los invitó a reflexionar sobre las verdaderas prioridades de la educación en este momento de la historia y la necesidad de trabajar para superar la visión según la cual se educa en función de la eficiencia y el garantizar un buen índice de empleabilidad.

Para Monseñor Cabrejos es necesario preguntarse cuál es el principal sentido de la educación. «¿Queremos solo individuos más eficientes, más productivos o deseamos personas más felices?» cuestionó. por lo que explicó que ambos objetivos no tienen por qué ser contradictorios, pero cuando se produce un desbalance entre ambos, se genera un daño muy grande a la sociedad.

Situación que se manifiesta en un reduccionismo antropológico, que como advierte el documento de Aparecida no pone suficiente atención en la educación integral de las personas y se margina de la formación en valores, actitudes y prácticas solidarias.
Es así que reiteró la importancia de poner por delante los objetivos del Pacto Educativo Global; especialmente aquellos que están dirigidos a la formación de personas capaces de construir una sociedad donde varones y mujeres puedan disfrutar del buen vivir y donde la promoción de la mujer sea verdaderamente relevante.

Sin desconocer que se trata de una tarea fácil de enunciar, compleja en la práctica y de largo alcance en el tiempo, la invitación es a trabajar en unidad. «No solamente cada red en lo suyo, sino todas articuladas en comunión«, insistió pues ese es el principal objetivo de los trabajos que deben adelantarse esta semana. «Cuando se juntan y articulan las redes, la sinergia resultante hace que generen verdaderos efectos multiplicadores,» concluyó.

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