El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) llevó a cabo la Primera Jornada de Oración por la Niñez, Adultos Vulnerables y Víctimas de Abuso, un momento de reflexión que contó con la colaboración de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, la Red Latinoamericana y Caribeña para la Cultura del Cuidado, y el Núcleo Lux Mundi de Brasil.
La jornada tuvo como propósito sensibilizar a la comunidad eclesial sobre la necesidad urgente de enfrentar los casos de abuso, promoviendo acciones concretas que garanticen la reparación, la justicia y la prevención. Paulina Benavente Vargas, del Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento a las Víctimas de la Conferencia Episcopal de Chile, abrió la jornada de oración.
Inspirada por las palabras del Papa Francisco, Eliane De Carli, coordinadora general del Núcleo Lux Mundi de Brasil, remarcó que el Pontífice pide una conversión continua y profunda de los corazones, que debe ser certificada con acciones concretas y eficaces, de modo que lleve a procedimientos que tiendan a evitar los abusos: “Acoger, escuchar y acompañar a las víctimas y sus familias se trata de estar todos de acuerdo en un modo de vida que nos enseñó Jesús, es una respuesta concreta y coherente para con el amor evangélico. Con esperanza, pidamos perdón por las veces que no actuamos así y recomencemos dispuestos a ello”.
Hacer de la Iglesia un espacio seguro
“Solo el amor y la oración pueden ayudarnos a ser sensibles frente a esta realidad y permitirnos trabajar en esta delicada misión que el Papa Francisco nos ha encomendado como discípulos y discípulas de Jesús”, dijo el padre Pedro Brassesco, secretario general adjunto del Celam.
“No basta con pedir perdón” a las víctimas, sino que es imperativo acompañarlas, escucharlas y trabajar para garantizar que la Iglesia sea un espacio seguro, ejemplar y acogedor, dice parte del mensaje del Papa Francisco que se proyectó en el espacio de reflexión y oración.
“Oremos por los que sufren a causa del mal recibido por parte de los miembros de la comunidad eclesial, para que encuentren en la misma Iglesia una respuesta concreta a su dolor y a su sufrimiento”, pide el Santo Padre.
Reflexión, oración y compromiso
La oración comenzó con palabras de Nelson Giovanelli, de Brasil, quien agradeció a Dios por esta jornada internacional orientada a la construcción de una cultura de cuidado, y resaltó la importancia del documento Vos Estis Lux Mundi (Vosotros sois la luz del mundo) como base para estos esfuerzos.
Por su parte, monseñor Ricardo Morales Galindo, presidente del Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento a Víctimas en la Conferencia Episcopal de Chile, recordó que el Papa Francisco, desde 2016, ha pedido a las conferencias episcopales rezar por los sobrevivientes y trabajar para garantizar tolerancia cero contra los abusos.
De igual manera, Nancy Loredo Zambrana, coordinadora de la Comisión de Prevención y Cultura del Cuidado en la Conferencia Episcopal Boliviana, invitó a realizar un minuto de silencio en memoria de las víctimas, visualizando a quienes han sufrido, junto con sus familias y comunidades, las secuelas de los abusos.
Testimonios de compromiso y oración
Nancy Loredo explicó que la Red Latinoamericana y Caribeña para la Cultura del Cuidado está conformada por los equipos y comisiones de cuidado y protección de menores y de adultos vulnerables de las Conferencias Episcopales y otros organismos eclesiales de América Latina y el Caribe, que se vinculan para compartir sus saberes y experiencias, “promoviendo una cultura y prácticas eclesiales que cuidan la dignidad e integridad de las niñas, niños, adolescentes y otras personas en situación de vulnerabilidad”.
Emanuele Almeida, asesora del Núcleo Lux Mundi de Brasil, animó a una lectura orante del Evangelio de San Marcos (9, 33-42), resaltando el llamado de Jesús a recibir y proteger a los más pequeños.
También Eliane de Carli reafirmó el compromiso de trabajar por la unidad con las familias y comunidades afectadas. Frei Joao Ferreira Jr., asesor de la Política de Protección del Núcleo Lux Mundi y miembro de la CLAR, lideró un canto penitencial para pedir la intercesión de Dios, mientras Noylí Ríos Manzo, de Perú, instó a comprometerse con valentía en la erradicación del abuso y a reavivar la fe y la esperanza en la Iglesia.
Por la construcción de la cultura del cuidado
Álvaro Salazar Torres, también peruano, oró para que la Iglesia continúe siendo sinodal y comprometida con la justicia y la paz, haciendo un llamado a construir una cultura del cuidado en todos los ámbitos.
Osnilda Lima, asesora de la Comisión para la Comunicación Social de la CNBB, y Cristian Jesús Varela, del Núcleo Lux Mundi para el Movimiento Focolar en la Amazonía de Brasil, dirigieron momentos de oración a la Virgen María como Madre de los Pobres, pidiendo su intercesión para trabajar por la justicia y el bienestar de la niñez y los adultos vulnerables.
El cierre del encuentro estuvo marcado por la bendición en lengua quechua impartida por monseñor Lizardo Estrada Herrera, OSA, secretario general del Celam.
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