Animadores vocacionales en Colombia reafirman su compromiso: Un encuentro de fe, formación y sinodalidad para fortalecer las vocaciones

En la capital colombiana, se desarrolló el Encuentro Nacional de Animadores de Pastoral Vocacional 2025, convocado por la Conferencia Episcopal de Colombia, que estuvo guiado bajo el lema: «Vive, discierne y peregrina tu vocación con esperanza». Un espacio que convocó a 130 participantes: 48 representantes de las jurisdicciones eclesiásticas y 45 de diferentes comunidades religiosas.

Durante cuatro días los asistentes reflexionaron sobre su papel como agentes vocacionales y establecieron mecanismos de fortalecimiento para su labor pastoral, entre ellas, la de acompañar y discernir vocacionalmente a quienes siente el llamado al ministerio sacerdotal o religioso.

Un llamado a descubrir las vocaciones

El coordinador y moderador del encuentro, el padre Juan Manuel Beltrán Urrea, quien funge como director del Departamento de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica en la Conferencia Episcopal, destacó la importancia de este encuentro y la necesidad de una formación integral para los animadores vocacionales.

«Las vocaciones no nos las inventamos, Dios es quien llama«, señaló el padre Beltrán, señalando que la labor de un animador vocacional es animar y colaborar a los jóvenes a descubrir su llamado. Por lo mismo, hizo énfasis en lo trascendente que es la sinodalidad, recordando que la pastoral vocacional no es tarea exclusiva de un delegado, sino de toda la comunidad eclesial. “obispos, sacerdotes, párrocos, catequistas y familias debemos estar unidos en este camino”, aseveró.

Observó que uno de los momentos más significativos del encuentro fue la peregrinación al Santuario de Nuestra Señora de la Peña, patrona de las vocaciones, donde los participantes fueron acompañados por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, quien compartió su testimonio de vida vocacional.

Testimonios que inspiran

Durante el encuentro se hizo presente la religiosa Carmen Alicia Villarreal, de la Congregación Hijas de San Pablo, su testimonio da fe de su entrega en esta tarea vocacional. La religiosa reflexionó frente a los desafíos que supone el mundo digital en la labor pastoral de los jóvenes: «El gran desarrollo tecnológico nos reta a llegar a los jóvenes allí donde están, para hacerles una propuesta vocacional en medio de sus realidades».

Por su parte, el padre Diego Luis Vásquez, de la Congregación Misioneros Vicentinos, reconoció que, si bien en los últimos años se ha notado un bajón en las vocaciones sacerdotales, también advirtió que es con el testimonio que deben ofrecer los animadores que se podrá logar atraer a los jóvenes. «Si un joven ve a un sacerdote o una religiosa con entusiasmo, convicción y amor por su vocación, eso puede cautivar su corazón».

El padre Jorge Andrés Zuluaga, promotor vocacional y formador en el seminario de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, reiteró que «las vocaciones son la esperanza de la Iglesia» y que este espacio del encuentro ha permitido reafirmar la importancia de seguir promoviendo espacios de formación y acompañamiento vocacional.

: Foto: Episcopado colombiano

Herramientas para el discernimiento

Al encuentro fueron invitados destacados conferencistas quienes ofrecieron elementos importantes para el discernimiento vocacional de los animadores presentes. En un primer momento, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja y vicepresidente del episcopado colombiano, quien exploró sobre el discernimiento espiritual y vocacional; del mismo modo, el padre Fidel Oñoro, sacerdote Eudista, destacó la figura del Buen Pastor como modelo para el acompañamiento vocacional y de cómo el animador vocacional también está llamado a acompañar, escuchar, estar cerca y ayudar a descubrir ese valor de cada ser humano.

El obispo de Magangué, Ariel Lascarro, quien es miembro de la Comisión Episcopal de Ministerios Ordenados, alentó a los participantes a no temer a los desafíos actuales y a seguir luchando por fomentar las vocaciones. Finalmente, el padre Hernán Alzate, teólogo y psicólogo, brindó criterios para el acompañamiento personal, enfatizando la importancia de la receptividad y la dedicación de tiempo a cada persona en su proceso de discernimiento.

Compromiso y formación

Este espacio de reflexión y diálogo que se realizó del 24 al 27 de febrero, concluyó con la ratificación de la misión que deben cumplir los animadores vocacionales y el firme compromiso de avanzar en la promoción de espacios de formación . Fue así, como se anunció el desarrollo de una diplomado en pastoral vocacional, que ofrecerá nuevos elementos para fortalecer esta labor en la Iglesia.

El sacerdote Beltrán concluyó con esta importante reflexión: «Las vocaciones están por descubrirse, y nosotros debemos ser instrumentos del Espíritu Santo para guiarlas con alegría y esperanza».