Un enérgico pronunciamiento hizo el arzobispo de San Juan, monseñor Roberto Octavio González Nieves, frente a la redada que agentes federales realizaran este domingo en San Juan, calificando estos hechos como “una crueldad fundamentada en el prejuicio de unas políticas migratorias insensibles, inhumanas e inmorales”.
“Tristemente en el día de hoy, la agencia Federal ICE, ha comenzado a realizar intervenciones en Puerto Rico, específicamente en Barrio Obrero, un lugar muy especial en San Juan y en la Arquidiócesis”, expone el prelado en su comunicado.
Desde que Trump asumió el cargo como presidente de los Estados Unidos se han promovido operativos similares contra la inmigración ilegal en distintos puntos del país, todo ello bajo las órdenes del mandatario estadounidense quien está promoviendo políticas estrictas contra la inmigración ilegal.
Una comunidad en riesgo
En su mensaje, el arzobispo puertorriqueño expresó su rechazo a estas intervenciones y aseguró que estas redadas no visualizan las “necesidades humanas, espirituales, sociales y políticas” de quienes se han visto obligados a migrar de sus países, principalmente personas provenientes de Haití, Cuba, República Dominicana y Venezuela, en busca refugio en Puerto Rico.
“El Barrio Obrero no es solo un lugar geográfico, sino también el corazón de muchas familias trabajadoras y comunidades migrantes que han contribuido significativamente al desarrollo de nuestra isla. Tratar a estas personas como simples números en un operativo deshumaniza su dignidad y desconoce su realidad”, señaló.
Llamado a la prudencia y la solidaridad
En este sentido, el líder religioso pidió a los migrantes que se encuentran sin documentación protegerse durante los operativos. “Les pido que eviten salir de sus hogares y que no permitan el acceso de las autoridades si no presentan una orden de allanamiento del Tribunal Federal”, expresó. Asimismo, instó a quienes sí cuentan con documentos migratorios que los porten siempre consigo.
Igualmente, dirigió una palabra al pueblo puertorriqueño invitándolo a ser solidarios y mostrar su apoyo hacia los migrantes afectados por esta difícil realidad. Citando un texto bíblico de San Pablo, recordó que “cuando un miembro sufre, todos sufren con él”.
Críticas a las políticas migratorias
El mensaje del arzobispo incluyó una severa crítica a las políticas migratorias impulsadas desde la administración Trump, calificándolas de insensibles e inmorales. “Estas intervenciones reflejan una falta de humanidad y empatía hacia quienes han sido empujados al exilio por la pobreza, la violencia o la persecución en sus países de origen”, enfatizó.
Finalmente, el líder religioso instó a la comunidad a mantener la serenidad y la esperanza. “Confiamos en el Señor para superar esta crisis, que nos pone a prueba como sociedad y como hermanos en la fe”.
Esta primera redada en Puerto Rico reaviva el debate sobre el impacto de las políticas migratorias en la isla, que como Estado Libre Asociado de EE.UU. se encuentra atrapado entre su realidad caribeña y las decisiones tomadas en Washington.
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