Por Jhonathon Braden /Movimiento Laudato Si’ (Nebraska, EEUU)
El arzobispo de Glasgow, William Nolan, instó a todas las instituciones católicas a desinvertir de los combustibles fósiles como forma de vivir su fe y trabajar contra la emergencia climática y la crisis de la biodiversidad. Con el tiempo, dijo el arzobispo Nolan, «será una vergüenza para cualquier institución católica que no haya desinvertido».
El pasado mes de noviembre, en su anterior cargo de obispo de Galloway (Escocia), fue decisivo para que la Conferencia Episcopal de Escocia desinvirtiera de los combustibles fósiles antes de la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrada en Glasgow.
La Conferencia Episcopal participó en el mayor anuncio conjunto de desinversión de instituciones religiosas. En total, 72 instituciones religiosas de seis continentes, con más de 4.200 millones de dólares de activos combinados bajo gestión, anunciaron su compromiso de desinvertir de los combustibles fósiles el pasado mes de noviembre.
El próximo anuncio mundial de desinversión por parte de instituciones religiosas tendrá lugar el 5 de julio. Únete a las más de 300 instituciones católicas y comprométete a desinvertir.
En una conversación que tuvo lugar antes de su nombramiento como Arzobispo por el Papa Francisco, el Arzobispo Nolan compartió detalles sobre el viaje de desinversión de la Conferencia de Obispos Católicos de Escocia, por qué la desinversión no es puramente un gesto simbólico, y cómo la Laudato Si’ del Papa Francisco ha transformado la Iglesia Católica.
Sobre el movimiento mundial de desinversión de los combustibles fósiles
Hace unos años, cuando oí hablar por primera vez del movimiento global de desinversión, la sensación era que se trataba de algo puramente simbólico. ¿Qué diferencia supondría para las compañías petroleras con sus enormes riquezas? Pero el movimiento ha ido creciendo.
Monseñor William Nolan:»Y siempre es mucho más que algo simbólico. Pero incluso así hay varios argumentos que se utilizan en contra de la desinversión. Por ejemplo, seguimos necesitando los combustibles fósiles. Necesitamos el petróleo y el gas. Hacen que nuestros coches se muevan y que nuestras casas se calienten. Así que estamos en un período de transición, así que mientras estamos en un período de transición, todavía necesitamos que estas compañías petroleras continúen como antes. Pero no es aceptable seguir con el statu quo.
«También hay argumentos en contra del argumento económico. En Escocia, por ejemplo, hasta el 20% de nuestra economía se basa en la industria del petróleo y el gas. Así que la gente dijo: ‘Bueno, es irresponsable. ¿Qué pasa con todos esos puestos de trabajo y toda esa gente? Ese fue otro argumento contra el que nos enfrentamos.
«Pero al final nos dimos cuenta de que seguíamos necesitando el petróleo y el gas, de que teníamos que hacer la transición. Tenemos que empujar hacia esa dirección. Si inviertes en estas empresas, te estás beneficiando de su actividad, y no era realmente correcto beneficiarse del petróleo y del gas, cuando sabíamos que estas cosas estaban causando tal contaminación a todo el medio ambiente de la Tierra».
Sobre por qué todas las instituciones católicas deben comprometerse a desinvertir de los combustibles fósiles
Monseñor William Nolan: «Creo que va a llegar el momento en el que será una vergüenza para cualquier institución católica que no haya desinvertido. Esto ha pasado de ser un gesto puramente simbólico a algo mucho, mucho más que eso. Porque ahora estamos haciendo defensa profética, y el Papa Francisco también lo está haciendo, por un cambio completo de estilo de vida. Tenemos que cambiar nuestro estilo de vida. Así que tenemos que ir más allá… Es sólo un pequeño paso, es la desinversión. Por ahí empezamos, pero tenemos que dar ese pequeño paso».
Sobre la influencia de Laudato Si’ del Papa Francisco en el mundo
Monseñor William Nolan: “Laudato Si’ es un documento increíble. Durante muchos años, la Iglesia estuvo bastante callada sobre esta cuestión ambiental, esta crisis ambiental, y entonces llegó Laudato Si’ y lo puso todo junto y se aseguró de que todo estuviera integrado. Y esto es en gran medida una cuestión religiosa, no sólo una cuestión climática. Es una cuestión de la creación de Dios, y de nuestro culto a Dios y a la creación de Dios…
El documento en sí, creo que fue un cambio de juego para la Iglesia Católica y un cambio de juego para el movimiento ambiental, y sus efectos siguen creciendo».
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