Algo que ha marcado la pauta para este Año Santo convocado por el Papa Francisco han sido las audiencias jubilares. Se trata de encuentros quincenales donde el Pontífice comparte con todos los peregrinos que llegan a Roma. Según lo expuso el mismo Papa, estos espacios son una oportunidad para «profundizar juntos en algunos aspectos de la esperanza».
Es así como el obispo de Roma durante la audiencia celebrada este sábado 1 de febrero, en el Aula Pablo VI, reflexionó a partir de la lectura del Evangelio sobre la conversión y la espera. Explicó sobre “el cambio de rumbo” que puede tener una persona cuando tiene un encuentro personal con Cristo. el Pontífice hizo énfasis en la importancia de «volver la mirada hacia Dios» para entrar en «sus sueños» y vivir con esperanza.
Un nuevo comienzo: la esperanza que no defrauda
El obispo de Roma, dirigiéndose a los miles de peregrinos venidos de los diferentes continentes, observó que el Jubileo se convierte en una oportunidad para la conversión no solo de las personas sino también para toda la Tierra. «La conversión es cambiar de dirección, mirar las cosas desde otra perspectiva y orientar el camino hacia nuevas metas», explicó.
En este sentido, hizo ver que la esperanza nace cuando se transforma la mirada y se asume una actitud de cambio. «La fe se fortalece cuando encontramos a quienes han sido capaces de cambiar y entrar en los sueños de Dios», afirmó.
María Magdalena: un ejemplo de transformación
Tomando la figura de María Magdalena como modelo de conversión y esperanza. «La misericordia de Dios cambia el corazón«, subrayó, recordando que fue la compasión misericordiosa de Dios la que la llevó a un nuevo rumbo de vida.
De esta narración bíblica el Santo Padre destacó el hecho de que María Magdalena «se da la vuelta» al escuchar su nombre. «Ya no mira el sepulcro vacío, sino al Resucitado. Ahí su esperanza crece: el viejo mundo sigue ahí, pero ya no es el mismo», expuso el Vicario de Cristo.
Dejar el orgullo para reconocer a Cristo
Durante su catequesis, Francisco expuso que las personas pueden padecer de mucha autoestima desconociendo con ello la presencia cercana de Jesús en sus vidas. “Un ego demasiado confiado, demasiado orgulloso, nos impide reconocer a Jesús resucitado”
Frente a esto, hizo un llamado a todos los fieles a cuestionarse: «¿Soy capaz de volverme y mirar las cosas de otra manera? ¿Tengo el deseo de convertirme?». Según el Pontífice, la clave está en dejar atrás la oscuridad del pasado y aprender a mirar hacia la vida.
Un llamado a la valentía y la misión personal
Finalmente, el obispo argentino exhortó a cada fiel a reflexionar sobre su propia misión en la vida: «Hay un lugar para ti, para mí, para cada uno. Nadie puede tomárnoslo, porque desde siempre ha sido pensado para nosotros».
Con este mensaje de esperanza y valentía, Francisco cerró la audiencia, instando a los presentes a enfrentar la vida con determinación y a buscar constantemente la conversión como camino hacia un «mundo nuevo».
Le puede interesar: México: Unidad y servicio, retos de la Pastoral de Pueblos Originarios al cierre de su IX Asamblea Nacional
Suscríbete gratis por a nuestro canal de Whatsapp https://bit.ly/4hbWWN0
Participa en los cursos y diplomados del Centro de Formación Cebitepal https://bit.ly/cebitepal_24
Post a comment