La delegación de Bolivia, conformada por 26 misioneros de diferentes jurisdicciones del país, participan activamente en el 6.° Congreso Americano Misionero (CAM6), bajo la guía de monseñor Mario Luis Durán Berríos, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de La Paz y presidente del Área de Evangelización de la Conferencia Episcopal Boliviana.
Monseñor Durán, quien ya había participado en el 5.° Congreso Americano Misionero (CAM5) como sacerdote, dijo que para Bolivia, y la Iglesia en general, este Congreso nos desafía a llevar a la práctica lo que se trata teóricamente.
Además, hizo una invitación a la conversión interna y a salir de nuestra zona de confort, llevando el mensaje del Evangelio a los lugares más necesitados: “Hay que trabajar primero la conversión interna, no hay que quedarse anclados en nuestros sacramentalismo; el objetivo es salir, llevar la palabra del Señor hasta los confines”.
Mons. Luis Durán
Renovación misionera desde un rostro propio
El obispo Durán considera que el CAM6 está vinculado con el proceso de renovación eclesial impulsado por el Sínodo de la Sinodalidad, “no solamente por caminar juntos, sino ser partícipes de ese cambio, y de un proceso de caminar juntos para una nueva evangelización, con un nuevo ser, con un nuevo rostro de nuestra Iglesia cristiana católica en Bolivia, un rostro propio, o sea, a nuestra manera, a nuestra forma de ser”.
“Un rostro propio desde nuestras culturas, desde nuestra pobreza, desde nuestra idiosincrasia, incluso de nuestras crisis políticas que hoy estamos pasando; hacer ver una Iglesia con un rostro que nazca desde lo interior, no se trata solo de esperar orientaciones externas, sino que esta renovación nazca desde el interior y tenga un rostro propio”.
Ser testigos
La autoridad eclesial hizo un llamado a todos los participantes del CAM6, y a aquellos que siguen el Congreso desde sus comunidades, a no quedarse en la teoría, sino a actuar con valentía y compromiso: “Que nos impulse el Espíritu Santo para ser testigos”, dijo, y pidió “que no se quede en slogan, que no se queden teoría”, sino recordar que la invitación es a “salir de nuestra Iglesia”.
Sin embargo, el prelado dijo que no consiste solo en salir, “sino también hacernos partícipes de esta misión; eso nos invita a contagiar a las gentes, a las personas, a nuestras Iglesias locales, donde podamos imbuir a todos los bautizados”.
Monseñor Luis Durán invitó a caminar juntos hacia la construcción del Reino de Dios: “Son misioneros todos los bautizados, somos misioneros, por lo tanto, ahí está la singularidad. Caminaremos juntos unidos hacia la construcción del Reino de Dios”.
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