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Canto y alabanza, así fue el concierto “Voces de esperanza, un canto para el Jubileo” en Bogotá - ADN Celam

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Canto y alabanza, así fue el concierto “Voces de esperanza, un canto para el Jubileo” en Bogotá

La Universidad Minuto de Dios acogió a casa llena el concierto “Voces de esperanza, un canto para el Jubileo”, este 21 de febrero en Bogotá, donde participaron más de 750 personas.

Iniciativa protagonizada por los docentes del curso de músicos, que organizó el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) a través del Cebitepal.

Es así como Rafael Moreno (México), Daniel Poli (Argentina), Paulina Rojas (Chile), Juan Delgado (Venezuela), Ziza Fernandes (Brasil) y Pablo Martínez (Argentina), llevaron lo mejor de su repertorio para compartir con el público bogotano una noche de oración y adoración.

Sencillamente “amarás”

El mexicano Rafael Moreno rompió el celofán de la noche. Sin más preámbulo cantó Dime Señor, tema que según el mismo cantante nació en 1984, fue el primer “canto que el Señor me regaló”.

“Como ando mal de la garganta ustedes cantan y yo toco”, bromeó Moreno arrancando sonrisas del público. Recordó que ante momentos difíciles lo clave es seguir confiando en Dios “a ser parte de su obra”, porque “él ha querido poner en tus manos la evangelización del mundo”.

En este recital, combinó la predicación y el canto. Recordó que lo importante para Dios es amar, no importa si no dominamos conceptos y preceptos, sencillamente “ama”. Su participación culminó con el tema Sáname.

Promesas de Dios

El rapsoda Daniel Poli contagió de alegría al público cuando en nombre de su obispo Marcelo Julián Margni, conocido como “Padre Maxi”, de la diócesis de Avellaneda-Lanús, sufragánea de Buenos Aires, envió su abrazo a la gente de Bogotá y al Minuto de Dios.

“Hay una antigua oración de la Iglesia a la cual le puse música”, dijo en referencia al tema con el que abrió su presentación: Renueva la paz de la tierra, con un alto contenido social del magisterio de la Iglesia, porque como dijo el propio Poli: “el Espíritu Santo no es solo para tenerlo encerrado en la Iglesia”.

Luego siguió con una canción de su autoría, que “compuse hace muchos años, que se hizo muy conocida acá, que me pidieron que cante”. Se refería al tema Yo creo en las promesas de Dios, una de las composiciones que lo han catapultado a la fama.

Bendecir y agradecer

Paulina Rojas puso el sabor colombiano a la noche. Esta cantante de origen chileno, radicada en Colombia desde hace años, trajo alabanzas al escenario. Saludó a los participantes del curso de músicos venidos de todo el continente, quienes “merecen un aplauso grande”.

Invitó a todos a hacer una mirada retrospectiva para revisar cómo Dios ha pasado por la vida de cada uno llevando su misericordia. “Piensen en alguna palabra que esta noche sea su bastón para bendecir el nombre de Dios”.

Así comenzó su primer tema con homónimo nombre del ejercicio: “Bendecir tu nombre”, luego pidió a todos “dar gracias a Dios por todo” para dar paso a su canto “Me has dado tanto”, que combina tecno-vallenato con música tradicional colombiana. Puso a bailar al público.

Hora de la esperanza

Llegó la hora para Juan Delgado. El cantautor venezolano, ganador de un Grammy latino en 2019 al mejor álbum de música cristiana, llevó a escena su celebérrimo tema “Todo pasa”.

Expresó su alegría por compartir una vez más en Colombia: “Tierra de fe”, amén de la admiración que guarda por la obra del Minuto de Dios, “he conocido a muchos que vienen del Minuto de Dios. Así que para mí es un placer enorme”.

Luego de su primer tema, dio una vuelta de tuerca al concierto para presentar la versión latinoamericana del Himno del Jubileo 2025. Una adaptación que el propio cantante hizo a petición del Celam.

De este modo, invitó a todo el equipo de cantantes a entonar al ritmo latinoamericano “Peregrinos de esperanza”, original de Francesco Meneghello. Recordó que el tema se encuentra disponible en todas las plataformas digitales de música.

Tiempo de victoria

Ziza Fernandes llegó con su fuerza y magnetismo para abrazar al auditorio que expectante esperaba su participación en el combino cantos en español y portugues. La diva brasileña recordó la importancia de la esperanza en un mundo roto.

Invitó a vivir con intensidad los pequeños detalles y, sobre todo, hay que saber amar, “es un esfuerzo siempre porque pensamos en nosotros mismos demasiado”. Por lo que ha pedido rezar por quienes sufren y han perdido la esperanza, puesto eso “agrada a Dios”.

Para el cierre entonó el tema “Tiempo de victoria”, muy agradecida con el público en “la tierra del mejor café del mundo”. Con un falsete arrullador se metió a la gente en el bolsillo, “muchas gracias, Colombia, los quiero”. Se despidió.

Locos de amor

Pablo Martínez cerró la gala. El cantante, catequista, predicador y docente puso todo en el escenario con “Tarde te amé”. Sin más preámbulos comenzó su presentación.

“Estamos locos”, empezó tras su primer canto, por el hecho de estar juntos un viernes en la noche. Alguien del público completó: “Pero locos de amor”. Así conectó con su tema siguiente, “Hasta la locura”.

“Pero qué estamos haciendo sino responder a un amor más loco, que abrazó la cruz, por vos, por mí”, por eso, invitó esa noche a adorar a Dios cada uno desde sus vocaciones “aún cuando la fe esté bajoneada”.

Bajó el telón. Lluvia de aplausos, una vez más el equipo de profesores del Curso de músicos habló de Dios en el lenguaje universal, la música. Esa frase que se le atribuye a San Agustín aplica: “Quien canta ora dos veces”. Predicantores para una Iglesia en salida, sobran.

 

 

 

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