Este 13 de mayo se conmemora la festividad de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, advocación mariana de Portugal, pero venerada en todo el mundo.
Por lo que el cardenal Jaime Spengler, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) y del Episcopado brasileño, presidió la misa de clausura de la peregrinación internacional en el Santuario de Fátima, en Cova da Iria, ciudad de Fátima, sierra de Aire, localidad de Ourém, en Portugal.
El purpurado ha invitado a la Iglesia universal a confiar “en la protección maternal de la Madre de Dios” en estos tiempos delicados y tensos, en especial, a “no tener miedo” y “renovar la esperanza”.
“Un tiempo en el que, quizás, algunos solo piensan en sí mismos. Un tiempo de autoritarismo, con sus diversas facetas. Un tiempo de fundamentalismo que no promueve la vida”, reflexionó el prelado.
Virtudes de María de Nazaret
Tras participar en el cónclave, que eligió al nuevo papa León XIV, el cardenal Spengler fue acogido por los miles de peregrinos, quienes desafiaron la lluvia.
“¡No tengan miedo! Hoy vivimos en una sociedad marcada por el miedo: miedo a las guerras, miedo a los migrantes, miedo a no poder completar la vida que hemos elegido, miedo a enfermar, miedo a morir, miedo los unos a los otros”, reiteró.
Toda vez que agradeció la invitación e invitó a todos a “acoger la palabra” para darle cuerpo, carne propia, como lo hizo María, porque “es madre y la madre constituye una manera de ser que abarca toda la existencia”.
Destacó las virtudes de María de Nazaret, quien como madre de Dios participó “en el crecimiento del hijo, en su educación, en la definición de su sentido de vida, en el destino histórico que debe asumir”.
Con el cáliz de Francisco
El cardenal Spengler recordó que la devoción a María “no es un capricho religioso”, sino exigencia de “nuestra vida cristiana como bautizados, como hijos e hijas”, puesto que “necesitamos un corazón de madre, un corazón que sepa percibir la ternura de Dios”.
Además ha invitado a la multitud a cantar el ‘Ave de Fátima’ durante varios minutos. Previo a la eucaristía de clausura, ha rezado el rosario por la paz del mundo en la Capilla de las apariciones.
De allí partieron en procesión a la celebración campal, cuyas intenciones incluyo la consagración del pontificado de León XIV a Nuestra Señora de Fátima y procesión de despedida.
Como dato curioso el cáliz utilizado en la Eucaristía, en plata dorada, fue un regalo del papa Francisco, con motivo de su peregrinación a Cova da Iria, un 13 de mayo pero de 2017.
Le puede interesar: Celam presenta documento inédito sobre Inteligencia Artificial: Una mirada pastoral desde América Latina y el Caribe
Suscríbete gratis por a nuestro canal de Whatsapp https://bit.ly/4hbWWN0
Participa en los cursos y diplomados del Centro de Formación Cebitepal https://bit.ly/cebitepal_24
Escucha el Himno del Jubileo en su versión latinoamericana y caribeña https://bit.ly/41l312P
Post a comment