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Cardenal Luis Cabrera: “La Iglesia necesita un Papa apasionado por Jesús, por su Iglesia, por la gente pobre, que sea capaz de sentir el dolor ajeno” - ADN Celam

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Cardenal Luis Cabrera: “La Iglesia necesita un Papa apasionado por Jesús, por su Iglesia, por la gente pobre, que sea capaz de sentir el dolor ajeno”

A pocos tiempo de que el humo blanco anuncie un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia Católica, DNews dialogó desde el Vaticano con uno de los protagonistas del Cónclave, el cardenal Luis Cabrera Herrera, arzobispo de Guayaquil, con serenidad y fe, compartió sus reflexiones sobre este momento fuerte que vive la Iglesia, el perfil que debería tener el nuevo pontífice, y el papel de la Iglesia frente a los desafíos del mundo contemporáneo.

Un Cónclave de oración, conciencia y libertad

“El miércoles por la mañana celebraremos la Eucaristía, y por la tarde comenzarán las votaciones”, anticipó monseñor Cabrera. Aunque el proceso se desarrolla bajo la estricta confidencialidad que caracteriza a estos encuentros, sin acceso a celulares ni medios externos, el cardenal dejó claro que no se trata de secretismo, sino de libertad.

“Cónclave significa ‘con llave’… un espacio donde cada cardenal pueda, en su conciencia, votar por la persona que considera más adecuada, lógicamente pidiendo al Espíritu Santo que le ilumine, que lo asista. De tal manera que el encierro es para garantizar la plena libertad”, explicó.

Desde esa interioridad, cada cardenal se pronuncia ante Dios y su conciencia sobre la persona que considera idónea para liderar la Iglesia universal.

Fidelidad creativa al Evangelio

Al ser consultado sobre el posible rumbo de la Iglesia post-Francisco, el cardenal Cabrera dijo que no se trata de un giro, sino de una evolución: “Nosotros la llamamos fidelidad creativa, una fidelidad a la palabra de Dios, al Evangelio, a la doctrina, a la tradición, pero a la vez, la creatividad para buscar nuevas formas, nuevos medios, nuevas pedagogías, nuevas didácticas, para que ese Evangelio pueda ser conocido, transmitido, buscar un nuevo lenguaje, no solamente de palabras, sino de gestos, de acciones como el Papa Francisco lo hizo”, afirmó.

Recordando el espíritu reformador del actual pontífice, el cardenal defendió la apertura a “nuevos lenguajes, nuevas pedagogías y gestos concretos” que hagan comprensible y vivencial el mensaje de Cristo: “El Papa Francisco nos enseñó a desempolvar el Evangelio y ponerlo en el centro de la vida, en el corazón de la Iglesia, comunicarnos la novedad de que Jesús nos trajo para decir que somos hijos de Dios, que somos hermanos, no somos enemigos, que somos servidores, es la palabra más fuerte, servidores de los demás, no somos patrones, no somos para mandar, para subyugar a nadie”.

En este contexto, descartó la existencia de “bandos” progresistas o conservadores dentro del colegio cardenalicio: “Son categorías externas. Lo importante es la fidelidad al Evangelio”.

Un Papa cercano y con pasión

Respecto a la posibilidad de que el nuevo Papa sea latinoamericano, el cardenal evitó hacer especulaciones: “No entramos en pesos geopolíticos. Lo esencial no es de dónde venga, sino qué tipo de corazón tenga”, señalando algunos rasgos sostuvo: “Un hombre profundamente apasionado por Jesús, apasionado por su Iglesia, por la gente pobre, por la gente necesitada, una persona que tenga un corazón grande, abierto, que sea capaz de sentir el dolor ajeno”.

Cardenal Cabrera abogó por un Papa cercano, dialogante, con sensibilidad humana y capacidad para caminar junto a los demás: “Recordemos que la Iglesia no es del Papa, la Iglesia es del Espíritu, el Papa y todos nosotros somos simplemente servidores. Por eso el título más grande que el Papa tiene es ‘el siervo de los siervos de Dios’”.

En un mundo que sufre por la guerra, la migración, la crisis ecológica y las desigualdades, el nuevo Papa tendrá un papel exigente: “La elección del Papa, es la de una persona que este dispuesta a dialogar, hablar con todos los sectores sin miedo, sin prejuicios, a dialogar con un corazón abierto para aprender, para seguir juntos y así encontrar también soluciones válidas a ese momento histórico que vivimos, que para nosotros es una gracia, una bendición también”, indicó Cabrera.

El poder solo tiene sentido si se pone al servicio de los demás, explicó el purpurado, señalando la cita de Jesús: “Quien quiera ser el primero, que sea el último”, dijo que el nuevo Papa debe promover esa visión que el poder se use para liberar, no para dominar.

“El Papa no está solo”

Elegido cardenal por el propio Papa Francisco, el cardenal Cabrera siente con humildad la responsabilidad de representar al Ecuador en este proceso histórico: “Estos días hemos estado preparándonos en un ambiente de mucha oración, de meditación; y con humildad pediré al Señor que nos ilumine para que la decisión que se tome sea de las mejores”.

Hay una frase que me gusta mucho, ‘Dios se vale también de nuestras equivocaciones para hacer su obra’, y eso nos da confianza, eso nos da seguridad, nos da esperanza también, de que la persona que sea elegida, quien quiera que sea, contará siempre con la asistencia del Espíritu Santo, con su fuerza, con su sabiduría. Y que también con cientos, con miles de millones de personas vamos a apoyarle, vamos a estar ahí, porque no está solo, no está solo”, manifestó la autoridad eclesial.

A horas de comenzar el cónclave, el cardenal ecuatoriano encuentra inspiración en el Evangelio: “Jesús le dijo a Pedro: ‘¿me amas?… apacienta mis ovejas’. Esta es la Iglesia de Cristo. No del Papa, ni de los cardenales, ni nuestra. Es del Señor. Es una Iglesia que nos confía sí para alimentarla, para cuidarla, para guiarla, pero no solo, sino con la asistencia del Espíritu Santo”.

Que la voz de Dios sea la que elija a la persona adecuada para este tiempo

Con estas palabras, el cardenal Cabrera resume el espíritu que anima a los 133 cardenales convocados en Roma. Entre la historia y el futuro, entre la tradición y el cambio, entre el discernimiento y la acción, el colegio cardenalicio se prepara para anunciar al sucesor de Pedro: “La invitación es a seguir orando, para que no sean nuestros intereses ni presiones externas las que influyan, sino que sea únicamente esa voz de Dios que llega al corazón y que nos invita a elegir a la persona adecuada para este tiempo”, concluyó el Cardenal Luis Cabrera.

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