Cuando fue creada en 1961 para brindar la asistencia humanitaria mediante programas de donaciones de alimentos y medicamentos recibidos de gobiernos extranjeros, los Obispos de República Dominicana no imaginaron la proyección que Cáritas alcanzaría a 62 años de su fundación.
El brazo social de la Iglesia en este país desde 1990 se integró a la Confederación Internacional Cáritas para enfocar también el accionar a nivel global al desarrollo humano integral y solidario.
Desde entonces mantienen los programas de asistencia humanitaria, capacitación en la gestión de proyectos de desarrollo destinados a la población más vulnerables, aquellas comunidades donde hay que hacerle frente a la pobreza para promover la vida digna.
José Gautreau, director nacional de Cáritas Dominicana, apostilla esta encomienda en medio de un aniversario que “nos encuentra con muchos deseos de seguir hacia adelante impulsando la obra de amor y trabajo por los demás”.
Por una sociedad más justa
La Cáritas fue fundada el 19 de septiembre de 1961 por la Conferencia del Episcopado Dominicano, “constituida formalmente como una institución sin fines de lucro de carácter de desarrollo y asistencia social”.
Para Gautreau la misión “es impulsar, coordinar e implementar procesos de asistencia, promoción humana y desarrollo integral para construir una sociedad más justa y solidaria que, a la luz del evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia, haga presente el Reino de Dios en la tierra”.
A lo largo de estos años han contado con el respaldo de diferentes organizaciones nacionales e internacionales “dedicadas al desarrollo para favorecer a miles de personas en todo el país en diferentes áreas”.
Por eso, gracias a esta articulación “hemos podido llevar alimentos, medicamentos, ayuda económica, además de construcción de casas para albergar a cientos de familias pobres de República Dominicana”.
En 2023 cuentan con programas y proyectos, entre estos: Fortalecimiento de las Capacidades de las Cáritas Fronterizas de la Red Cáritas Dominicana en Acción Humanitaria, financiado por la organización internacional Manos Unidas; el Programa Seguridad Alimentaria (PSA) con el financiamiento de la Generalitat Valenciana (GVA) y Cáritas Española, así como el Programa General de Viviendas para el que cuenta con apoyo económico de Food For The Poor, Inc.
Atención humanitaria
Además han empoderado a los más pobres en educación para el trabajo, así en el marco del Programa Seguridad Alimentaria (PSA) impulsaron “talleres de elaboración de quesos, construcción de huertos orgánicos, educación financiera, cuidado de ganado vacuno”.
“Hemos entregado vacas y chivos para la crianza y pase de crías de estos animales entre las familias participantes del Programa, entre otras”, señaló el directivo.
Entre 2022 e inicios de 2023 han asumido la atención humanitaria a los afectados por el huracán Fiona, que “fue un duro golpe para estas familias campesinas”, por ello, “fuimos en auxilio de miles de familias con kits de alimentos y productos de higiene personal con abastecimiento para todo un mes”.
Todo gracias “al financiamiento de Catholic Relief Services (CRS)” para minimizar el efecto negativo provocado por el huracán a estas familias”. Un aniversario que los lleva a ratificar el llamado del Papa: ser una Iglesia en salida, pobre y para los pobres.
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