Durante el Encuentro Internacional Migrared, realizado en Bogotá, Colombia, del 27 al 29 de septiembre, Juventino Mendoza, director del programa Coerr (Oficina Católica para la Ayuda de Emergencia y Refugiados) de Cáritas Tailandia, expuso la difícil situación que enfrentan los refugiados en la frontera entre Tailandia y Myanmar, y resaltó las tareas de Cáritas en apoyo a los más vulnerables.
Con más de 500.000 personas desplazadas y 110.000 refugiados distribuidos en nueve campos, la labor de Coerr es necesaria para ofrecer ayuda humanitaria en una de las regiones más afectadas por los conflictos en el sudeste asiático.
Mendoza indica que el trabajo con refugiados está centrado en la emergencia para ayudar a las personas desplazadas en Tailandia, y cuenta con un equipo de 100 personas, junto con el apoyo de 282 voluntarios refugiados que colaboran en los campos.
Aprendiendo unos de otros
Tras su participación en el Encuentro Internacional de Migrared, Mendoza señala que se percibe con mucha claridad las experiencias de los otros países y el trabajo que se hace en favor de las personas desplazadas: “Puedo ver que todos estamos haciendo lo mejor que podemos, pero los problemas son grandes y los desafíos están ahí. Por eso, necesitamos que los demás aprendamos unos de otros, que compartamos experiencias para poder servir mejor a nuestros refugiados y solicitantes de asilo”.
También dice que una de las grandes diferencias que se tiene en Tailandia es el contexto del trabajo para refugiados: “En nuestro contexto, es un problema importante y un gran desafío porque a nuestros refugiados no se les permite trabajar en Tailandia”. Al respecto, Mendoza explica que “Tailandia no es signataria de las Convenciones sobre Refugiados y, debido a eso, nuestros refugiados básicamente no tienen un estatus legal en el país. Por eso no se les permite trabajar, no tienen acceso a los servicios gubernamentales y tienen que vivir en campamentos. Así que es una situación muy difícil en comparación con lo que ocurre en otros países, según tengo entendido, donde los refugiados pueden conseguir permiso para trabajar”.
Mendoza remarca que “escucharnos unos a otros” es lo que permite que una comprensión clara de los desafíos y, de esta manera, se vuelve más clara la responsabilidad de avanzar en una misma dirección, comprometido con su trabajo en uno de los contextos más difíciles para los refugiados en el mundo.
Cáritas Tailandia
Cáritas Internacional, en su página web, da a conocer que “Caritas Tailandia fue fundada en 1972 para llevar a cabo la labor de ayuda y desarrollo de la Iglesia, promover la justicia social y la paz, y hacer campaña como la voz de los pobres”.
También se conoce que Cáritas Tailandia puede desplegar ayuda humanitaria inmediata y eficaz para las personas más necesitadas: “Su amplia gama de programas incluye brindar atención y apoyo para ancianos y discapacitados, desarrollar programas de agricultura sostenible y explorar métodos para prevenir la trata de niños, la explotación y las peores formas de labor infantil”.
Además, Caritas Tailandia conjuntamente con Caritas Española han creado centros de aprendizaje y un orfanato en Mae Sot, Provincia de Tak, para apoyar a inmigrantes birmanos vulnerables en Tailandia.
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