Vivimos en un mundo diverso y multicultural. Entender que las diferencias lejos de enfrentarnos nos ofrecen la posibilidad de enriquecernos con el otro, es el primer paso para avanzar hacia la conciencia de la responsabilidad que tenemos como ciudadanos del mundo. Esta es una de las metas del diálogo interreligioso, una causa fundamentada en el respeto y el deseo de trabajar por las preocupaciones que van más allá de las confesiones religiosas.
Un itinerario que el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) está dispuesto a transitar con la esperanza de caminar y construir juntos, objetivo que se puso de manifiesto en el reciente encuentro entre Mons. Lizardo Estrada, secretario general, el P. Francisco Hernández director del Ceprap y una delegación del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) integrada por el Rev. Dr. Kenneth Mtata, Director de Programas, la Rev. Vilma Yáñez, el Dr. Marcelo Schneider oficial de comunicaciones y Humberto Shikiya del Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio – CREAS.
Nuevos horizontes
“Encontrarnos, conocernos fue el primer paso de este camino cimentado en el intercambio de ideas, frente a las causas que tenemos en común y que están relacionadas con temas como la paz, los derechos humanos, la ecología integral y el ejercicio de la democracia; temas profundamente relacionados con la Doctrina Social de la Iglesia y en línea con el Magisterio del Papa Francisco,” afirmó Mons. Lizardo Estrada al referirse a las conclusiones de la reunión.
Un encuentro del que destaca el ambiente de fraternidad y respeto con que efectuó. “Hemos quedado felices porque es un comienzo, para pensar en un trabajo macro que esté dirigido a las comunidades enmarcado en el acompañamiento que el Celam hace a las 22 Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe,” indicó respecto a las perspectivas que pueden generarse a partir de esta reunión que marca un nuevo horizonte de trabajo para el Celam.
Para el prelado la prioridad es “ser testigos y ejemplo de unidad”, que la gente perciba una senda compartida que reconoce la existencia de temas que nos implican a todos. “Buscar la unidad, ser testigos de ella y que la gente nos vea caminando juntos, conscientes del trabajo que debemos adelantar en áreas como la construcción de paz y reconciliación, así como los conflictos sociales y las injusticias que se cometen contra los pueblos originarios,” son realidades que advierte el obispo peruano, se estudiarán hacia el futuro pensando en la firma de un convenio entre las dos organizaciones que defina el siguiente paso en las acciones que deberán orientarse hacia el cuidado de la casa común y el acompañamiento a poblaciones vulnerables como las víctimas de la pobreza y la migración entre otros fenómenos.
Cruces comunes
Como expresión de este firme deseo de servir el Rev. Kenneth Mtata, secretario general adjunto del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), hizo entrega al Celam de una cruz de madera elaborada por artesanos de Tierra Santa. Un regalo que entrega el CMI a los amigos del ecumenismo y el diálogo interreligioso como símbolo de las causas y dolores comunes que los desafían a trabajar juntos.
Junto a la cruz el Celam recibió un ejemplar del libro titulado “Diaconía Ecuménica, un llamado a la transformación”. Se trata de la última publicación del Consejo Mundial de Iglesias, cuyo contenido aborda la experiencia del servicio conjunto de las Iglesias hacia un mundo mejor, porque el objetivo es conectarse para hacer la diferencia en el mundo. El libro recoge las voces obtenidas en una consulta mundial sobre las experiencias que muestran los frutos del ecumenismo y el diálogo interreligioso en diferentes partes del mundo.
La Rev. Vilma Yáñez de la Iglesia presbiteriana y miembro del Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias, aseguró que es muy importante el acercamiento a la iglesia católica; porque al ser un organismo ecuménico e interreligioso una de sus tareas es fomentar la unidad, además porque según afirmó “mientras más juntos estemos trabajando por la paz, por la vida, como nos enseñó Jesús; vamos a ser mucho más fuertes y tendremos más impacto dentro de la sociedad”.
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Asamblea Eclesial y camino sinodal
Por su parte Humberto Shikiya del Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio – CREAS, desde su condición de miembro de la Iglesia metodista en Argentina, los acercamientos previos con el Celam afianzan su esperanza en el camino que ofrece el diálogo interreligioso.
“Con el Celam hemos compartido diferentes procesos, uno de esos fue justamente el de escucha, previo a la primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe; un hito muy importante que a la vez derivó en el proceso sinodal donde la cuestión ecuménica ha sido clave,” afirmó. Cercanía que facilitó su participación en acciones impulsadas por Cebitepal, organismo de formación del Consejo Episcopal Latinoamericano, como es el caso del Congreso “La Iglesia al servicio de la paz,” en donde fueron invitados a hacer parte del camino sinodal.
De esta forma, los acercamientos y firmes intenciones de trabajo entre el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) y el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) ratifican la adhesión de los dos organismos al llamado que hace el Concilio Vaticano II según el cual es preciso «reconocer, preservar y promover los bienes espirituales y morales de otras religiones y los valores en su sociedad y cultura» esto como una manera de “unir las manos para trabajar por un mundo de paz, libertad, justicia social y valores morales”.
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