Charles Jason Gordon antes de ser prelado fue párroco de Gonzales, una localidad a casi 2 kilómetros de Puerto España, jurisdicción eclesial de la que es arzobispo desde 2017. Allí realizó un trabajo pastoral enfocado en la construcción de paz, en especial, como mediador entre pandillas rivales.
En el encuentro realizado en la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano, del 29 al 31 de agosto, participó activamente. Conversó con ADN Celam sobre los desafíos que la Iglesia en Antillas, y más específicamente en su región, tiene de cara al proceso sinodal, que la Iglesia universal a través del Papa Francisco ha convocado.
Puerto España, arquidiócesis qué pastorea, cuenta con 1,4 millones de habitantes, de los cuales sólo 20% se declara católico. Está a 11 kilómetros de Venezuela y desde que se erigió en 1850 “han trabajado para inculturar el Evangelio”.
Bajo la escucha sinodal
¿Qué puede contar sobre su arquidiócesis?
“En 2017, me convertí en Arzobispo de Porter España y hemos estado trabajando en el camino sinodal desde hace mucho tiempo, incluso mucho antes de que el propio Papa llamara a todos a construir el camino sinodal, estábamos a la vanguardia.
Lo que más nos ha aportado el actual proceso sinodal es una comprensión mucho más consciente de la escucha, de la implicación de todos, a partir de la conversación en el Espíritu.
Y hemos estado trabajando en esta conversación se extiendió con los sacerdotes, con los consejos pastorales, con todos los diferentes grupos de religiosos y laicos para animar realmente un camino sinodal hacia adelante.
En nuestra escucha sinodal diocesana salieron cosas muy interesantes de la Iglesia. Personas que se sentían alejadas, personas que se sentían desatendidas, personas que sentían que les habíamos abandonado.
Muchas de las cosas negativas; pero también muchas cosas positivas que la gente se sentía conectada a la Iglesia y sentía que había estado haciendo el bien en muchas de las áreas. Pero en sí, la escucha sinodal realmente nos trajo una nueva conciencia como Iglesia”.
Voz de los migrantes
¿Cuáles son los retos en su arquidiócesis?
“Trinidad y Tobago es un país multirreligioso: 20% católicos, 18% hindúes, 6% musulmanes, pero alrededor del 60% son cristianos. Y el verdadero reto es mantener a todos los grupos unidos en una conversación, lo que ha supuesto un gran reto.
Hemos tenido un grupo interreligioso desde la década de 1970 que ha viajado realmente junto, lo que ha sido una gracia de Dios.
Más recientemente hemos tenido muchos venezolanos llegando como migrantes y el reto era animar a la Iglesia a ser receptiva, a dar la bienvenida, a proteger, a cuidar, De hecho, la Iglesia respondió tan bien que en 60 parroquias se formaron ministerios para los migrantes, incluyendo escuelas para los niños; así ayudar a las madres y a los padres a encontrar hogares, puestos de trabajo, comida, en fin, todo lo esencial para vivir con dignidad.
La Iglesia se ha convertido realmente en la voz de los migrantes dentro de la sociedad. El gobierno no está contento con los inmigrantes ni con la postura de la Iglesia, pero nosotros estamos con los inmigrantes, los protegemos y abogamos por su inclusión en la sociedad.
También tenemos un alto nivel de pobreza en el país, mucha pobreza rural y urbana y subdesarrollo. Ocupamos el quinto o sexto lugar del mundo en asesinatos. Tenemos una cultura muy, muy violenta en términos de asesinatos y violencia en general.
Este fenómeno se debe a las profundas brechas sociales, por tanto, como Iglesia trabajamos incansablemente para tratar de llegar y tratar de traer algo de desarrollo, amor y cuidado a esos núcleos.
El otro gran reto es transmitir la fe a la siguiente generación. La generación joven no recibe la fe que nosotros recibimos, así que ahora tenemos que escuchar y estar realmente atentos a lo que entienden para transmitir la fe a la siguiente generación.
Soplo del Espíritu Santo
¿Cómo se siente representar a las Antillas y, si tuviera la oportunidad de hablar con el Papa, qué le diría?
“Represento a todos los obispos de la Conferencia Episcopal de Antillas. Así que soy el presidente de la Conferencia Episcopal de Antillas, que es la diócesis francesa, inglesa y holandesa del Caribe.
Creo que este Sínodo es un punto de inflexión importante para la Iglesia tan importante como el Concilio Vaticano II, porque es la primera vez que la Iglesia reflexiona sobre lo que significa para nosotros ser Iglesia.
Y en un mundo que ha estado en tal agitación y que está cambiando tan rápidamente y la cultura donde los medios de comunicación y la tecnología está dividiendo a la gente tan profundamente.
Creo que el Papa Francisco ha traído una bomba sanadora para toda la civilización. Solo pide a la gente que se siente y se escuche, aunque no estemos de acuerdo. Que podamos amar y que podamos escuchar y que podamos oír y ojalá tengamos una conversión pastoral de nuestro corazón. Creo que es un soplo del Espíritu Santo dentro de la Iglesia.
Si tengo la oportunidad de hablar con el Santo Padre, sólo quiero agradecerle su liderazgo. Sé lo mucho que ha recibido comentarios negativos de muchas personas de todo el mundo, que no ven hacia dónde se dirige, y creo que ha sido un líder asombroso, capaz de impulsar una visión del Espíritu Santo al tiempo que ha sufrido la crucifixión de muchas personas que no están de acuerdo y son escépticas sobre su dirección”.
Le puede interesar: Iglesia de Chile hizo el lanzamiento oficial de la “Jornada Nacional de la Juventud 2025”
Recibe gratis por WhatsApp y Telegram las noticias de la Iglesia latinoamericana y caribeña https://bit.ly/3HcXLDU
Sigue toda la información sobre la «Fase continental» del Sínodo aquí https://bit.ly/3RguCLO
Descarga la investigación “Nuevos escenarios y subjetividades juveniles en América Latina”
https://bit.ly/45qB6yS
Descarga el Documento de reflexiones de la Asamblea Eclesial https://bit.ly/3QXoffM
Post a comment