Van más de tres años de la pandemia del covid-19. Un tiempo que sin duda partió en dos la historia contemporánea e hizo cuestionar a la humanidad entera las seguridades en las que estaba sumergida.
Por eso, el Observatorio socio-antropológico pastoral del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), ente adscrito al Centro de Gestión del Conocimiento, presenta una nueva entrega de la investigación “Las sociedades de América Latina y el Caribe en el contexto de la postpandemia (2021-2022)” en la que se presenta información descriptiva para América Latina y el Caribe que da cuenta del impacto de la crisis de 2020 a causa de la pandemia de COVID-19 a lo largo de 2021 y 2022.
También se muestran algunas proyecciones disponibles para 2023. Su autor, Agustín Salvia, quien también coordina el Observatorio, ha explicado que “esta información se agrupa en 4 apartados que responden a la situación económica, social, ambiental y sociopolítica de la región”.
El laico y docente argentino añadió que “los datos provienen de informes e investigaciones de organismos multilaterales, instituciones internacionales y centros académicos regionales, tales como la CEPAL, OIT, UNICEF, FAO, entre otras”.
“A su vez, se ha procurado –en la medida que la disponibilidad de datos lo permitió – introducir análisis subregionales en función de las zonas geográficas de interés para el CELAM: el Cono Sur, los Países Bolivarianos, México y Centroamérica y el Caribe”, añadió.
25 años de atraso
Salvia explica que en el documento ha recogido datos respecto de la magnitud de la crisis, que comenzó en 2020 y que se atizó con la Guerra en Ucrania, el aumento de las tasas de interés en los países desarrollados y las persistentes presiones inflacionarias.
Estos elementos –según explica el autor – han afectado las economías de la región. De hecho vaticina, con base en los datos que recolectó, que se “prevén bajas tasas de crecimiento del 1,3 % y 2,4 % en 2023 y 2024”.
Por otra parte, el informe Panorama Social 2022 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) “proyecta que 201 millones de personas (32,1% de la población total de la región) viven en situación de pobreza, de los que 82 millones (13,1%) se encuentran en pobreza extrema”.
Todo ello, pese a la leve disminución registrada en 2021, añade Agustín, “las proyecciones indican que las tasas de pobreza y extrema pobreza se mantuvieron en 2022 por encima de los niveles pre pandemia en América Latina y el Caribe. Los niveles proyectados de pobreza extrema en 2022 representan un retroceso de 25 años para la región”.
Salud y educación en riesgo
La educación y el trabajo también están bajo riesgo en caso de que los Gobiernos no actúen con tiempo. De hecho, Salvia comentó que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advierte que el porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años que no estudia ni trabaja de forma remunerada aumentó de 22,3% en 2019 a 28,7% en 2020, afectando especialmente a las mujeres jóvenes (36% de ellas se encontraba en esta situación, comparado con un 22% de los hombres).
Por supuesto, en el mediano plazo, “será necesario recuperar la educación primaria para contrarrestar los años perdidos de aprendizaje con políticas de reinscripción y retención de estudiantes, nivelación del aprendizaje, entre otros”.
“Los costos a largo plazo de la crisis en la salud y la educación deben ser subsanados de manera urgente, tanto para reactivar el crecimiento como para mitigar el aumento en la desigualdad”, sostiene.
Un panorama poco alentador para la región en 2023, por lo que desde el Observatorio socio-antropológico pastoral del Celam recomienda que para “consolidar la recuperación, promover el crecimiento y reducir la pobreza y la desigualdad, los países deben seguir invirtiendo en programas sociales e infraestructura. Dicho esto, pueden mejorar la eficiencia del gasto público y así obtener un aumento del 4,4 % del PIB en promedio”.
Hacia un nuevo pacto social
Salvia asegura que “estamos ante una cascada de crisis que ha exacerbado las desigualdades y carencias de la región. No es momento para cambios graduales, sino para políticas transformadoras”.
“Se requieren esfuerzos intersectoriales de política pública que vinculen la oferta educativa con la salud, el trabajo y la protección social, y que permitan asentar mecanismos para garantizar un nivel de bienestar e ingresos en una era de volatilidad e incertidumbre”, apostilla.
El experto propone construir “nuevos pactos sociales acompañados de contratos fiscales para avanzar en el fortalecimiento de la democracia, la cohesión social y garantizar la sostenibilidad financiera de los sistemas de protección social en la región”.
Por supuesto, “la institucionalidad social es un factor crítico para la efectividad de las políticas sociales y un elemento transversal para alcanzar un desarrollo social inclusivo”.
A continuación puede descargar la investigación completa, disponible en español, portugués, inglés y francés, en en siguiente enlace https://celam.org/las-sociedades-de-america-latina-y-el-caribe-en-el-contexto-de-la-postpandemia-2021-2022/
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