Tras el 2.º Encuentro de Comisiones episcopales de prevención de abusos, realizado en la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), con apoyo del Episcopado colombiano, se han llegado a una serie de compromisos para seguir consolidando la “Red latinoamericana por la cultura del cuidado”.
Así pues las cuatro regiones en las que se divide la Iglesia: Centroamérica y México, Caribe, países andinos y países del cono sur siguen firmes en la avanzada para erradicar todo tipo de abusos: sexuales, de poder y de conciencia, desde esta naciente instancia.
Aportes del cono sur
En el caso de los países del cono sur, integrados por Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile, los agentes pastorales y obispos han valorado la convocatoria del Celam hecha desde una perspectiva eclesial: clero, vida religiosa y laicado.
En esta región, hay una creciente preocupación sobre el tema de abusos y en todas las Conferencias Episcopales “están dispuestos a asumir compromisos para plantar cara a esta dolorosa realidad”.
Se sienten “más organizados y más formados” en temas de la prevención. Se tiene mayor interés en seguir ahondando en la escucha y atención de víctimas, toda vez que agradecieron este espacio de diálogo sincero, respetuoso y de confianza, por lo que “esperamos se mantenga”.
Una vez más han valorado y reconocido al Celam como instancia representativa muy importante para esta convocatoria por su rol articulador en todo lo que “tiene que ver en la prevención de abusos”.
Conclusiones de la región andina
La región andina, integrada por Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Venezuela, que por la situación política y social del país sus representantes no pudieron estar de manera presencial, sigue apostando por la formación y comunicación.
Las buenas prácticas identificadas – dicen los de países andinos – deben seguir fortaleciéndose y, sobre todo, “saberlas comunicar para que otros también puedan aprovecharlas”.
Además han cerrado filas con las líneas guía “en apoyo a la Pontificia Comisión de protección de menores”, cuya presencia en este segundo encuentro fue clave con la presencia de monseñor Luis Manuel Alí, secretario de esta instancia.
Han propuesto apoyar la constitución de una Asociación de atención a víctimas en América Latina, porque “hay un gran interés de todos en la escucha y atención oportuna”.
En medio de todo este contexto, surge la necesidad de más cursos de formación en distintos niveles desde las experiencias de algunas conferencias episcopales para seguir consolidando el camino transitado en materia de prevención y protección.
Prioridades de Camex
Centroamérica y México (Camex) está compuesta Panamá, Costa Rica, El Salvador, Honduras, Guatemala y México, que participaron presencialmente. Mientras que Nicaragua lo hizo de manera telemática habida cuenta de la situación en este país, sus representantes no pudieron salir.
Consideran desde esta región que el 2.º Encuentro fue “muy productivo”, tomando en cuenta que “somos muchos los países que estamos comenzando”, por ende, “tenemos muchas necesidades”.
Plantean consensuar criterios y propuestas a las líneas guía, no solo desde una conferencia episcopal en particular, sino desde una perspectiva de Iglesia latinoamericana y caribeña, “así tendríamos más peso en la Iglesia universal”.
También apuestan a seguir fortaleciendo la formación – tanto virtual como presencial – como la creación de una campaña de prevención de abusos en la que “todos participemos” y “contar con una campaña contra todo tipo de abusos podrá contribuir al trabajo que hace cada uno desde sus países”.
Por supuesto, siempre será clave mantener la comunicación y estar conectados para “seguir creciendo juntos” como intercambiar materiales de apoyo que fomenten el autocuidado “es una tarea pendiente”.
Han propuesto desarrollar un directorio de asesores y expertos para ayudar a las conferencias que puedan solicitar su apoyo frente a los desafíos en materia de prevención de los abusos como la gestión de crisis.
Propuestas desde el Caribe
Los del Caribe: República Dominicana, Cuba, Puerto Rico dijeron presente. Haití no pudo participar por la situación del país y la dificultad de tramitar permisología para ingresar a Colombia.
Coinciden con otras regiones en compartir formación e información con aquellas conferencias que tienen un mayor avance.
Agradecieron la convocatoria del Celam, porque “nos pone a reconocernos mutuamente con quienes vamos en el camino”.
Han encomiado la dinámica de trabajo de los encuentros de las comisiones – Chile y Colombia – porque es una manera de hacer camino juntos “más sinodal y fraterna”.
En Caribe, las distancias pesan por lo que les urge “tener más contacto”, de hecho, mencionaron “la conferencia de las Antillas, que son numerosas islas”. Aquí prima el factor idiomático que en la actual coyuntura es una barrera, “ese es un reto que tenemos”.
En esta región se comprometen a realizar más encuentros virtuales para “socializar más lo que estamos haciendo, de manera más sistemática y organizada”.
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