Los obispos argentinos dieron cierre hoy 15 de noviembre de 2024 a su 125ª. Asamblea Plenaria en la casa de la Patrona de la Argentina: la Virgen de Luján. Casi 100 prelados de distintos puntos del país se congregaron en su primera misa dada la nueva conducción de la Conferencia Episcopal elegida esta semana: Monseñor Marcelo Colombo, presidente; Cardenal Ángel Rossi, Vicepresidente 1°; monseñor Daniel Fernández, Vicepresidente 2° [no participó porque debió partir a su diócesis: Jujuy]; y monseñor Raúl Pizarro, secretario general.
Presidió y predicó el arzobispo de Mendoza, monseñor Colombo, quien dio unas varias pinceladas sobre lo vivido en las reuniones e intercambios: “A lo largo de esta semana, provenientes de todas las Iglesias particulares de nuestro país, nos hemos reunido para fortalecer nuestra comunión y renovar la composición de las distintas comisiones de la Conferencia episcopal argentina. Cada asamblea plenaria es un alto en el camino, un ámbito para encontrarnos y profundizar en la identidad de nuestro servicio. En nuestros diálogos de intercambio pastoral, aparecían con mucha nitidez, tres palabras que resumían nuestra reflexión y nos indicaban el horizonte: misión, sínodo, regiones”.
Misión: no podemos quedarnos sentados
“Desde este sagrado lugar reiteramos el compromiso con la misión de las distintas áreas y servicios de la Iglesia de todas y cada una de nuestras Iglesias particulares y regiones pastorales”, afirmó Colombo.
Sínodo: armonía ante las polarizaciones
Monseñor Marcelo fue padre sinodal de este trascendente encuentro global de la iglesia, rescató la gracia vivida al haber podido estar ahí: “Del Sínodo nos queda el compromiso de profundizar la conversión pastoral de la Iglesia en Argentina, para testimoniar proféticamente, inclusive ante la sociedad misma atravesada por tantas polarizaciones y contradicciones, una armonía que conmueva y transforme la vida para hacerla más digna según el querer de Dios para bien de su pueblo”.
Regiones Pastorales: dar y recibir
“En una lógica de intercambio de dones, cada una de estas regiones, constituidas por el conjunto de las Iglesias particulares allí presentes, tiene para ofrecer la riqueza de sus realidades pastorales y a su vez participa a la Iglesia toda de sus búsquedas y necesidades”, describió.
Reflexiones que definen
Citó al obispo quilmeño —quien fue su formador— que marcó generaciones con su compromiso por los derechos humanos, monseñor Jorge Novak, valoró el intercambio intergeneracional dado que el episcopado argentino ha incorporado muchos obispos jóvenes en los últimos años y le agradeció a monseñor Oscar Ojea su paternidad y humanidad, juntos fueron miembros de la Comisión Ejecutiva que cesó este noviembre, “gracias por tu fidelidad sin fisuras al ministerio del Santo Padre”.
“Pongo en las manitos orantes de la Virgen de Luján este nuevo período de la Conferencia episcopal argentina. En particular, le confío nuestro ministerio pastoral al servicio del evangelio en la Argentina. Que Ella nos indique siempre a Jesús, el Camino, la verdad y la vida.” (Mons. Marcelo Colombo)
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