Desde el 9 de agosto y hasta el domingo 11 se llevó a cabo el Congreso Latinoamericano y Caribeño “Teología en clave sinodal para una Iglesia sinodal” en la sede del Celam en Bogotá, Colombia. Una valiosa instancia que puso en un primer plano la discusión teologal en el marco sinodal.
Por razones organizacionales, el panel que abordó el tema “La vida sinodal en las diócesis y las parroquias” —compuesto por los teólogos Dr. Antonio José de Almeida, Dra. Carolina Bacher y Pbro. Lic. Jaime Mancera— fue transmitido en diferido. Compartimos aquí un resumen y el video completo de sus exposiciones que tanto tocan la vida de los parroquianos, constructores del camino de la fe más sencilla de pueblo de Dios.
Almeida: Vida sinodal en diócesis y parroquias
El ponente analiza las diócesis y parroquias desde el Concilio Vaticano II, el Derecho Canónico donde están previstas varias instancias “para promover la cooperación, la acción común o, más ampliamente, la sinodalidad en estas Iglesias particulares”:
- sínodo diocesano,
- asamblea diocesana,
- consejo sacerdotal,
- colegio de consultores,
- consejo de asuntos económicos,
- consejo pastoral.
Marca “la urgencia” en promover una revisión con miras a una eficaz sinodalidad en:
1) la obligación de la formación de los Consejos Pastorales Diocesanos, Parroquiales y Comunitarios;
2) cumplir el mandato del Código de Derecho Canónico según el cual “en cada diócesis se constituye un Consejo para los Asuntos Económicos”;
3) la búsqueda sistemática del consenso, expresado por al menos 2/3 de los votos favorables de los miembros de estos Consejos;
4) “hacer participar, en la medida de lo posible, a todos los fieles, directamente o por medio de representantes electos”;
5) cuidar “en los Consejos, de no buscar simplemente la voluntad de la mayoría, sino que se concilien los derechos e intereses de los grupos mayoritarios y minoritarios”;
6) garantizar la “organicidad” en la composición de los Consejos en los distintos niveles de la estructura eclesiástica.
“El Concilio, que sigue vivo en un Papa como Francisco, necesita urgentemente sembrarse entre los obispos, los sacerdotes, los diáconos, los religiosos y religiosas, los millones y millones de laicos de este mundo que no es el breve siglo XX, sino el inquietante siglo XXI. Este es el terreno en el que la sinodalidad podría ser, de hecho, lo que Dios espera de la Iglesia del siglo XXI”, finalizó Almeida.
Bacher: Dimensiones pastorales de la conversión sinodal: consensos y desafíos
“Como aporte a esta etapa de proximidad de la próxima Asamblea de octubre me interesa destacar que, en los procesos consultivos, las conversaciones sinodales y las síntesis alcanzadas es necesario sostener la articulación de dos agendas:
- Una, que corresponde a los agentes cualificados del día a día eclesial, con los desafíos que comportan las responsabilidades institucionales. En dicho marco, se ubican las reflexiones que buscan propiciar instancias orgánicas, estructuras y ministerios; la necesaria conversión de las relaciones entre ministros ordenados; y la inclusión de las mujeres en funciones de liderazgo y decisión pastoral, por poner algunos ejemplos. Estos aspectos son importantes, ya que conllevan en ocasiones muchos sufrimientos en los agentes pastorales, pero no son extensivas.
- La otra agenda corresponde más a los desafíos que experimentan los demás integrantes del Pueblo de Dios. Esta comporta una agenda extensiva, ya que estamos pensando en más del 90 % de los bautizados, y requiere una interlocución que se deje interpelar por los emergentes culturales contemporáneos y su discernimiento a la luz de la Palabra.
Aquí corresponde ubicar:
- las propuestas de conversión de las prácticas de abuso, ya sea sexual, de conciencia y de poder,
- la necesidad de rendición de cuentas y transparencia comunicativa,
- las desafectaciones de las nuevas generaciones,
- el rol de los cristianos en estas transformaciones sociales excluyentes,
- y el desafío aún poco explorado de la resignificación del Kerigma a la luz de la presencia de Dios en las transformaciones culturales de nuestra época.”
Mancera: Otras claves para pensar la vida sinodal diocesana y parroquial
Estructuró su exposición sobre los siguientes ejes temáticos:
Comunicación y gestión de la información: “Podemos tener buenos propósitos, pero si no sabemos comunicarlos, si no llegan a quienes lo necesitan escuchar, si no son comprensibles para ellos, sino despiertan una respuesta comprometida, no los podremos lograr”.
Proceso integral de evangelización: “La sinodalidad se va aprendiendo como fruto de un proceso de evangelización integral, arraigada en la experiencia de encuentro con Cristo, y en una vida de comunidad que va enseñando a los fieles el sentido de pertenencia, la corresponsabilidad de todos en la misión, las distintas formas de participación, la necesidad del discernimiento comunitario y el compromiso misionero concreto”.
Multiculturalidad e inculturación: “La multiculturalidad es una realidad aún no suficientemente asumida en nuestra sociedad, y que pone retos a la tarea evangelizadora, en su misión de construir una comunidad eclesial sinodal”.
Calidad de relaciones interpersonales: “Una parroquia es lo que son sus relaciones, por tanto, el desafío de la sinodalidad comienza por la calidad de relaciones que cultivamos y brindamos en la comunidad. Relaciones que generan la credibilidad del Evangelio y dan fundamento a la vida eclesial”.
“Cada uno de estos aspectos influye significativamente en el desarrollo de un rostro más sinodal de la Iglesia”, concluyó Mancera.
Este Congreso estuvo organizado por el Equipo de Reflexión Teológica del Celam con el objetivo de impulsar una mayor comunión en el camino de la reflexión teológica católica latinoamericana y caribeña al servicio de una Iglesia sinodal y de un modo creativo y sinodal de hacer teología.
Según informamos en ADN Celam, “el 11 de agosto, el teólogo y sacerdote brasileño Agenor Brighenti fue designado por la presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), como nuevo coordinador del Equipo Teológico-Pastoral del Celam, sucediendo al padre Carlos María Galli, quien estuvo durante casi cuatro años ejerciendo esta importante labor».
«El sacerdote Brighenti, doctor en Teología, asumirá esta responsabilidad para el período del cuatrienio 2024-2028 y tendrá la misión de animar un ejercicio sinodal del quehacer teológico en el ámbito latinoamericano; así como también servir a las necesidades que el Celam, las Conferencias Episcopales y la comunidad teológica de América Latina y del Caribe le confíen en función de su especialidad.”
Acceda a las tres ponencias completas:
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