“Un compromiso cada vez más decisivo en la Sinodalidad, en sintonía con el Papa Francisco y la Iglesia universal, y en la lucha contra los abusos. Un llamado renovado por la paz en Ucrania y en todo el mundo”. Estas fueron las indicaciones recogidas en el comunicado final de la 76ªAsamblea General de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), que finalizó el pasado 27 de mayo.
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El cardenal Matteo Maria Zuppi, arzobispo de Bolonia, fue electo como presidente de los obispos italianos, en relevo del cardenal Gualtiero Bassetti, de 80 años, arzobispo de Perugia-Città della Pieve. El propio Bassetti leyó la comunicación del Papa con la elección del cardenal Zuppi.
El nombramiento del cardenal Zuppi al frente de la Iglesia italiana ha generado muchas expectativas, no sólo en Italia, sino en el resto del mundo, por sus experiencias pasadas, en particular la de asistente de la Comunidad de Sant’Egidio, que lo pusieron en contacto con muchas realidades internacionales, por ejemplo, el conflicto de Mozambique.
Como es sabido, la Comunidad de Sant’Egidio está presente en varios países de América Latina. En los últimos años ha tenido, por ejemplo, un papel activo en el proceso de paz en Colombia
Camino Sinodal: ‘Estados Generales’ de la Iglesia
“El Camino Sinodal de las Iglesias que están en Italia continúa con el segundo período”, subraya el comunicado final. “Escuchar ayudará a responder a las preguntas reales, no a las que pensamos”, aseguró el cardenal Zuppi hablando en rueda de prensa sobre el segundo año sinodal.
Entre las novedades de esta asamblea de la CEI, ha señalado el nuevo presidente, está el hecho de que “por primera vez las representantes regionales del proceso sinodal, entre ellas muchas mujeres, estuvieron presentes en dos sesiones de trabajo. Grupos sinodales por primera vez junto a los obispos, en nombre de la colegialidad y la sinodalidad”.
“Una combinación en la que el Papa insistió con mucha fuerza: no nos pedía investigación sociológica, sino escucha. Continuaremos este camino el próximo año, que será una especie de grandes ‘Estados Generales’ de la Iglesia en los que no hay lugar para hablar unos de otros. Escuchar, en efecto, nos hiere y provoca respuestas”, acotó el prelado.
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Un informe sobre abusos en Italia
Además, la Asamblea decidió implementar “un primer informe nacional sobre las actividades de prevención y los casos de abusos denunciados o denunciados a la red de servicios diocesanos e interdiocesanos en los últimos dos años y comenzar un análisis sobre los datos de delitos presuntos o comprobados perpetrados por clérigos en Italia en el período 2000-2021, custodiado por la Congregación para la Doctrina de la Fe”.
Para el 18 de noviembre, anunció el cardenal, “se dará a conocer ese primer informe nacional sobre abusos, resultado de más de un año de trabajo, que estará a cargo de dos institutos universitarios de Criminología y Victimología”.
Por una Europa y un mundo sin armas nucleares
“En esta pandemia bélica es importante la apuesta por la paz”, reiteró el presidente de la CEI, por ello “hay que aceptar el gran reto de la migración: muchos intentan volver a Ucrania, pero muchos se quedan”.
Además, la guerra en curso en el corazón de Europa, según Zuppi, “no debe hacernos olvidar las otras piezas bélicas del mundo”. En cuanto al frente internacional, durante la Asamblea de estos días los obispos han abogado por la adhesión al Tratado de Naciones Unidas para la prohibición de las armas nucleares.
El perfil del nuevo presidente
El también arzobispo de Bolonia, tiene 66 años y nació en Roma el 11 de octubre de 1955. A los 22 años, tras graduarse en Letras y Filosofía en la Universidad La Sapienza, con una tesis en Historia del Cristianismo, el futuro cardenal ingresó en el seminario de la diócesis suburbicaria de Palestrina.
Fue ordenado sacerdote para el clero de Palestrina el 9 de mayo de 1981 e inmediatamente después vicario del párroco de la basílica romana de Santa María en Trastevere, sucediendo a monseñor Vincenzo Paglia.
Incardinado en Roma el 15 de noviembre de 1988, Zuppi ocupó varios cargos en la capital. De 2000 a 2012 fue asistente eclesiástico general de la Comunidad de San Egidio y fue precisamente en esos años cuando vivió otro momento fundamental: en nombre de la Comunidad de San Egidio, Zuppi actuó como mediador en Mozambique en el proceso que llevó a la paz después de más 17 años de sangrienta guerra civil.
En 2010 fue llamado a dirigir la parroquia de los Santos Simón y Judas Tadeo en Torre Ángela, la periferia este de la ciudad, donde aún se le recuerda con mucho cariño. El 31 de enero de 2012, Benedicto XVI lo nombró obispo titular de Villanova y auxiliar de Roma.
En 2015 tomó posesión de la sede metropolitana de Bolonia, donde Zuppi pronto recibió un gran aprecio por parte del clero local y donde enseguida mostró un fuerte compromiso con la pastoral de los más pequeños. Luego, el Papa lo creó cardenal en el consistorio del 5 de octubre de 2019 con el título de San Egidio.
Texto de Bruno Desidera, Agencia SIR
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