En el Día del Niño por Nacer, la Iglesia en Bolivia comparte la labor que realiza por la defensa de la vida desde la concepción y la promoción de una cultura de respeto y responsabilidad.
María Beysabel Espinoza Verastegui, colaboradora responsable de la Sección de Pastoral Familiar en el Área de Comunión Eclesial de la Conferencia Episcopal Boliviana, comparte sobre la labor de la Iglesia boliviana en esta jornada, el papel de la Iglesia en la educación y acompañamiento de las familias, y los desafíos actuales en la defensa de la vida.
Además, detalla las actividades programadas para esta fecha y envía un mensaje de aliento tanto a quienes luchan por la causa provida como a las madres que enfrentan situaciones difíciles.

María Beysabel Espinoza Verastegui
Guardianes de la vida
Pregunta: ¿Cuál es el significado del Día del Niño por Nacer y por qué es tan importante para la Iglesia en Bolivia?
Respuesta: Con motivo de la fiesta de la Anunciación del Ángel a la Virgen María, se motiva a que todas las personas que creemos en la vida nos unamos en oración por los niños que están en el vientre de las madres.
En Bolivia es importante, porque vemos que aún existen casos de abandono de recién nacidos y la desinformación de jóvenes que ven el aborto como una fácil acción para librarse de la responsabilidad de criar un hijo.
P.: En un contexto donde la vida muchas veces es vulnerada, ¿qué mensaje quiere transmitir la Pastoral Familiar en esta jornada?
R.: Que debemos ser centinelas, guardianes de la Vida, desde la concepción hasta la muerte natural, eso significa cuidarse como mujeres, cuidarse como varones; asumir con responsabilidad el matrimonio, como una bendición, porque es una institución que protege a la familia. Donde el amor es la fuente de toda acción.
Defensa de la Vida
P.: ¿Cómo podemos fortalecer la cultura del respeto y la defensa de la vida desde la concepción en nuestras familias y comunidades?
R.: Los padres hemos dejado la tarea de la educación sexual de nuestros hijos, la hemos delegado a las escuelas y al internet, pero ahí no hay garantía de una educación que respete la vida del ser humano y la dignidad de la mujer.
Los padres de familia debemos asumir esa tarea formándonos, preparándonos, no dejar a nuestros hijos en la confusión que traen las ideologías o la banalización del amor de pareja.
Dar y recibir amor
P.: San Juan Pablo II dijo que la vida es un don sagrado. ¿Cómo podemos ayudar a que este mensaje llegue especialmente a los jóvenes y matrimonios en formación?
La Encíclica Evangelium Vitae menciona amenazas contra la vida humana, que en este momento se configuran con unos rasgos particulares, como la libertad muy individualista, que acaba por ser la libertad de los más fuertes contra los débiles; relativismo, que hace pensar que todo es convencional y negociable. Además, el ser humano está rechazando u olvidando su relación fundamental con Dios.
El tema paternidad responsable ligada al compromiso en el proyecto matrimonial. Fortalecer la certeza en la juventud, sobre todo, una nueva vida es una bendición que debe ser tratada como tal, somos seres humanos con capacidades de dar y recibir amor.
Una vida es una bendición
P.: Desde su experiencia en la Pastoral Familiar, ¿qué resultados ha tenido esta celebración en años anteriores en la conciencia de las personas?
R.: Por acción de Dios, podemos decir que no solo es necesario sacar pancartas y gritar en favor de la vida, lo más importante será la formación en valores que demos a nuestros hijos.
En ámbitos en los que se mueve la pastoral familiar reforzamos la prevención y la idea de que una vida es una bendición y debe ser tratada como tal, en todas las etapas de la vida familiar.
Actividades por el 25 de marzo
P.: A nivel nacional, ¿qué actividades están previstas para este 25 de marzo y cómo pueden sumarse las familias y comunidades?
R.: Desde el 21 de marzo se realiza un taller virtual con temas relacionados a las “Leyes de protección al niño por nacer”, “Desafíos de la Bioética en relación a la defensa de la vida” y “Código de ética en relación al cuidado de la vida humana”.
También, en todas las jurisdicciones donde hay Pastoral Familiar hay acciones: nos unimos con 40 días de oración por la vida frente a hospitales con este movimiento que con oración y orientación a madres jóvenes las acompañamos espiritualmente.
Formaciones virtuales y presenciales en defensa de la vida; procesiones con la Virgen María de la Dulce espera; oración del Rosario por las mujeres embarazadas y sus familias; coordinación con instituciones PRO VIDA; Misa con bendición de mujeres gestantes, regalando ropitas para su bebé.
Cuidar la vida
P.: ¿Qué palabras quisiera compartir con quienes defienden la vida y con aquellas madres que enfrentan dudas o dificultades en su embarazo?
R.: A quienes defienden la Vida, los animo a seguir sin miedo cuidando la vida, preparándose seria y profundamente. No podemos hablar de lo que no sabemos. Hacerlo con honestidad y compromiso con la Vida y nada más.
A las mujeres jóvenes: soñemos y preparemos esta experiencia con mucha responsabilidad, porque es una vida humana que Dios pone en nuestras manos. Debemos respetar etapas y procesos, tanto hombres como mujeres; los niños que Dios nos manda son seres inocentes que merecen nuestro amor y llegar a un hogar establecido, donde se ha crecido en el amor de esposos y con la seguridad de que tienen a personas que los va a proteger.
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