ADN Celam. Hasta el 30 de abril está abierta la inscripción al Diplomado de Cuidado y Protección de niñas, niños, adolescentes y personas vulnerables (NNAyPV) que organiza la CLAR (Confederación Latinoamericana de Religiosos) junto con el Celam y el Cebitepal. En este contexto entrevistamos a la hermana Alejandra Elbaba* que forma parte del Equipo Coordinador de este Diplomado que está previsto de modo presencial en Bogotá (Colombia) del lunes 1 de agosto al viernes 25 de noviembre 2022.
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Interpelados por el sufrimiento
Hermana Alejandra, ¿de qué se trata este de Diplomado Cuidado y Protección de niños, niñas, adolescentes y adultos vulnerables?
Como hijas e hijos de la Iglesia, nos sentimos urgidos a hacer camino de crecimiento personal, comunitario e institucional en el tema del Cuidado y la Protección de todas las personas que acompañamos en el trabajo pastoral, particularmente de niñas, niños, adolescentes y personas vulnerables. Somos interpelados por el sufrimiento de quienes dentro de la Iglesia han encontrado dolor en lugar de esperanza; confusión, en lugar de anuncio gozoso de Evangelio.
Es hora de que, trabajando juntos como Instituciones Eclesiales, hagamos un aporte decidido en la promoción y creación de espacios seguros y protectores para todas las personas, particularmente, las más vulnerables de nuestras sociedades, y promover una Cultura del Buen Trato.
Por eso el CELAM, en comunión con la CLAR y a través del CEBITEPAL, queremos ofrecer un Diplomado de Cuidado y Protección que ayude a nuestras comunidades eclesiales y de Vida Religiosa a prepararnos de manera profesional en el campo del Cuidado y la Protección de niñas, niños, adolescentes y personas vulnerables.
¿Cuál es su rol en el Diplomado? Del temario propuesto, ¿cuáles temas aborda usted?
Personalmente, formo parte del equipo coordinador del Diplomado que estará acompañando el curso, desempeñando las funciones de supervisión general del desarrollo del curso para garantizar el cumplimiento de los objetivos; la toma de decisiones para enfrentar eventualidades de organización, coordinación con especialistas externos, atención a los participantes; acompañamiento personal de los participantes y docencia. Específicamente en este punto, facilitaré la temática del Desarrollo y madurez sexual, La autobiografía sexual, Realidades culturales relacionadas con la sexualidad y Quién cuida a los cuidadores.
Creando comunidad continental de aprendizaje
¿Por qué hay tanta dedicación minuciosa en la selección de los candidatos a participar del Diplomado?
El Diplomado de Cuidado y Protección tiene como objetivo crear una comunidad de aprendizaje a nivel continental que luego, en sus países o en sus regiones, y en comunicación de buenas prácticas formativas y de reflexión, genere procesos de conversión continua y profunda, al interior de la Iglesia y de nuestras comunidades, y así dar pasos concretos en la creación de ambientes seguros y protectores. Queremos garantizar en lo posible que los participantes tengan una madurez psico-afectiva y espiritual para afrontar un tema que posee tanta resonancia y repercusión comunitaria y, sobre todo, personal. Que, además, estén motivados para trabajar en este campo pastoral, con el compromiso personal y comunitario de ocuparse al menos en los próximos cinco años en esta área.
Comunicación y abusos
La cuestión del abuso de menores en ámbitos eclesiales se está asumiendo con mucha entereza, sinceridad y deseos de transparencia en nuestra Iglesia. ¿Cómo ve el abordaje del tema en los medios de comunicación y en las redes sociales? ¿Cómo estamos comunicando los casos, personas, hechos concretos?
Creo que, en este aspecto, estamos aprendiendo más de los errores que de los aciertos. Como comunidad eclesial estamos haciendo intentos de transparencia y responsabilidad que no son del todo suficientes aún, sobre todo en la protección y acompañamiento de las víctimas, en la asunción de responsabilidades de quienes de verdad la tienen y en comunicar y nombrar lo que aún es “innombrable”, por el dolor que produce, por la vergüenza y por una mala concepción de “cuidado y protección de nuestra Iglesia”. Respecto de los medios masivos de comunicación, veo todavía mucho sensacionalismo y objetivo “venta” más que colaboración y ayuda a las víctimas y como prevención. Aunque hay que decir también que hay de todo, y que en algunos casos se ha dado una comunicación eficiente y eficaz, pero esto no es lo que abunda a mi entender.
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Formación – Escucha – Protección
¿Cuál es su opinión sobre la formación en los seminarios en la cuestión del abuso de menores en ámbitos eclesiales? ¿Qué sobra? ¿Qué falta? ¿Cómo evalúa la formación de los laicos que participan activamente de la vida eclesial?
Con respecto a la formación en los seminarios, no es mucho lo que puedo aportar porque no estoy en el tema. Sin embargo, estoy convencida de que hablar de ello, leer, discutir, capacitarse, discernir, puede convertirse en absolutamente preventivo. El mismo Papa Francisco nos pide que nos saquemos las vendas de los ojos y miremos la cuestión del abuso en toda su crueldad, que pidamos perdón y que nos convirtamos para poder mirar a las víctimas a los ojos y hacernos cargo de lo que nos toca.
Tanto religiosos, sacerdotes como laicos, tenemos que entender que la cuestión del abuso de menores es un problema sistémico, que no son casos aislados, sino que son consecuencia de una estructura y un sistema en los cuales el modo de ejercer y vivir el poder nos hace daño y es el caldo de cultivo de cualquier tipo de abuso. Cuando comprendamos esto, la mitad de la formación ya estará lograda.
Una pincelada sobre cómo escuchar a un menor que se acerca a contarnos una historia de abuso. ¿Hay una mejor forma de escuchar que otra? ¿Cómo actuar en lo inmediato?
Una pincelada, y la principal para mí (al escuchar a un menor o a un adulto abusado): ¡creerle! Primero creerle, demostrarle con la actitud atenta de escucha que lo que dice es importante para nosotros, que lo acogemos y que haremos algo con ello. Y ahí se activan los protocolos, que para esto es imprescindible tenerlos y publicarlos, es decir, darlos a conocer en nuestras comunidades.
¿Cómo se generan/planifican ambientes eclesiales protectores, resilientes, al servicio del cuidado del menor?
Al hilo de lo anterior, uno de los primeros pasos para generar ambientes protectores es crear las estructuras de escucha y apoyo, pero fundamental, que los niños, niñas y adultos sepan de ellas. De nada sirve tener las oficinas de recepción de denuncias o cualquier otra organización si está escondida y las personas no saben de su existencia.
Luego vendrán los planes de prevención que tenemos que armar de forma participativa, cuya antesala es el mapa de riesgos.
Por último, no dejar de mencionar en esta breve entrevista la necesidad de formarnos y “despertar” como terceros responsables de ojos abiertos, ser adultos que de verdad “veamos” y “actuemos” cuidando a los niños y a los adultos vulnerables. El abuso se da en sistemas de puertas cerradas (reales o simbólicas), en ambientes donde prima el silencio temeroso, la manipulación, la sordera a los gritos provenientes de los distintos lenguajes, el avasallamiento de las personas en cualquiera de sus formas, la desatención y la desidia, etc. Y esto sí que es responsabilidad de todos y un compromiso evangélico que, si no lo hemos hecho ya, tenemos que asumir de una vez por todas.
Datos del Diplomado:
- Del lunes 1 de agosto al viernes 25 de noviembre 2022
- Modo Presencial – Bogotá (Colombia)
- Por consultas vía mail: secsocial@celam.org
- Por consultas vía Whatsapp: +57 321 9894955
- Inscripciones abiertas hasta el 30 de abril
El Diplomado contará con una capacidad para 30 personas, a quienes se les otorgará una beca de estudio. Sus Instituciones de referencia deberán asumir su manutención, correspondiente a hospedaje, alimentación y/o traslados, así como los trámites de Visa y seguro médico.
Para ampliar información: http://www.celam.org/cebitepal/det_pro.php?id=NjU0
* Alejandra Elbaba es Hermana Dominica del Santísimo Nombre de Jesús. Lic. en Psicología (UBA), Máster en Estudios Comparados de Literatura, Arte y Pensamiento y Doctora en Humanidades (UPF). También posee un Diplomado en Protección de Menores del Centre of Child Protection, de la PUG. En su Congregación, se desempeñó como animadora de comunidad, formadora y en ministerios de gobierno. Trabaja en Educación y es la Delegada General de Protección de la Niñez y Personas Vulnerables. Es miembro de la Comisión de Cuidado y Protección de NNAyAV de la CLAR y de la Conferencia Argentina de Religiosos y Religiosas (CONFAR).
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