Un hombre de esperanza, un hombre sencillo, un buen franciscano. Así recordó el Cardenal Pedro Barreto, presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama) y de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) a Monseñor Claudio Hummes, el arzobispo emérito de São Paulo que falleció este 4 de julio a los 87 años.
Seguro de que Monseñor Claudio ya está en la presencia de Dios, esa presencia eterna y definitiva a la que todos aspiramos; el arzobispo de Huancayo en Perú resaltó su figura como el hombre que supo acompañar a la Iglesia y al Papa Francisco.
Espiritualidad encarnada
Testimonio de una profunda espiritualidad y de una gran sencillez, permanece en la memoria del Cardenal Pedro Barreto esa bella anécdota en la que Monseñor Claudio se acercó al Papa Francisco en los primeros momentos tras su elección como Obispo de Roma y Vicario de Cristo, para abrazarle y decirle que no se olvidara de los pobres, instante que motivó en el corazón y la mente del Pontífice la elección del nombre que le acompañaría al iniciar esta nueva misión. “Monseñor Claudio estuvo muy cerca de él y muy cerca de todos y cada uno de los miembros de la gran familia de la Amazonía,” afirma el prelado.
El cardenal Pedro Barreto indica que uno de los mayores valores de Monseñor Claudio es que siendo emérito se dedicó a la Amazonía. Incluso desde los primeros años de esta etapa de su vida espiritual, participó activamente en todas las actividades pastorales referentes a este bioma, centro de riqueza tanto como de marginación. Su experiencia, le permite asegurar que Dios ya lo había puesto a él como el Francisco de Asís, el Francisco de Roma, el Francisco de la Amazonía que encarnó.
Amistad y agradecimiento
Al conocer la noticia de su desaparición, el Cardenal Pedro Barreto solo puede agradecer a Dios la oportunidad de haber compartido con él estos últimos siete años y medio de su vida.
Un tiempo cargado de experiencias del corazón y de las que recuerda en particular, las dos visitas que hicieron juntos a la ciudad de Sao Paulo, una en diciembre de 2021, la otra en marzo de este año. El propósito era asistir a la primera Asamblea Ordinaria de la Conferencia Eclesial de la Amazonía, la Ceama, allí anunció su renuncia por motivos de salud.
En esa oportunidad el cardenal Barreto le expresó su agradecimiento como hermano y colega, porque su trabajo se hizo evidente en la consolidación de organismos como la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), logrando “que los pueblos originarios y comunidades tradicionales de la Amazonía se sintieran reflejados como parte de la Iglesia y en la defensa de la vida en la Amazonía”.
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El legado
Para el cardenal Barreto la fuerza del Espíritu Santo ha de seguir animando este camino, “teniendo una estrategia de encarnación en el territorio amazónico en la complementariedad entre la CEAMA y la REPAM en esta tarea”.
Enseñanzas que dejó a su paso Monseñor Claudio Hummes en el compartir con las comunidades, las organizaciones comunitarias, los pueblos amazónicos trabajando siempre por el sueño de una Iglesia encarnada y con rostro amazónico. Ante el camino recorrido y la infinidad de recuerdos el cardenal Barreto solo puede expresar su gratitud.
“Gracias Monseñor Claudio porque tu testimonio de amor a Jesús y a la Iglesia, de amor a la Amazonía, está dando sus frutos y tú desde el cielo, intercederás por la primera Conferencia Eclesial de la Amazonía de la cual fuiste el primer presidente…abriendo camino para la Iglesia en este proceso sinodal que vivimos. Así el cardenal Barreto, confía en que Dios bendecirá, acompañará y fortalecerá a su siervo a quien le pide que al gozar de la presencia amorosa de Dios nos bendiga a todos en la Iglesia junto al Papa Francisco.
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