Este 11 de enero, cuando se inician las audiencias jubilares de los sábados, el Papa Francisco ha nombrado al Cardenal Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre (Brasil) y Presidente del Celam, miembro de dos Dicasterios de la Santa Sede: el Dicasterio para la Doctrina de la Fe y el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
De acuerdo con la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium, sobre la Curia Romana y su servicio a la Iglesia en el mundo, “la función del Dicasterio para la Doctrina de la Fe es ayudar al Romano Pontífice y a los obispos a proclamar el Evangelio en todo el mundo, promoviendo y tutelando la integridad de la doctrina católica sobre la fe y la moral, sobre la base del depósito de la fe y también buscando una comprensión cada vez más profunda de esta ante los nuevos interrogantes” (Praedicate Evangelium 69).
Asimismo, la misma Constitución Apostólica contempla que “el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos promueve la sagrada liturgia según la renovación emprendida por el Concilio Vaticano II” (Praedicate Evangelium 88). Entre sus funciones se encuentra la redacción o revisión y actualización de las ediciones de los libros litúrgicos, así como la celebración periódica de los Congresos Eucarísticos Internacionales y la protección y culto de las sagradas reliquias, así como la confirmación de los patronos celestiales y la concesión del título de Basílica menor.
En la homilía del Papa durante el consistorio del 7 de diciembre de 2024, cuando fue creado cardenal el Presidente del Celam junto con otros 20 cardenales de la Iglesia católica, Francisco les recordaba que “lo que debe animar su servicio como cardenales es el riesgo del camino, la alegría del encuentro con los demás y el cuidado de los más frágiles”. En este sentido, se comprende que uno de los princípios vertebrales de los miembros de los Dicasterios es “hacer posible y eficaz la misión pastoral del Romano Pontífice en su preocupación por toda la Iglesia”.
Para el Cardenal Spengler, quien también es Presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, “el servicio se antepone al título de eminencia”, como afirmó durante el consistorio, recordando la carta que el Papa envió a los nuevos cardenales y confirmando su voluntad de “estar disponible a lo que la Iglesia me pide”.
Otros nombramientos latinoamericanos
Además de las dos nuevas nominaciones que recibió el Cardenal Spengler este 11 de enero, el Papa también ha nombrado al Cardenal Vicente Bokalic Iglic, arzobispo de Santiago del Estero y Primado de Argentina, miembro del Dicasterio para la Evangelización, mientras que el Cardenal Luis Gerardo Cabrera Herrera, arzobispo de Guayaquil (Ecuador), ha sido nombrado miembro del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.
De igual forma, el Papa ha nombrado al arzobispo de Lima (Perú), el Cardenal Carlos Gustavo Castillo Mattasoglio, miembro del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, y al Cardenal Fernando Natalio Chomalí Garib, arzobispo de Santiago de Chile, miembro de la Pontificia Comisión para América Latina.
Con relación a este nuevo nombramiento del Papa, el Cardenal Chomalí ha manifestado su deseo de “contribuir a comprender a cabalidad la situación de América Latina para poder abordar una evangelización que penetre lo más profundo del alma de esta zona del mundo y dé frutos abundantes en justicia, en fraternidad, en amor”, como se recoge en el portal Iglesia.cl. «Quisiera también darle un gran impulso al conocimiento de la doctrina social de la Iglesia y postular la dignidad de la persona humana y todas las repercusiones que ello tiene en el ámbito social, laboral, familiar», concluye el cardenal chileno.
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