ADN Celam

Este 10 de diciembre, al celebrarse el 74.º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos el Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, ha compartido un mensaje en el que reafirma el compromiso del organismo episcopal por la dignidad humana.

Hacer propio el dolor de los que sufren

“El CELAM quiere llegar hoy hasta ustedes para abrazar con ternura, en primer lugar, a cada una de las personas que sufren de alguna manera la violación de sus derechos, situación que afecta su dignidad de hijos e hijas de Dios”, expresa el purpurado peruano.

Expresamente, “la Iglesia hace suyo el dolor que les aflige, en cualquier lugar de nuestra América Latina y el Caribe, donde sea que el derecho a la vida, a la libertad, a la posibilidad de lograr el sustento diario, así como poder manifestar su fe religiosa o expresar el pensamiento sin represión estén amenazados o prohibidos”.

Por la promoción del bien común

En este sentido, fiel al Magisterio de la Iglesia, el Celam aboga por “el derecho a la salud, a la educación, a la vivienda, al trabajo y al descanso”, así como “a la honra, al acceso universal a la justicia, a la presunción de inocencia, a la seguridad social, a salir o entrar libremente de su propio país, a recibir asilo cuando se es perseguido injustamente”. También insiste, siguiendo la carta encíclica Fratelli tutti, del Papa Francisco, en “el derecho de los ciudadanos a participar en la promoción y gestión del bien común”.

En consecuencia, el Presidente del Celam exhorta “a todos los agentes a seguir trabajando por la defensa y promoción del ser humano, en especial de los pobres, excluidos o perseguidos”. “Que no decaiga su ánimo –agrega Mons. Cabrejos– ante tantas atrocidades que aún ocurren en la región o en el mundo, como es el caso de la guerra contra Ucrania”.

“No renuncien nunca a la paz”

En comunión con las intenciones del Obispo de Roma en su llamado permanente por la paz en Ucrania, la Iglesia latinoamericana y caribeña insiste: “no renuncien nunca a la paz. Tengan siempre presente que Dios los ama y los alienta a seguir cuidando de cada hermano o hermana, especialmente de quienes sufren. La Iglesia les agradece por su testimonio”.

De igual forma, Mons. Miguel Cabrejos anima a las víctimas de todo tipo de atropellos en el continente a seguir adelante, asegurándoles que “a pesar de todos los atentados, su dignidad de hijos de Dios es inalienable y se conserva intacta”. Además, “la sangre de los santos mártires de la Iglesia y de muchas mujeres y hombres que han puesto su vida al servicio de promover y defender los derechos humanos, expresa este compromiso constante como creyentes y como miembros de la familia humana de ‘ampliar la tienda que nos cobija’ para que todos y todas tengamos cabida, ¡que nadie quede afuera!”.

Finalmente, el Presidente del Celam hace un llamado a la conversión sincera y decidida “a quienes, desde sus responsabilidades en los Estados, permiten que aún ocurran violaciones a los derechos humanos”. “Les pedimos en nombre de Dios, como lo dijo San Oscar Romero, que detengan ya todo atropello a las personas y a su dignidad”, concluye Mons. Cabrejos.

Lea a continuación el Mensaje del Presidente del Celam por el Día Internacional de los Derechos Humanos.

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