La Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB) ha lanzado una nota que tiene por título “La vida en primer lugar”, donde muestra que “no está de acuerdo y expresa su desaprobación de cualquier iniciativa que señale la flexibilización del aborto”.
Promesa de campaña
El escrito es una reacción a “las últimas medidas, como la desconexión de Brasil de la Convención de Ginebra y la revocación de la ordenanza que determina la comunicación del aborto por violación a las autoridades policiales”, ante lo que los obispos afirman que “necesitan ser aclaradas por el Gobierno Federal considerando que la defensa del niño por nacer fue un compromiso asumido en campaña”.
El escrito del episcopado brasileño señala que “el momento exige sabiduría y equilibrio para la búsqueda efectiva de la paz. Es necesario recordar que cualquier atentado contra la vida es también una agresión al Estado Democrático de Derecho y configura ataques a la dignidad y al bienestar social”.
Finalmente, los obispos insisten en que “la Iglesia, sin ataduras partidistas ni ideológicas, fiel a su Maestro, llama a todos a unirse en la defensa y protección de la vida en todas sus etapas, misión que requiere compromiso con los pobres, con las mujeres embarazadas y sus familias, especialmente con la vida indefensa por nacer”, concluyendo con ¡Un «no» rotundo al aborto!
Defender la cultura de la vida
Por su parte, Mons. Ricardo Hoepers, presidente de la Comisión Episcopal para la Vida y la Familia de la CNBB, agradeció a la Presidencia de la entidad la nota divulgada “en la que defiende con firmeza la vida humana desde la concepción hasta su fin natural», destacando igualmente la importancia de la promoción y el cuidado integral de la madre y el niño. El obispo critica actitudes del gobierno brasileño «que apuntan a un camino peligroso: la promoción de una cultura pro-aborto.»
Insistiendo en que Brasil “es de la cultura de la vida», afirmó que la Iglesia «tiene el deber de defender la cultura de la vida en todas sus etapas«, llamando a los católicos a tener clara la postura de la Iglesia sobre la inviolabilidad de la vida humana. Según Mons. Hoepers, «creemos que es posible, en pleno diálogo con las políticas públicas, una promoción integral de la madre y del niño, una defensa integral de la madre y del niño, un cuidado integral de la madre y del niño, abarcando así a todas las familias».
Para el prelado, «como Iglesia, siempre defenderemos -y lo reiteramos en esta nota- nuestra posición en relación a la vida como algo sagrado, inalienable y que tiene una dignidad que no puede ser irrespetada. Las leyes lo prevén y nuestro corazón cristiano, con toda seguridad, viene a confirmar a través de nuestra fe que Dios nos ha dado este gran don que es la vida. Vamos a ocuparnos de ello».
Con informaciones de la CNBB.
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