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“¿Eres real? ¿Eres sincero?”, el desafío del Papa Francisco a los comunicadores del mundo - ADN Celam

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“¿Eres real? ¿Eres sincero?”, el desafío del Papa Francisco a los comunicadores del mundo

En el Aula Pablo VI del Vaticano, se reunieron periodistas, escritores y profesionales de la comunicación de diversas partes del mundo, en el contexto del Jubileo del Mundo de las Comunicaciones, el primer gran evento del Año Santo. En un saludo espontáneo, el Papa Francisco agradeció el trabajo de los comunicadores y les recordó: “Comunicar es salir un poco de ti mismo, para dar algo de mí al otro. Y la comunicación no es solo salida, sino también encuentro con el otro. Saber comunicarse es una gran sabiduría”.

El Pontífice manifestó su felicidad por el Jubileo de los comunicadores: “Tu trabajo, es un trabajo que construye: construye la sociedad, construye la Iglesia, mantiene a todos en marcha, siempre que sea verdad”.

Además, desafió a los presentes con una pregunta: “¿Eres real? No solo las cosas que dices, sino tú, en las tuyas, en tu interior, en tu vida ¿eres sincero?”, dijo, y afirmó que esta es una prueba muy grande. Evocando la relación entre Dios Padre, el Hijo y el Espíritu Santo como ejemplo de un diálogo perfecto. “Comunicarse es algo divino. Gracias por lo que haces, ¡muchas gracias! Estoy feliz”, concluyó en su discurso.

 “Gracias a los trabajadores de la comunicación que arriesgan sus vidas para buscar la verdad”

En su mensaje, preparado y dirigido a los participantes en el Jubileo de la Comunicación, recordó que esta celebración del Jubileo se da en un momento difícil de la historia de la humanidad, “con el mundo todavía herido por las guerras y la violencia, por el derramamiento de tanta sangre inocente”.

Agradeció a todos “los trabajadores de comunicación que arriesgan sus vidas para buscar la verdad y contar los horrores de la guerra”, y recordó en oración a todos los que han dado la vida en contextos de guerra y violencia en el último año: “Oramos en silencio por sus compañeros que firmaron su servicio con su propia sangre”.

Refiriéndose a los encarcelados por realizar su oficio y contar lo que vieron, pidió la liberación de los periodistas encarcelados injustamente: “Que todos los periodistas injustamente encarcelados sean liberados. Que se les abra también a ellos una “puerta” por la que puedan volver a la libertad”. Además, recalcó que ”su libertad es libertad para cada uno de nosotros”.

Libertad de prensa

Pido –como lo he hecho varias veces y como lo hicieron mis predecesores antes que yo– que se defiendan y salvaguarden la libertad de prensa y de expresión del pensamiento junto con el derecho fundamental a estar informado”, subrayó el Pontifice, a tiempo de recordar que la “información libre, responsable y correcta es un patrimonio de conocimientos, experiencias y virtudes que debe ser preservado y promovido”.

Sin libertad de expresión, “corremos el riesgo de dejar de distinguir la verdad de la mentira; sin esto, nos exponemos a crecientes prejuicios y polarizaciones que destruyen los lazos de la convivencia civil y nos impiden reconstruir fraternidad”, señaló.

Una comunicación que reaviva la esperanza

Ser periodista es más que una profesión, es una vocación y una misión”, afirmó el obispo de Roma, recordando el papel fundamental de los comunicadores para la sociedad actual, motivándoles a marcar la diferencia entre una comunicación que “reaviva la esperanza, crea puentes, abre puertas y una comunicación que, en cambio, aumenta las divisiones, las polarizaciones y las simplificaciones de la realidad”.

“La suya es una responsabilidad única. La tuya es una tarea preciosa. Tus herramientas de trabajo son las palabras y las imágenes. Pero antes de esto, el estudio y la reflexión, la capacidad de ver y escuchar, ponerse del lado de los marginados, de los que no se ven ni se escuchan, y también reavivar –en el corazón de quienes los leen, los escuchan, los miran– el sentido del bien y del mal y la nostalgia del bien que cuentas y que al contarlo das testimonio”, resaltó el Santo Padre.

Los cambios requieren coraje”, afirmó el Santo Padre, invitando a “escuchar con el corazón, hablar con el corazón, custodiar la sabiduría del corazón, compartir la esperanza del corazón”, como en los últimos mensajes de las Jorandas Mundiales de las Comunicaciones Sociales: “Devolvamos al centro de nuestro corazón el respeto a la parte más alta y noble de nuestra humanidad, evitemos llenarlo de aquello que la pudre y la hace pudrir”, dijo, invitando a la formación y reiterando que “los grandes cambios no pueden ser el resultado de una multitud de mentes dormidas, sino que comienzan con la comunión de corazones iluminados”.

Historias de esperanza

También su trabajo puede y debe prestar este servicio: encontrar las palabras adecuadas para esos rayos de luz que logran tocar el corazón y hacernos ver las cosas de otra manera”, dijo Francisco, centrando su discurso en el “poder transformador” de la narración, de contar y escuchar historias. No todos “son buenos”, pero “también estos necesitan ser contados”: “El mal necesita ser visto para ser redimido; pero hay que contarla bien para no desgastar los frágiles hilos de la convivencia”.

En este Jubileo, el Papa llamó a contar historias de esperanza y que alimenten la vida: “Hablar de esperanza significa ver las migajas del bien escondidas incluso cuando todo parece perdido, significa permitirnos esperar incluso contra toda esperanza. Significa notar los brotes que aparecen cuando la tierra aún está cubierta de cenizas. Hablar de esperanza significa tener una mirada que transforma las cosas, las hace ser lo que pueden, lo que deben ser. Significa hacer que las cosas avancen hacia su destino”.

La experiencia del encuentro

Oscar Cruz Ortiz, director de Comunicación y Prensa del Episcopado Mexicano, compartió su experiencia en este encuentro con el Papa: “Este sábado por la mañana, aquí en el Vaticano, fue una experiencia, para mí, profundamente inspiradora”, expresó Cruz, a tiempo de detallar que el Santo Padre se mostró feliz al inaugurar el primer evento del Año Santo.

Para el director Cruz, uno de los momentos más significativos fue la pregunta directa “¿eres real? ¿eres sincero? En lo profundo nos invitó no solo a comunicar verdades, sino a ser auténticos y coherentes en nuestra vida”.

Oscar Cruz también remarcó cómo el Papa Francisco reflexionó sobre la comunicación desde una perspectiva espiritual: “El Espíritu Santo ejemplifica este diálogo entre Dios y su hijo, resumió su mensaje de manera contundente, comunicar es algo divino”.

El Director de Comunicación del Episcopado Mexicano concluyó expresando su esperanza de que esta jornada continúe inspirando a comunicadores de todo el mundo a trabajar por una comunicación que construya puentes: “Salí del encuentro con un renovado compromiso de ejercer esta misión con verdad y responsabilidad, fue una gran experiencia y esperemos que continúe esa jornada de esta forma”.

Fotos: Vatican News

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