Falleció en la noche de este domingo 16 de abril a la edad de 89 años Mons. Antonio Celso de Queirós, según informaciones de la diócesis de Catanduva, en el estado brasileño de São Paulo, de la que fue su primer obispo, recogidas por la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB).
Obispo desde 1975
Fue obispo auxiliar de São Paulo, donde residía actualmente, de 1975 a 2000, ejerciendo especialmente como vicario episcopal de la región de Ipiranga. Nacido en Pirassununga, estado de São Paulo el 24 de noviembre de 1933, fue ordenado presbítero en Comillas (España), donde había estuduiado Teología, el 17 de abril de 1960, siendo ordenado obispo el 14 de diciembre de 1975.
Fue profesor en el seminario diocesano de Campinas de 1961 a 1962; Asistente de JECF y de ACI, profesor de Iniciación Teológica y de Doctrina Social de la Iglesia en la Universidad Católica de Campinas de 1961 a 1969 y en la Pontificia Universidad Católica de São Paulo de 1968 a 1970, Vicario General de Pastoral y Coordinador de Pastoral de la Archidiócesis de Campinas, asesor de la CNBB de 1971 a 1975, Subsecretario General de la CNBB de 1972 a 1975 y del Regional Sur 1 de la CNBB en 1975.
Colaboró con el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño de 1995 a 1998, siendo delegado en la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para América. Mons. Celso de Queirós fue secretario general de la Conferencia Episcopal brasileña durante dos mandatos consecutivos, de 1987 a 1994, y vicepresidente de 2003 a 2007. También fue responsable del Sector Laicos de la Comisión Episcopal de Laicos de la CNBB.
Condolencias de la Presidencia de la CNBB
Desde la CNBB su presidencia ha emitido una nota dirigida a Mons. Valdir Mamede, obispo de Catanduva, en la que muestran su solidaridad con la diócesis de la que el fallecido fue su primer obispo de 2000 a 2009, recordando que “más de la mitad de su vida estuvo dedicada a la CNBB. Incluso colaboró en la redacción de las Directrices Generales de la Acción Evangelizadora de la Iglesia en Brasil (DGAE)”.
La presidencia del episcopado brasileño ha insistido en su inmenso agradecimiento por “el servicio prestado por el prelado a nuestra Conferencia Episcopal en su labor como secretario general y vicepresidente, y especialmente en su contribución al camino de la Iglesia en Brasil a través de la redacción y coordinación de las DGAE”.
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Finalmente, la nota dice rogar a Dios “que consuele los corazones de amigos y familiares, y dé a nuestro hermano el descanso eterno”.
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