En el corazón del Año Jubilar, más de cinco mil personas se congregaron en el Santuario Nacional de Aparecida para participar del XV Simposio Nacional de la Familia, una de las citas eclesiales más significativas para los agentes pastorales que evangelizan en el ámbito familiar.
Bajo el lema “Familia, peregrina de esperanza”, el encuentro se convirtió en una manifestación vibrante de fe, testimonio y compromiso con la vida y la dignidad humana.
Organizado por la Comisión Episcopal para la Vida y la Familia de la CNBB, el simposio reunió a laicos, sacerdotes, religiosas, niños y adolescentes provenientes de todos los rincones de Brasil, así como a movimientos y servicios pastorales que trabajan por las familias desde la fe. El simposio combinó momentos de oración, reflexión bíblica, formación y expresión artística, con una peregrinación el 25 de mayo al Santuario de Nuestra Señora Aparecida.
Peregrinación de esperanza
“La familia brasileña peregrina hoy con esperanza, y este encuentro es una expresión concreta de ello”, expresó el obispo de Ponta Grossa, Mons. Bruno Elizeu Versari, presidente de la Comisión Episcopal para la Vida y la Familia: “Cuando dejamos nuestras cosas para ocuparnos de las del Señor, Dios envía a sus ángeles para que cuiden de las nuestras”, aseguró durante la jornada inaugural del sábado 24 de mayo.
A su vez, Mons. Moacir Arantes, obispo de Barreiras y miembro de la misma comisión, agradeció a los asistentes y señaló la presencia de cada uno como signo de la acción de Dios en medio del pueblo: “Cada agente de la Pastoral Familiar, cada persona que cree en la familia, que cree que la vida debe preservarse a cualquier precio, es una expresión del amor de Dios”.
Uno de los momentos sobresalientes del sábado fue la Espiritualidad en Familia, dirigida por el padre Reginaldo Manzotti, quien hizo eco del lema jubilar, recalcando que la esperanza es una virtud que camina junto a la indignación ante las injusticias y la valentía para defender los valores de la familia cristiana.
Llamados a dar testimonio de una fe gozosa en Cristo
Por la tarde, se escuchó un emotivo mensaje desde Roma, enviado por Gleison de Paula Souza, secretario del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. “¿Quién es Cristo para nuestras familias? ¿Está presente en nuestra vida diaria?”, interpeló.
Recordó que en los ambientes donde se ha perdido la fe, surgen graves heridas como la pérdida del sentido de la vida, crisis familiares y violencias estructurales: “Este es el mundo que se nos ha confiado”, dijo, “y estamos llamados a dar testimonio de una fe gozosa en Cristo”.
Posteriormente, Mons. Moacir Arantes tuvo un momento especial de diálogo con jóvenes y adolescentes sobre espiritualidad juvenil, mientras que el padre Chrystian Shankar ofreció una ponencia motivadora sobre la familia como protagonista de esperanza en el mundo actual: “La palabra clave para la Pastoral Familiar es cuidado”, afirmó el sacerdote. “Y entre tantas parejas, Dios los eligió, encendió una llama que nada podrá apagar”.
Niños, música y oración
De forma paralela, cerca de 200 niños vivieron su propio Simposio Infantil, animado por el padre Osmar Braido y el personaje catequético Chicão, quienes propusieron una jornada educativa, divertida y espiritual. Al final del día, los pequeños compartieron lo aprendido con sus familias.
Antes de concluir la jornada del sábado, la cantante Adriana Arydes condujo un momento de adoración al Santísimo Sacramento, reviviendo un cenáculo mariano a través del rezo del Rosario.
El 25 de mayo, las familias participantes realizaron la tradicional Peregrinación Familiar Nacional, caminando hasta el Santuario Nacional para celebrar la Eucaristía presidida por el arzobispo local, Mons. Orlando Brandes. En su homilía, manifestó que “la Iglesia tiene las características de la familia divina. Esta Iglesia que habita en nosotros evangelizará al mundo y será un signo de unidad y paz”.
Hacia el próximo simposio: 10 años de Amoris Laetitia
El XVI Simposio Nacional de la Familia ya tiene fecha y motivo especial. Se celebrará los días 30 y 31 de mayo de 2026 en el mismo Santuario de Aparecida, en ocasión de los 10 años de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia del Papa Francisco.
Este espacio se ve como una nueva oportunidad para seguir fortaleciendo la Pastoral Familiar como espacio de escucha, acompañamiento y promoción de la vida.
Como señaló el mensaje del Vaticano, “este es el mundo que se nos ha confiado”. Y desde Aparecida, las familias dijeron: “sí, aquí estamos”.
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