La Conferencia Episcopal, el Comité Ecuménico y el Comité Interreligioso de Panamá, han hecho un llamado urgente a la unidad y al diálogo nacional, en un momento clave de celebraciones espirituales. Un mensaje que anima a andar juntos por el camino del entendimiento y avanzar por el bienestar de los panameños.
En un pronunciamiento firmado por el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta; el obispo anglicano, Julio Murray; y el rabino Gustavo Kraselnik, se exhorta a la sociedad panameña a dejar de lado la confrontación y trabajar en la construcción de acuerdos justos y equitativos para el país.
«Panamá no necesita más confrontación; es tiempo de edificar acuerdos a través de un diálogo genuino, donde prevalezcan el respeto y el interés nacional», se destaca en el mensaje. Los líderes religiosos enfatizan la importancia de escuchar al otro y de buscar puntos en común para fortalecer la confianza y la esperanza en un futuro de mayor justicia social.
Un llamado a la oración y a la paz
El pronunciamiento también invita a los panameños a unirse en un clamor de oración por el bienestar del país. «Convencidos de que la oración es capaz de conducirnos a la Paz verdadera, invitamos a unirnos en un clamor de oración por nuestra patria y así convertirnos en artesanos de paz en cada uno de nuestros entornos», subraya el documento.
Los líderes religiosos observan que la fe puede ser una fuerza transformadora para la sociedad, promoviendo gestos solidarios que reflejen el amor a Dios y al prójimo. «Que la Fuerza del Dios de los muchos nombres siga guiando nuestro caminar y fortaleciendo nuestra nación», se destaca en el comunicado.
Contexto de fe y celebraciones espirituales
Este llamado de fe y unidad surge en un momento crucial para unirse y potenciar el entendimiento entre todas las comunidades de fe en el mundo. La convergencia del sagrado mes del Radamán, la Pascua judía (Pésaj) y la Pascua cristiana marcan la urgencia de un entendimiento mutuo y respeto entre los diversos credos religiosos. Además, de ser un momento celebrativo de fe, también llama a reflexionar y fomentar valores de reconciliación y solidaridad en la sociedad panameña.
Según datos registrados en el 2024, el Islam representa la segunda religión más practicada después del cristianismo, con aproximadamente el 24% de la población mundial siguiéndolo, el Ramadán recuerda la importancia de la espiritualidad y la convivencia pacífica. En Panamá, una nación con diversidad religiosa y cultural, se mantiene una buena interacción con los distintos credos religiosos con el propósito de fortalecer la unidad.
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