En una tarde marcada por la fe y la confianza en la misericordia divina, los obispos cubanos emprendieron una peregrinación el 21 de febrero. Este acontecimiento especial tuvo lugar en la Catedral Primada como parte de las celebraciones del Año Jubilar diocesano que conmemora los 500 años de la primera catedral y diócesis cubana.
Por solicitud de la diócesis, el Papa Francisco designó el lapso comprendido entre el 21 de octubre de 2023 y el 22 de octubre de 2024 como el Año Jubilar. Como gesto adicional, se otorgará indulgencia plenaria a aquellos que realicen peregrinaciones a la catedral de Nuestra Señora de la Asunción y atraviesen la Puerta Santa durante este periodo.
La peregrinación se inició con la entrada por la Puerta Santa, símbolo de apertura y bienvenida a la gracia divina. Animados por la alegría de estar en la casa del Señor, los obispos se detuvieron ante la imagen de San Juan Bautista. Allí, rociados con agua bendita en señal de penitencia y en recuerdo del Bautismo. La Oración del Jubileo se realizó ante la imagen de la Virgen de la Caridad, símbolo de la devoción mariana más arraigada en la tradición cubana.
Conversión, fraternidad y compromiso
La celebración concluyó con la Eucaristía. La homilía, a cargo de Mons. Emilio Aranguren, obispo de la Diócesis de Holguín y presidente de la Conferencia Episcopal, abordó el tema de la conversión como una manifestación palpable de la gracia divina que actúa en el individuo, tanto en el pasado como en el presente, y subrayó la fraternidad existente entre los obispos católicos y los santiagueros, manifestando su compromiso de caminar unidos. Igualmente, agradeció la presencia del Mons. Giampero Gloder, nuncio apostólico en Cuba, realzando así la importancia de la conexión con la Iglesia universal.
Con la bendición final de Monseñor Dionisio García Ibáñez, se hizo una reiterada invitación a la conversión. Al salir, en el atrio de la catedral, se observó al arzobispo de Santiago de Cuba bendecir la ciudad, un gesto de agradecimiento a una tierra que ha crecido en la fe, gracias a la presencia constante de la Iglesia. Esta celebración no solo honra el pasado, sino que también fortalece el compromiso de la Iglesia con la comunidad, inspirando un camino conjunto de fe y renovación espiritual.
Un mensaje de unidad
En diciembre de 2023, durante la conmemoración de los 500 años de la llegada del Evangelio, Mons. García compartió un mensaje a través de un video en Facebook, enfatizando el valor de este don divino. «Todo regalo hay que conservarlo con cariño porque es un regalo que nos une a Dios intensamente y que nos da la luz para guiar nuestra vida, la de nuestra familia y nuestra patria”, expresó el arzobispo.
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Mons. García llamó a todos los fieles de la isla a transmitir este mensaje, especialmente durante las celebraciones del Año Jubilar. “Con alegría y agradecimiento celebramos los 500 años. Pongamos nuestro corazón para que todo este pueblo, toda Cuba, conozca la Palabra de Dios. Si es un regalo, lo agradecemos, lo conservamos, lo acrecentamos y lo transmitimos a las futuras generaciones”, concluyó.
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