Iglesia peruana rechaza propuesta que afectaría fiesta de Santa Rosa de Lima

Los Obispos de la Conferencia Episcopal peruana solicitaron al gobierno que se mantenga sin cambios la celebración del 30 de agosto; fecha en la que tradicionalmente los peruanos rinden homenaje a Santa Rosa de Lima. En una carta abierta dirigida al presidente Pedro Castillo y a la presidenta del Congreso Lady Camones, los prelados expresaron su preocupación tras conocer el contenido del Proyecto de Ley N.º 2904 del 26 de agosto, en el cual el jefe del ejecutivo somete a consideración del órgano legislativo que el 30 de agosto se declare como el Día nacional de las personas desaparecidas, particularmente en el periodo de violencia vivido en el país andino entre 1980 y el año 2000.

Testimonio femenino

Al respecto, los obispos recuerdan que la fiesta de Santa Rosa de Lima vivida cada 30 de agosto; es una celebración que se encuentra enraizada en todo el territorio nacional e internacional en la que se exalta a la mujer peruana a través de la figura de Santa Rosa de Lima. Ella es reconocida como un «símbolo de la joven humilde, trabajadora y llena de fe que supo entregar su vida al servicio de Dios y de los hermanos más humildes y olvidados con gran ternura, incluso en situaciones extremas, » se lee en el documento.

Una devoción que además de unir a las familias peruanas, ha logrado fortalecer la fe y la esperanza de quienes desean contribuir a la construcción de un país fraterno y solidario. Motivo que se une a la preocupación de la Iglesia de promover y revalorizar a la mujer, por lo que en la carta explican que «no se puede minimizar la imagen y vida de Santa Rosa de Lima, mujer laica, insigne santa peruana, modelo de entrega y servicio a los más vulnerables de la sociedad».

Una propuesta

Ante la situación, la Iglesia propone el 28 de agosto como una posible fecha para establecer el Día nacional de las personas desaparecidas. Ocasión para recordar que se debe continuar con la búsqueda de cada uno de ellos; mucho más cuando las Organizaciones de Derechos Humanos y de las víctimas de la violencia han conmemorado todos los 28 de agosto este suceso, haciendo memoria del día en el cual se entregó el Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación que revela abiertamente cual fue la situación de las personas de las que actualmente se desconoce su paradero durante dicho periodo de tiempo en la historia de Perú.

Así -explican los obispos- se evitaría agregar una celebración paralela a la Fiesta de Santa Rosa de Lima, entendiendo que esto puede afectar la celebración de una expresión de religiosidad popular vivida en todo el territorio peruano.

La historia

Igualmente los prelados aseguran que la vida de la santa está profundamente unida a la historia del país. Incluso recuerdan que en 1625 se demostró su fe y valentía ante la amenaza de invasión de Lima por parte del pirata Jorge Spilbergen a lo que se agrega el testimonio tras la oración por la defensa de la cuidad en 1881 que logró evitar el saqueo por parte de las tropas invasoras en la guerra con Chile, gracias a su intercesión.

Sin olvidar que canonizada por el Papa Clemente X en 1671 y declarada patrona del Nuevo Mundo, la celebración en honor a la santa es anterior al surgimiento de la república y la nación peruana.

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El gobierno

Por su parte el gobierno representado por los ministros Félix Chero y Aníbal Torres; plantean que el Día nacional de las personas desaparecidas se celebre el 30 de agosto en coherencia con el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, reconocida por la Asamblea de las Naciones Unidas en 2010, argumentando que las decisiones que corresponden al Estado deben obedecer a los acuerdos y tratados internacionales.