­
Iglesia y sociedad frente a la crisis migratoria: Análisis y propuestas en un conversatorio Internacional de la Red Clamor - ADN Celam

ADN Celam

Iglesia y sociedad frente a la crisis migratoria: Análisis y propuestas en un conversatorio Internacional de la Red Clamor

Este viernes 31 de enero, más de un centenar de personas atendiendo la invitación de la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas (Clamor), se conectaron a través de la plataforma de zoom para participar del conversatorio: «Escenarios y Desafíos ante las Políticas Migratorias del presidente Trump», un espacio que sirvió para analizar las recientes medidas adoptadas por el gobierno de los Estados Unidos y su impacto en la población migrante.

El evento moderado por Gerardo Cruz, coordinador de la Comisión de Formación de la Red Clamor, permitió gracias al apoyo de especialistas, reflexionar en torno a las duras medias de la política migratoria del país estadounidense que incluye maltratos, detenciones masivas y negación a asilo.

Restricciones y mensajes de miedo

Lo dispuesto por el gobierno Trump deja preocupantes restricciones en materia migratoria. De acuerdo con Dylan Corbett, director del Hope Border Institute, estas medidas quitarían la posibilidad de asilo en la frontera, aumento en el número de deportados, mayor detención, reducción de vías legales de inmigración y eliminación de ayuda exterior.

El directivo advierte que estas políticas buscan sembrar miedo en la población migrante y dejar a centenares de personas en condición de vulnerabilidad. Agrega que el cierre de programas de protección y el fin de la política de «lugares sensibles» facilitarían la realización de redadas en lugares como hospitales, escuelas e iglesias, que se considerarían antes seguros.

Una crisis económica y social en puerta

Además, hace ver las graves consecuencias económicas y sociales que traería para el país la deportación masiva. Al mencionar que 11 millones de deportados generaría una crisis en los sectores de agricultura y la construcción pues los migrantes son los que ponen la mano de obra, crisis que advierte, se extendería también a países como México y de Centroamérica, donde las remesas son parte vital.

Para enfrentar esta situación, Corbett propone la «regla de las tres L»: legalidad, logística y liderazgo. Destaca la posibilidad de impugnar estas políticas en tribunales, los límites presupuestarios para su implementación y la importancia de la sociedad civil y la iglesia en la defensa de los derechos de los migrantes.

Un llamado a la esperanza y solidaridad con los migrantes

El segundo en intervenir en el conversatorio fue monseñor Mark Seitz, obispo de El Paso, Texas, quien destacó la importancia de la colaboración eclesial más allá de las fronteras para atender la crisis migratoria. Agradeció a la Red Clamor por la invitación y reconoció el liderazgo del Cardenal Ramazzini y de monseñor Lira, con quien dijo ha iniciado reuniones periódicas para fortalecer la atención pastoral y la defensa de los derechos humanos de quienes buscan asilo.

El prelado hizo ver que, aunque el escenario político no está nada fácil hay que mantener la esperanza. Manifestó su preocupación ante las políticas deshumanizadoras y el tráfico de influencias porque estas pisotean a los más vulnerables. Citó al teólogo Dietrich Bonhoeffer para enfatizar que la fe cristiana debe centrarse en el servicio concreto a los más necesitados y reafirmó que Cristo está presente en los migrantes. Hizo un llamado a los agentes pastorales a no caer en el cinismo ni la desesperanza, sino a fortalecer su compromiso con la justicia y la solidaridad.

Acción directa y denuncia de falsas narrativas

El obispo de El Paso exhortó a la Iglesia en Estados Unidos a no tener miedo, antes bien les instó a proteger a las familias migrantes a través del acompañamiento pastoral y la provisión de recursos legales. Por otra parte, denunció la criminalización de los migrantes, calificándola como una de las mentiras más crueles promovidas por quienes están en el poder. Reafirmó la necesidad de contrarrestar esta narrativa y promover la verdad sobre el aporte positivo de los migrantes a sus comunidades de destino. Asimismo, se pronunció en contra de la militarización de las fronteras y las deportaciones indiscriminadas, considerándolas incompatibles con la ley moral.

Monseñor Seitz destacó la importancia de la Carta Pastoral Regional «Lo vio, se acercó y lo cuidó», firmada por obispos de Centroamérica, el Caribe, México y Canadá. Reafirmó que el trabajo pastoral con migrantes no debe limitarse a las casas de acogida, sino extenderse a los lugares donde sufren explotación y violencia.

También hizo un llamado a cuidar de los agentes pastorales que trabajan con migrantes y a combatir la corrupción que afecta a quienes transitan por rutas migratorias. Finalmente, instó a la Iglesia a estudiar y aplicar la Carta Pastoral en sus contextos locales, promoviendo iniciativas concretas para la protección y defensa de los derechos humanos de los migrantes.

La Crisis Migratoria y sus Implicaciones

Por su parte, monseñor Eugenio Lira, obispo de Matamoros y presidente de la Pastoral de Movilidad Humana de México, mencionó que todas las medidas restrictivas que está tomando la administración de los Estados Unidos viola los derechos fundamentales de los migrantes. Todo esto advirtió no solo afecta a quienes vienen en busca de una buena oportunidad, sino además toca la estabilidad de las familias, comunidades y desestabiliza la economía tanto de este país como de los países de origen.

Discernimiento a la luz del Evangelio

Frente a este sombrío panorama, el líder religioso destacó la importancia de analizar esta realidad a la luz del Evangelio, para evitar caer en la desesperanza, la angustia o la polarización. “Jesús nos enseña el discernimiento como una herramienta clave para comprender la realidad y actuar con fe, esperanza y amor”, aseveró.

Hizo un llamado a la comunidad a escuchar con atención para no caer en generalizaciones, con el propósito de entender y actuar con caridad ante esta crisis migratoria. Asimismo, resaltó la necesidad de unidad entre diversos actores, como la Iglesia, las autoridades gubernamentales y la sociedad civil, para abordar el problema de manera integral y con justicia.

El compromiso con los migrantes y una mirada de esperanza

También destacó y agradeció el esfuerzo de distintas organizaciones, redes eclesiales y agentes pastorales en favor de los migrantes. Las instó a continuar con su servicio y a seguir promoviendo su integración en la sociedad. Además, hizo un llamado a la comunidad para reconocer y respetar la dignidad de cada migrante. “Lejos de ser una amenaza, la migración puede convertirse en un motor de desarrollo si se gestiona con justicia y equilibrio”, afirmó.

Monseñor Lira concluyó su intervención recordando que, aunque la situación es desafiante, es posible encontrar soluciones desde la unidad y la cooperación. Invitó a la comunidad a no desanimarse y a continuar trabajando en la promoción de políticas justas, en la sensibilización social y en el fortalecimiento de estructuras de apoyo a los migrantes. Citando a Jesús, recordó que en medio de las dificultades debemos mantener la fe y el compromiso con quienes más lo necesitan, pues solo a través del amor y la justicia se podrá construir un futuro con mayores oportunidades para todos.

Desafíos y compromiso de la Iglesia

La última en intervenir fue la hermana Leticia Gutiérrez Valderrama, directora ejecutiva del Ministerio de Hospitalidad al Migrante en Estados Unidos, inició indicando que antes del 20 de enero de 2025, alrededor de 250 migrantes eran procesados diariamente a través del sistema CBP-1, luego del 21 de enero la salida por esta frontera ha sido mínima, tan solo unas pocas personas han sido dejadas en libertad en los centros de reclusión. Con esto resalta que, se evidencia el impacto que está dejando las políticas restrictivas y la incertidumbre en el proceso de asilo y regulación para los migrantes.

La religiosa reconoció la incansable labor que viene adelantando la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, reafirmando su compromiso con la defensa de la dignidad humana a la que tienen derechos los migrantes. Hizo ver como la Iglesia ha buscado caminos de diálogo con el gobierno en busca de soluciones justas y compasivas para evitar que se siga aplicando esa ley.

A través de la Comisión de Migración, en la que participa la Hermana Leticia, se han fortalecido acciones de concienciación con sacerdotes y fieles, así como reuniones estratégicas con autoridades locales y organizaciones civiles para mitigar el impacto de las políticas restrictivas. Mencionó que Hope Border ha sido clave en la formación y acompañamiento de las comunidades migrantes y refugiadas.

Mantener la esperanza viva

Finalmente, la hermana Leticia subrayó que este es solo el inicio de un camino desafiante, que exige creatividad pastoral para responder con eficacia a la crisis migratoria. A pesar de la adversidad y la hostilidad que han enfrentado, la diócesis de El Paso mantiene firme su compromiso de acoger con dignidad a quienes buscan refugio y una nueva oportunidad de vida.

La fe sigue siendo un pilar fundamental para los migrantes, quienes, a pesar de las dificultades, continúan aferrándose a la esperanza de un futuro mejor. La Iglesia, a su vez, sigue siendo un faro de esperanza y solidaridad en medio de esta crisis humanitaria.

 

Le puede interesar: La Iglesia en Colombia celebra la Vida Consagrada: Testimonio y esperanza en medio de las adversidades

 

Suscríbete gratis por a nuestro canal de Whatsapp https://bit.ly/4hbWWN0

Participa en los cursos y diplomados del Centro de Formación Cebitepal https://bit.ly/cebitepal_24

Post a comment