Informe de la síntesis de la primera fase del Sínodo 2021-2024, ¿qué es y para qué sirve?

En octubre de 2024 se realizó la primera fase de la XVI Asamblea ordinaria del sínodo de los obispos, en la que han participado religiosas, religiosos, laicas, laicos, misioneros, diáconos y sacerdotes.

Cabe recordar que este Sínodo fue convocado por el Papa Francisco en 2021 y ha pasado por un profundo proceso de escucha desde la conversación del Espíritu en todas las Iglesias particulares del mundo en diferentes etapas: diocesana, continental y global.

Junto con una carta al pueblo de Dios, se ha publicado también el Informe o relación de síntesis, el cual es “un texto que recoge los principales elementos surgidos de la conversación espiritual”.

Los padres y madres sinodales aseguraron que “no es un documento final, sino un instrumento para el discernimiento que continuará hasta la segunda sesión en octubre de 2024”.

Además han destacado que esta Asamblea [sínodo] “no es un acontecimiento aislado, sino parte integrante y paso necesario en el proceso sinodal”, expresado en la diversidad de vocaciones y carismas.

¿Cómo está estructurado este informe?

Esta primera sesión se ha desarrollado siguiendo las indicaciones del Instrumentum laboris (guía de trabajo) a partir de las dinámicas de comunión, misión y participación, que son los temas centrales de esta asamblea.

Por eso, el informe o relación de Síntesis no retoma o reitera todos los contenidos del Instrumentum laboris, sino que “relanza los que se han considerado como prioritarios”.

Consta de tres partes:

1. El rostro de la Iglesia sinodal: Aquí se presentan los principios teológicos que iluminan y dan base a la sinodalidad. La sinodalidad aparece como un modo de hacer y de obrar en la fe que nace de la contemplación de la Trinidad y valora la unidad y la variedad como riqueza eclesial.

2. Todos discípulos, todos misioneros: Se refiere a quienes están involucrados en la vida y la misión de la Iglesia. La sinodalidad se presenta como un camino conjunto del Pueblo de Dios en fecundo diálogo de los carismas y ministerios, al servicio de la construcción del Reino.

3. Tejer lazos, construir comunidad: Procesos y trabajo en redes solo así se garantiza el intercambio entre Iglesias y el diálogo con el mundo.

Riqueza y novedad

Mauricio López, asesor del equipo global del Sínodo y vicepresidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama), explicó que más allá del Informe se trata de una tarea que “solo se puede asumir de manera completa con las voces de todos los participantes de en esta primera sesión de la asamblea”.

Destacó que “prácticamente el 100% de las conferencias episcopales del mundo participaron en este proceso” por lo que se encuentra en este documento tiene “una gran riqueza y novedad”.

En cuanto a la composición de la asamblea, el laico mexicano explicó que “fue muy importante ubicarse en medio de las limitaciones con respecto al tema de las periferias” haciendo referencia a las víctimas de la guerra, persecución, migrantes, refugiados, mujeres, jóvenes e, incluso, el mundo digital.

Aún cuando suele publicarse “en este tipo de procesos” documentos magisteriales o teológicos, señala que el informe de síntesis se ha nutrido de los aportes de las etapas diocesana y continental, instrumentum laboris, lo cual dio “una composición distinta” más vinculada “con una de las narrativas vivenciadas en este discernimiento”.

Conversación en el Espíritu Santo

Se ha dicho que la conversación espiritual fue el eje de todos los trabajos del sínodo en sus distintas etapas y cada aporte recogido del informe de síntesis es producto de este ejercicio.

Sobre esto, López comenta: “El método con el que se trabajó fue la conversación en el Espíritu Santo, se habrá notado que para darle más énfasis ya no se habla de conversación espiritual porque suena algo un poco etéreo”.

Por tanto, este sínodo ha valorado la gran riqueza de la conversación en el Espíritu y, en este sentido, América Latina viene de una gran experiencia vivencial sobre esto. Los participantes latinoamericano del Sínodo traen una gran sensibilidad, gracias a lo que el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) venía propiciando con encuentros previos.