Con un llamado a “inundar a Venezuela de esperanza”, monseñor Raúl Biord SDB, arzobispo de Caracas, Venezuela, marcó el inicio del Jubileo de la Esperanza, durante una celebración el 6 de enero de 2025, en la fiesta de la Epifanía del Señor.
La jornada comenzó con una peregrinación desde la histórica Iglesia de San Francisco, donde en 1813 Simón Bolívar recibió el título de Libertador. Una multitud, encabezada por el clero caraqueño, jóvenes de la Pastoral Juvenil y comunidades parroquiales, procesionó hacia la Catedral Metropolitana, llevando la Cruz del Jubileo, símbolo de fe y reconciliación.
La Apertura de la Puerta Santa fue el acto solemne que dio paso a la Misa de La Esperanza, celebrada ante un templo colmado de fieles.
El mensaje de esperanza en la homilía de Mons. Biord
En su homilía, Mons. Biord manifestó que este Año Santo es un tiempo para pasar del sufrimiento y la desesperanza a la libertad y la vida. Citando al Papa Francisco, instó a los venezolanos a convertirse en “peregrinos en busca de la verdad, soñadores que no se cansan, mujeres y hombres que se dejan perturbar por el sueño de Dios, que es el sueño de un mundo nuevo, donde reinen la paz y la justicia”.
La esperanza, dijo el Arzobispo, es más que una espera pasiva: es una invitación a actuar con audacia, llevando consuelo y apoyo a quienes más lo necesitan.
También se refirió a los privados de libertad y citando al Papa Francisco recordó: “Propongo a los gobiernos del mundo que en el Año del Jubileo se asuman iniciativas que devuelvan la esperanza; formas de amnistía o de condonación de la pena orientadas a ayudar a las personas para que recuperen la confianza en sí mismas y en la sociedad; itinerarios de reinserción en la comunidad a los que corresponda un compromiso concreto en la observancia de las leyes”.
Respeto a los derechos humanos
La autoridad eclesial recordó que el Papa Francisco exhorta a una alianza social para la esperanza y llamó a enfrentar las injusticias y a construir una alianza social inclusiva, dejando de lado divisiones ideológicas.
“Pido el respeto a los derechos humanos y ciudadanos en un marco democrático de libertad de pensamiento, de expresión y de acción social, y también el cese de toda forma de intimidación y de odio venga de donde venga”, sostuvo Mons. Biord.
Asimismo, aseguró su compromiso como Iglesia arquidiocesana de Caracas por organizar y potenciar la Cáritas como una red comunitaria de servicio social, formación y transformación. Y recordó de manera especial a los migrantes, deseando que encuentren seguridad, acceso al trabajo ya la educación de sus hijos: “No se olviden que esta es su casa, y aquí los recordamos con cariño y los esperamos para seguir construyendo una Venezuela amplia”.
La esperanza cristiana no engaña ni defrauda
“La esperanza cristiana es precisamente el ‘algo más’ que nos pide movernos ‘sin demora’ para llevar esperanza donde se ha perdido”, recalcó el Arzobispo.
“La esperanza cristiana no engaña ni defrauda, porque está fundada en la certeza de que nada ni nadie podrá separarnos nunca del amor de Dios”, exclamó reiterando que el Jubileo es para todos una ocasión de reavivar la esperanza, con la certeza que “Dios nunca nos abandona, sino que viene a habitar las tinieblas e iluminarlas con la luz de la esperanza y mantiene encendida una llama que nunca se apaga, para dar apoyo y vigor a nuestra vida”.
“Que la apertura de este Año Jubilar sea, para todos, una invitación a mirar el futuro con esperanza y a comprometernos en construirla con gestos concretos”, pidió Mons. Raúl Biord invitando a “que seamos capaces de dar una sonrisa, un gesto de amistad, una mirada fraterna, una escucha sincera, un servicio gratuito, una caridad, un paso adelante. “Inundemos a Venezuela de esperanza!”.
Celebraciones y actividades jubilares
Como parte de las actividades del Jubileo, el Nazareno de San Pablo será el primer “misionero de la esperanza” y recorrerá los 11 arciprestazgos de la arquidiócesis, conmemorando los 350 años de la consagración de esta imagen.
Asimismo, se anunció que los fieles podrán recibir la indulgencia jubilar en las iglesias designadas, entre ellas la Basílica de Santa Teresa, Nuestra Señora de la Candelaria y San José de Chacao.
El Año Santo 2025 concluirá el 27 de diciembre, con una solemne ceremonia de clausura en la Catedral Metropolitana.
Un paso adelante por Venezuela
El mensaje de la Apertura del Año Santo 2025 en Caracas remarcó con fuerza: la esperanza cristiana es un llamado a actuar, a construir y a transformar, para que cada gesto, por pequeño que sea, contribuya a “inundar a Venezuela de esperanza”.
Con este Jubileo, la Iglesia venezolana peregrina en esperanza y es un puente de reconciliación en medio de los desafíos del país.
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