Jornada de las Comunicaciones: Mons. Cárdenas invita a purificar el lenguaje y sembrar comunión con palabras que sanan

Para la LIX Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebrará este domingo 1 de junio, monseñor Juan Carlos Cárdenas, presidente de la Comisión Episcopal de Comunicaciones de Colombia, ofreció un interesante mensaje dirigido a toda la nación. Inspirado en el lema de este año: “Compartan con mansedumbre la esperanza que hay en sus corazones” (cf. 1 P 3,15-16) y en el espíritu del Jubileo 2025.

El también obispo de la diócesis de Pasto, animó a todos los comunicadores, creyentes y comunidades a ejercer una comunicación que sea puente, bálsamo y semilla de esperanza en medio de un mundo marcado por la desinformación, la violencia verbal y la polarización.

“La esperanza no defrauda”, afirmó Cárdenas, recordando el mensaje del Papa Francisco. “Hoy más que nunca necesitamos comunicadores que enciendan esperanza, no que alimenten miedo”. Frente a un entorno herido por el ruido y las palabras que dividen, el jerarca insistió en la urgencia de comunicar con el corazón, con verdad y con mansedumbre.

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Purificar el lenguaje, vivir la verdad

Monseñor Cárdenas mencionó tres claves resaltadas por el Papa Francisco en su mensaje para esta jornada. La primera, desarmar la comunicación, implica despojar el lenguaje de agresividad, sarcasmo o manipulación. “Muchas palabras hoy hieren”, indicó el obispo, haciendo ver el papel negativo que pueden jugar las redes sociales y algunos medios al propagar miedo o fomentar enfrentamientos. Frente a ello, dijo que el comunicador cristiano está llamado a purificar el lenguaje, a usar palabras que sanen y construyan puentes.

La segunda clave es dar razón de la esperanza. Observó que no es suficiente con proponer ideas; comunicar como cristianos va más allá, se trata de purificar lo que decimos, usar un lenguaje que sane y humanice. “El mundo no necesita solo ideas, necesita testigos creíbles”, dijo Cárdenas, asegurando que comunicar bien no es simplemente hablar bonito, sino vivir de tal forma que otros se preguntes «por qué somos así y entonces podamos decir porque creemos en el amor de Cristo».

La tercera clave es sembrar comunión. El prelado comparó este ámbito con la narrativa bíblica de Emaús: contar historias reales que hagan arder el corazón. “Comunicar es tender la mano, es hacernos compañeros de camino”, mencionó, sugiriendo una comunicación que acerque en lugar de aislar y que construya fraternidad más allá de las diferencias.

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Acciones concretas desde la comunidad

En este contexto, monseñor Cárdenas presentó algunas sugerencias prácticas para que los comunicadores y las comunidades vivan a plenitud esta jornada. Entre ellas, propuso de orar de manera especial por los comunicadores y medios locales; motivar a los jóvenes a construir y compartir en las redes sociales mensajes de esperanza; crear pequeños videos parroquiales narrando historias inspiradoras; y propiciar espacios de reflexión comunitaria sobre cómo nos comunicamos entre nosotros.

Estas acciones, dijo, deben partir de la convicción de que toda comunidad cristiana está llamada a comunicar esperanza, tanto en sus palabras como en sus gestos cotidianos. “En este año jubilar comuniquemos con mansedumbre, respeto y fe, sembrando semillas de esperanza en cada palabra”, concluyó.