La Iglesia dominicana llama a renovar la esperanza frente a los desafíos sociales que enfrenta el país

En una carta pastoral publicada, por la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), la Iglesia manifiesta su preocupación por la pobreza, la marginación, la desigualdad y otras problemáticas sociales que aquejan a este país. Llaman a su feligresía a fortalecer la esperanza y abrazar la sinodalidad como una respuesta a las problemáticas sociales.

Los obispos luego de una lectura de la realidad e identificar algunas de las problemáticas, llaman la atención frente a la urgencia de un cambio profundo con el compromiso de toda la sociedad. Observan que el conflicto armado, las consecuencias del cambio climático y la inestabilidad económica crean un ambiente sombrío que pide a gritos una respuesta común. Llamado que hacen desde el magisterio de la Iglesia y que propone buscar caminos que lleven a una justicia social con equidad.

El fundamento de la esperanza cristiana

Tomando algunos pasajes bíblicos como Romanos 15:13 y Hebreos 6:16, la Iglesia recalca que la esperanza cristiana no es algo que se tiene pensado, sino una certeza arraigada en el amor y fidelidad de Dios. Ejemplos como la fe de Abraham y las palabras del profeta Isaías muestran cómo la esperanza puede renovar las fuerzas incluso en medio de las dificultades más profundas.

«La esperanza no es una simple actitud optimista o un deseo humano, sino un don que proviene del Espíritu Santo, quien nos llena de fuerza para enfrentar las adversidades confiando en la fidelidad y el amor de Dios … La esperanza cristiana es una seguridad en el cumplimiento final de las promesas de Dios, lo que da estabilidad y paz a los creyentes, incluso en medio de las pruebas», observan.

: Foto: Agencia Catie

Una luz de esperanza los jóvenes y las mujeres

El mensaje, a pesar de presentar los dolores que afectan al pueblo dominicano, también destacan signos de esperanza. Entre ellos, el naciente compromiso de los jóvenes con su fe cristiana, quienes han tomado la iniciativa de hacer uso de la tecnología para evangelizar y promover un cambio. Así también, la mujer como protagonista en la vida de Iglesia, creando iniciativas para dinamizar y transformar las comunidades desde el Evangelio.

«En medio de las adversidades que enfrentamos, nos llena de esperanza reconocer el compromiso de tantas personas que, con gestos generosos y una preocupación constante por la justicia, siembran semillas de solidaridad en nuestras comunidades, convirtiéndose en auténticos faros de esperanza», acentúan.

Un llamado a abrazar la sinodalidad

En este sentido, la Iglesia dominicana se siente interpelada frente a esta realidad y propone acciones concretas que beneficien a las comunidades marginadas y de mayor pobreza, favoreciendo con ello la justicia social, el desarrollo integral y la dignidad humana. Invita a todos los ciudadanos a no desfallecer, antes bien, anima a unirse a trabajar en la construcción de un país más justo y solidario, inspirados por la palabra del Evangelio y el Espíritu Santo.

Por último, los obispos en su mensaje incentivan a pueblo dominicano a abrazar la sinodalidad como un modelo de vida, donde se promueva la esperanza, la solidaridad y el diálogo. Recuerdan que la invitación que hace el Jubileo propuesto para este año es cambiar las dificultades por oportunidades con el propósito de reafirmar la fe y construir una sociedad más equitativa y fraterna. La Iglesia reafirma su compromiso con este camino y pide la intercesión de Nuestra Señora de la Altagracia para guiar este esfuerzo colectivo.