La liturgia como puerta viva al misterio: Iglesia colombiana busca renovar la iniciación cristiana

Del 20 al 22 de mayo, la ciudad de Bogotá se volvió epicentro del Encuentro Nacional de Liturgia convocado por la Conferencia Episcopal de Colombia. Más de ochenta delegados y delegadas de diversas jurisdicciones eclesiales del país se reunieron para tocar el tema de la mistagogía de la iniciación cristiana.

Alejado de ser un simple encuentro que se explicaban aspectos técnicos, la reunión se convirtió en un espacio vivo de reflexión, espiritualidad y compromiso renovado con el anuncio del Evangelio en clave litúrgica, catequética y misionera.

El desafío principal del evento quedó inscrito en la relatoría final: recuperar la mistagogía como método y alma de la iniciación cristiana. Esto según explicaron sus organizadores, implica pasar de una comprensión meramente ritual de los sacramentos de iniciación —Bautismo, Confirmación y Eucaristía— a una vivencia que transforme corazones, funde comunidad y despierte la misión.

: Fotos: Episcopado colombiano

La mistagogía: educar para el misterio

El padre Jairo de Jesús Ramírez, director del Departamento de Liturgia de la CEC y coordinador del encuentro, destacó que esta reflexión ofrecida responde a una urgencia pastoral evidenciada en el proceso sinodal: la necesidad de reiniciar en la fe a muchos bautizados. Con una vivencia que combinó ponencias centrales, mesas temáticas y celebraciones litúrgicas cuidadosamente preparadas, el encuentro propuso cuatro claves para una renovación auténtica: una espiritualidad litúrgica viva, el redescubrimiento de los símbolos y raíces patrísticas, la integralidad pastoral y la contextualización del Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos (RICA) para Colombia.

Por su parte, la doctora Ana Cristina Villa, una de las ponentes del encuentro, subrayó que la mistagogía es una educación en la sensibilidad espiritual, una pedagogía del asombro frente a lo divino. “¿Qué vamos a buscar los fieles a una iglesia si no es el acceso al misterio de Dios?”, preguntó, recurriendo a la necesidad de formar creyentes capaces de escuchar, ver y percibir lo sagrado que transforma la vida humana.

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Poner el primer botón en el primer ojal

Monseñor Jaime Uriel Sanabria, miembro de la Comisión Episcopal de Liturgia, ofreció una imagen que resonó profundamente en los participantes: “la Iglesia debe aprender de las madres que enseñan a sus hijos a vestirse correctamente, comenzando por el primer botón”. Agregó que, en la vida cristiana, ese primer botón es Jesucristo. “Si no se inicia correctamente, toda la experiencia de fe pierde su armonía y sentido”. Aduciendo que el primer anuncio debe ser claro, vivencial y conducir a una iniciación cristiana que transforme.

Una experiencia compartida de fe y misión

Las voces participantes coincidieron en que este proceso no es tarea exclusiva del clero. La participación de laicos y laicas con roles activos en la pastoral litúrgica y la catequesis fue signo de una Iglesia cuerpo, donde los carismas se encuentran y enriquecen. Ana Cristina Villa, resaltó la complementariedad de las vocaciones y la necesidad de caminar juntos en este proceso.

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Por su parte, el padre John Salazar, delegado de la diócesis de Pereira, destacó que una liturgia renovada y consciente no puede desligarse de la misión, la sinodalidad y la vida concreta de las comunidades . La liturgia —como fuente y cumbre— debe reflejar ese dinamismo eclesial que conecta fe y vida, palabra y compromiso.

RICA colombiano: una meta común

Como fruto concreto del encuentro, se proyecta la traducción y adaptación del Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos para el contexto colombiano. Esta adaptación del RICA, pensada desde la realidad pastoral del país, tiene como propósito ofrecer un itinerario claro hacia una iniciación cristiana auténtica y transformadora.

El material, que se espera entregar en el segundo semestre de 2026, se constituirá en un recurso fundamental para obispos, presbíteros y agentes pastorales en su misión de “hacer cristianos”.