“Ruta Laudate Deum, desafíos para proseguir el camino», fue el nombre del conversatorio que organizó este 21 de noviembre, el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) de manera virtual y donde participaron especialistas en este campo del cuidado de la Casa Común.
El evento inició con la intervención del padre Pedro Brassesco, secretario general adjunto del Celam, quien presentó su saludo en nombre de las directivas de la institución e hizo una breve reflexión enfocándose en los retos que presenta la exhortación apostólica Laudate Deum del Papa Francisco, en el que hace un llamado a la conversión integral.
“Es hora de pasar de los eventos a los procesos”
El diálogo lo abrió Martha Inés Romero Medina, secretaria general de Pax Christi Internacional, resaltando la importancia de la Asamblea Eclesial Latinoamericana como un camino para metodologías del Sínodo. Según señaló, la encíclica Laudate Deum no solo ofrece una guía espiritual, sino también una ruta para afrontar la crisis climática, prevaleciendo una conversión ecológica, mental y un cambio de actitud en el entorno eclesial.
“Tenemos que estar presentes de escuchar el grito de quienes sufren por los impactos ambientales, de este modelo y de la tierra que habitan”, afirmó, destacando la importancia de la necesidad de generar procesos educativos y de sensibilización “esto implica que tenemos que ampliar ese multilateralismo y la comprensión de la tarea”.
La especialista resaltó que se ha ido caminando con procesos como lo fueron las COP16 Cali y la COP 29 Azerbaiyán, pero advirtió que ya es hora de superar la lógica de los eventos y encaminarse a la lógica de los procesos. “Esto implica discernir, hacer consensos, actuar, reflexionar, generar aprendizajes y seguir caminando y esto amerita tiempo y buen balance”, indicó.
Retos y aprendizajes: un camino sinodal
Luego tomó la palabra el diácono permanente Alirio Cáceres Aguirre, miembro de la Comisión de Ecología Integral de Latinoamérica y el Caribe (Ceila), quien profundizó sobre los avances y desafíos que percibe de la ruta Laudate Deum. Recordó que el origen de esta iniciativa nació en Brasil expandiéndose luego a nivel continental, con el propósito de aunar esfuerzos de la Iglesia en acciones concretas como foros y las COP que se refieren al cambio climático.
Por otra parte, resaltó la importancia de la participación activa de laicos en espacios decisorios como las cumbres internacionales de Naciones Unidas, a lo que planteó las preguntas ¿Cuáles son los laicos con el Evangelio en el corazón, en la mano y en las mentes que están en la mesa de negociaciones de la Zona Azul?, ¿Dónde están los laicos que con ciencia y conciencia y argumentos pueden llegar a incidir en las decisiones? y continuó “La Iglesia no es solamente para quedarse observando o para participar en forma decorativa en la zona verde, tenemos que hacer incidencia”, agregó.
La Amazonía: epicentro de la crisis climática
En un emotivo mensaje en video, la hermana Laura Vicuña, vicepresidenta de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama), expuso la difícil situación que enfrenta esta región. Aseguró que la sequía extrema, el desplazamiento de comunidades y la falta de recursos básicos como agua muestran los impactos del cambio climático que siguen afectando a los más vulnerables.
“Un llamado urgente a todas las personas de buena voluntad para que cuidemos nuestra casa común, para que podamos ser responsables en este mundo, en esta defensa de nuestro planeta. No hay plan B, si nosotros no cuidamos la tierra, la tierra no nos cuidará a nosotros”, advirtió.
La religiosa, se refirió al documento Laudate Deum y exhortó a gobiernos, empresas y organismos multilaterales a unir esfuerzos en busca estrategias para preservar la casa común, proponiendo acciones y compromisos concretos y medibles.
Integrar ciencia y tecnología
Por último, cerró el diálogo el padre Fernando Roca Alcázar, sacerdote jesuita y asesor de la Ceama, quien expuso los puntos claves que propone el Papa Francisco desde la encíclica Laudate Deum.
Se refirió a la tecnocracia y de la tecnología de la que el Pontífice habla, destacando que “hay que ponerlas al servicio de los seres humanos y del planeta y no someternos a ella bajo diferentes argumentos”. Igualmente, habló de las políticas internacionales y la responsabilidad humana que todos debemos tener frente a la crisis climática que sigue siendo grave.
«La urgencia es tal y está en su punto crítico que debemos tomar decisiones radicales. Nos acercamos peligrosamente a los puntos de quiebre o de no retorno. La naturaleza es generosa pero no podemos pedirle más de lo que ella nos puede dar, entonces hay que tener mucho cuidado», observó Roca.
El religioso, indicó que es importante integrar la ciencia y la tecnología y ponerla al servicio de los demás, pero advirtió que esto no se debe desviar por intereses económicos, sino ser vistos desde una perspectiva humana y ambiental.
Este espacio de diálogo concluyó con un llamado a la acción conjunta, donde se articulen esfuerzos desde lo local hasta lo global. Por su parte el documento de la ruta Laudato Deum, se presenta como la alternativa que busca cambiar estructuras y personas que promuevan acciones responsables por el cuidado de la Casa Común.
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