Actualmente el ambiente en Panamá está marcado por una creciente tensión social y política, resultado de múltiples factores que generan un choque en todo el país. En este contexto, la Conferencia Episcopal Panameña, junto al Comité Ecuménico y el Comité Interreligioso, ofrecieron un contundente comunicado donde expresan su “profunda preocupación” por el creciente clima de confrontación que, según afirman, “hiere la convivencia democrática y la vida de las comunidades”.
Los representantes de distintas confesiones religiosas, coincidieron en su llamado urgente a las autoridades, movimientos sociales y actores políticos del país a revisar el lenguaje que utilizan y actuar con “respeto, mesura y responsabilidad”, como condiciones esenciales para “construir puentes” en lugar de profundizar divisiones.
Respeto al Estado de Derecho y rechazo a la violencia
En su mensaje los líderes religiosos instan al respeto absoluto del Estado de Derecho, la garantía del debido proceso y la no utilización de la fuerza excesiva, alertando que estas prácticas solo “agravan las heridas del pueblo y enrarecen el clima nacional”.
Además, destacan que el momento actual requiere de “procesos auténticos de diálogo y encuentro” y rechaza toda imposición de visiones unilaterales o el uso de la violencia como respuesta a los conflictos. “La seguridad y el orden no pueden sostenerse a costa de la represión, sino sobre la base de la justicia, la inclusión y la verdad”, subraya el comunicado.
Llamado a una transformación ética y estructural
Por otra parte, hacen ver que la crisis panameña tiene raíces profundas vinculadas a modelos económicos, sociales y políticos que han excluido a muchos y privilegiado a pocos, por lo que señalan la necesidad de una “transformación ética y estructural en favor de la dignidad humana”.
Su mensaje concluye con una invitación unánime a las comunidades de fe a mantenerse en oración y acción por la paz, y exhortan a toda la ciudadanía a no dejarse llevar por la desesperanza. “No hay situación que no pueda superarse si caminamos juntos, con fe, con honestidad y con amor por nuestra patria”.
El pronunciamiento fue firmado por Monseñor José Domingo Ulloa, presidente de la Conferencia Episcopal Panameña; S.E. Julio Murray, presidente del Comité Ecuménico de Panamá; y el Rabino Gustavo Kraselnik, presidente del Comité Interreligioso de Panamá.
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