“El riesgo del camino, la alegría del encuentro con los demás, el cuidado de los más frágiles: esto debe animar su servicio como cardenales”. Esta es la exhortación del Papa Francisco, que citó en este sentido al sacerdote italiano don Primo Mazzolari, con motivo del Concistorio, a través del cual creó hoy en la Basílica de San Pedro a 21 nuevos cardenales, entre ellos cinco latinoamericanos, ante unas 5.500 personas.
Los 21 nuevos cardenales
Estos son los nombres de los nuevos cardenales Angelo Acerbi, nuncio apostólico; Carlos Gustavo Castillo Mattasoglio, arzobispo de Lima y primado del Perú; Vicente Bokalic Iglic, arzobispo de Santiago del Estero y primado de Argentina; Luis Gerardo Cabrera Herrera arzobispo de Guayaquil (Ecuador); Fernando Natalio Chomalí Garib, arzobispo de Santiago de Chile; Tarcisio Isao Kikuchi, arzobispo de Tokio (Japón); Pablo Virgilio Siongco David, obispo de Kalookan (Filipinas); Ladislav Nemet, arzobispo de Belgrado (Serbia); Cardenal Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre (Brasil); Ignace Bessi Dogbo, arzobispo de Abidyán (Costa de Marfil); Jean-Paul Vesco, arzobispo de Argel (Argelia); Dominique Joseph Mathieu ofm, arzobispo de Teherán (Irán); Roberto Repole, arzobispo de Turín (Italia); Baldassare Reina, vicario general de la Diócesis de Roma; Frank Leo, arzobispo de Toronto (Canadá); Rolandas Makrickas, arcipreste coadjutor de la basílica papal de Santa María la Mayor; Mykola Bychok, obispo de la Eparquía de los Santos Pedro y Pablo de Melbourne (Australia) de los Ucranianos; Timothy Peter Joseph Radcliffe, teólogo inglés; Fabio Baggio, sotto-segretario del Dicastero per il Servizio dello Sviluppo Umano Integrale; George Jacob Koovakad, arzobispo siro-malabar de la India; Domenico Battaglia, arzobispo de Nápoles. Con la creación de los nuevos 21 cardenales, el Colegio Cardenalicio se compone ahora de 253 cardenales, de los cuales 140 son electores y 113 no electores.
Volver al corazón, el «punto cardinal» es Jesús
“Tengan cuidado de hacer el camino de Jesús”, fue la recomendación de Francisco durante la homilía: “¿Qué significa esto? Hacer el camino de Jesús significa ante todo volver a Él y ponerlo en el centro de todo”.
Como les sucedió a los discípulos, que por el camino pedían puestos de honor, “esto también nos puede suceder a nosotros: que nuestro corazón se pierda, dejándose deslumbrar por el encanto del prestigio, por la seducción del poder o por un entusiasmo demasiado humano por nuestro Señor. Por eso es importante mirar dentro de nosotros mismos, colocarnos con humildad ante Dios y con honestidad preguntarnos: ¿hacia dónde va mi corazón? ¿En qué dirección se mueve? ¿Quizás voy por el camino equivocado? Volver al corazón, el «punto cardinal” es Jesús.
Francisco continuó: “Hoy, particularmente a ustedes, queridos hermanos que reciben el cardenalato, quisiera decirles: estén atentos a seguir el camino de Jesús ¿Qué significa esto? Seguir el camino de Jesús significa ante todo volver a Él y ponerlo de nuevo en el centro de todo. En la vida espiritual como en la pastoral, a veces corremos el riesgo de concentrarnos en lo superfluo, olvidando lo esencial”.
La pasión del encuentro y la llamada a la unidad
Ir por el camino de Jesús significa también “cultivar la pasión del encuentro”. Jesús nunca recorre el camino solo; su vínculo con el Padre no le aísla de los acontecimientos y del dolor del mundo. Al contrario, vino precisamente para curar las heridas del hombre y aligerar las cargas de su corazón, para remover los peñascos del pecado y romper las cadenas de la esclavitud. Y así, a lo largo del camino, el Señor encuentra los rostros de las personas marcadas por el sufrimiento, se acerca a los que han perdido la esperanza, levanta a los que han caído, cura a los enfermos”.
Y si en el grupo de los discípulos, “la carcoma de la competencia destruye la unidad”, en cambio “al fijar su mirada en ustedes, que proceden de historias y culturas diferentes y representan la catolicidad de la Iglesia, el Señor los llama a ser testigos de fraternidad, artesanos de comunión y constructores de unidad. Ésta es vuestra misión. Ésta es vuestra misión”.
El saludo del cardenal Acerbi
Y la invitación a la unidad y a caminar juntos, en la estela del reciente Sínodo, caracterizó el saludo inicial al Papa pronunciado por Angelo Acerbi, el cardenal de más edad creado por Francisco, a sus 99 años. Nuncio apostólico desde hace mucho tiempo, el cardenal Acerbi hizo un enérgico llamamiento en nombre de los 21 nuevos cardenales por la paz en el mundo y luego afirmó que la Encíclica Dilexit nos es una fuente de especial inspiración para el trabajo pastoral que cada uno de los nuevos cardenales está llamado a realizar en su propio ámbito.
Los títulos de los cardenales de Latinoamérica
Al tiempo que imponía el tradicional birrete cardenalicio a los cardenales, el Papa Francisco anunció también los títulos o diaconías de cada cardenal. Estos son los títulos de los cinco cardenales latinoamericanos: Card. Carlos Gustavo Castillo Mattasoglio Título S. Maria delle Grazie in Casal Boccone; Card. Vicente Bokalic Iglic, Título S. Maria Maddalena in Campo Marzio; Card. Luis Gerardo Cabrera Herrera, título Sagrada Familia de Nazaret en Centocelle; Card. Fernando Natalio Chomalì Garib, título S. Mauro Abate; Card. Jaime Spengler, Título S. Gregorio Magno alla Magliana Nuova. Al final del rito, los fieles presentes tuvieron la oportunidad de llevar sus saludos personales a los nuevos cardenales en el Palacio Apostólico.
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